Tráiler primera temporada:

Opinión personal:

Un cóctel de drama familiar, abogacía y serie policiaca que nos dejará pegados a la pantalla con cada uno de sus episodios.

Hace unos meses, Amazon Prime Video comenzó a bombardearnos con publicidad sobre la nueva serie protagonizada por Roberto Álamo, la presencia de un buen casting y la promesa de una serie que entrelaza sus temáticas de forma adictiva, fue lo que me hizo comenzar con ella y no parar hasta alcanzar el final.

Partimos de la base de que se trata de una serie que ha pasado desapercibida para mucha gente pese a la promoción de la plataforma. Quizás no cuente con ese toque trascendental que te obliga a seguir viendo episodio tras episodio pese a ser las tantas de la madrugada. En este caso, pese a tener un hilo general que cuenta la vida del protagonista, nos encontramos con casos individuales que se van resolviendo en cada uno de los capítulos. Ideal para ver uno antes de dormir.

La historia nos presenta a Samuel Caronte, un ex policía condenado injustamente por un asesinato que no cometió. Tras su salida de la cárcel años después, viene dispuesto a convertirse en un abogado justo que impida que otros pasen por el mismo infierno que él.

La vida de Samuel no será nada fácil, pues todavía lo acompaña el estigma de su pasado y deberá recuperar la confianza de su hijo, su ex mujer, su hermana y una madre con alzhéimer avanzado. Además, no puede olvidar lo que ocurrió e intentará encontrar a los causantes de que acabase en prisión. No perdona, le destrozaron la vida y ante todo busca justicia.

El reparto de actores me resultó una gozada. Roberto Álamo da vida a un protagonista que iremos conociendo poco a poco, no es un personaje superficial, al contrario, cuenta con mogollón de sentimientos por descubrir que irremediablemente nos hacen tomarle cariño. Su actuación es brutal, en todo momento es creíble y transmite aquello que el espectador espera. Solo con verlo en el cartel publicitario de la serie supe que me encantaría, como siempre, no decepciona.

También nos encontramos con otras caras conocidas como la de Carlos Hipólito, Belén López o Miriam Giovanelli. Cada uno de ellos cumple su rol con acierto, dejándonos un abanico extenso de personalidades que se diferencian con facilidad y nos despiertan diferentes sentimientos.

Si algo me encantó, es el modo en el que se van desgranando las diferentes tramas sin dejar que alguna de ellas caiga en el olvido. Samuel Caronte es abogado y luchará por ayudar a sus clientes, es padre y hará lo imposible por recuperar a su hijo, fue encarcelado y no descansará hasta encontrar justicia… Quizás de lo que se va olvidando poco a poco es de su nueva vida personal, pero era exigencias del guion, ya que, es imposible que una persona juegue tantos papeles en su día a día, lo cual le suma realismo.

Cada uno de los casos se tratará con mimo, dejando espacio al factor sorpresa y humano, pues no hay cabida a la idea de que otro inocente pague por algo que no ha hecho.

Sin duda, una serie más que entretenida que deja un final cerrado, pero con algún que otro cabo suelto, pues… Samuel Caronte tiene una nueva vida personal y ha llegado el momento de prestarle atención. ¿Tendremos segunda temporada?

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