La flor y la muerte, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Opinión personal:

Iria y Selene se han posicionado como unas autoras esenciales en el género juvenil/adulto y la verdad es que necesito ponerme en serio con todas sus novelas, porque cada vez que tengo la oportunidad de sumergirme en una de ellas acabo maravillada.

«“No todo el mundo es mi enemigo, pero no estoy tan ciega como para ver que sí los hay, Ianthe.» 

Conocí la pluma de estas autoras con Sueños de piedra y seguí con Títeres de la magia, ambos forman parte de la saga Marabilia junto con otras tres secuelas. En este caso, arrancamos con la saga Olympus, una saga de ciencia ficción inspirada en los dioses olímpicos que, como siempre, se compone de títulos autoconclusivos que se conectan entre sí por medio del mundo creado y sus personajes.

La flor y la muerte es el primer título de esta serie y nos lleva a Marte en el año 2628 donde conoceremos a Asha y a Ianthe, las protagonistas de esta historia. Nos encontramos en una inmensa corporación que divide la sociedad en trece Servicios basados en los antiguos dioses olímpicos. Asha es una hades, todo lo que la ha rodeado desde que nació tiene que ver con la muerte y es por ello por lo que el resto de alumnos la mira con respeto e intenta no acercarse demasiado a ella; Ianthe es una démeter y su mundo se compone de plantas y naturaleza.

Los jóvenes llegan a la Akademia donde tendrán que cursar tres años representando a sus servicios y participando en una prueba llamada la Odisea, cuyos ganadores podrán aspirar a ser líderes de su Servicio. Todo parece claro en un principio, pero la competición es más dura de lo que esperaban y se les pondrá a prueba de la forma más brutal, ya que algunos secretos han comenzado a salir a la luz y sus decisiones podrían hacer que la corporación se tambalease. ¿Hasta dónde serán capaces de llegar?

«También sé que sus palabras se quedarán en el fondo de mi cabeza. Como todas esas verdades que no quiero escuchar.» 

Quiero comenzar diciendo que el mundo es una PASADA. Cada detalle está perfectamente pensado. Podemos ver los colores de cada Servicio plasmado en la ropa de cada personaje, las naves, los planetas, las enormes plantas o las diferentes especies. Es una gozada ir pasando las páginas y tener la sensación de que incluso los olores que se mencionan nos llegan. Las autoras tienen ese toque especial que no nos hacen leer, nos transportan al cine y activan la gran pantalla.

Pero, ojo, la ambientación por increíble que sea no es lo mejor. Los personajes, esas son las joyas que nos llevamos de esta historia. Traspasarán las páginas y nos emocionarán a todos los niveles. El modo en el que se teje la relación de Ianthe y Asha —la cual está inspirada en el mito de Hades y Perséfone— se va tejiendo a fuego lento y, aunque se ve venir desde el principio, nos hará suspirar y sufrir al ver los miedos interiores que las frena. Cada una tiene su pasado, cada una tiene sus creencias y cada una necesita poner en orden sus prioridades, pues descubrirán que las forjaron sobre unos cimientos basados en mentiras y secretos.

También tenemos un montón de personajes más y tan bien definidos como las protagonistas, Aden es otro de los narradores junto a Asha e Ianthe, además de mi personaje favorito. Adoré el modo en el que va viendo la realidad en cualquier ámbito y cómo decide enfrentarse a esos cambios.

«“Si todos los días van a ser como estos, a lo mejor soy yo el primero en renunciar en la Akademeia.» 

Sin duda, estoy ansiosa por sumergirme en la segunda entrega ‘El sol y la mentira’ que es protagonizada por uno de los personajes secundarios que me encantó y tiene el carisma necesario para colocarse en el centro del foco. 

FotoReseña:

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Libros que componen la saga: