Os dejamos con las mejores frases de la segunda entrega del mago más famoso de todos los tiempos: Harry Potter y la Cámara Secreta.
Pero antes de continuar, y para después de esta lectura, aquí te dejo las mejores frases de Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Si te gustan las de este artículo, no te las puedes perder 🙂
Gilderoy Lockhart: Permitidme presentaros a vuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Osucras… YO. Gilderoy Lockhart, de la orden de Merlín, Tercera Clase, Miembro Honorario de la Liga de Defensa Contra las Artes Oscuras y cinco veces galardonado con el premio a la sonrisa más encantadora de la revista Corazón de Brujas. Pero no hablaremos de eso, no me libré del presagio de una Banshee con mi sonrisa.
Hermione: Al menos en Gryffindor nadie ha pagado su ingreso. Han entrado por su talento.
Draco: Nadie ha pedido tu opinión, asquerosa sangre sucia.
Ron: Vas a pagar por eso, Malfoy. ¡Traga-babosas!
Harry: Draco llamó a Hermione… Algo… No sé qué significa exactamente.
Hermione: Me llamó sangre sucia.
Hagrid: ¡No es cierto!
Harry: ¿Y qué significa?
Hermione: Que mi origen es sucio. Un hombre repugnante para referirse a hijos de muggles. Alguien con padres no mágicos. Alguien como yo. No es un término para una conversación civilizada.
Hagrid: La cuestión es, Harry, que algunos magos como la familia Malfoy, se consideran mejores, solo porque son lo que ellos llaman sangre limpia.
Harry: Eso es horrible.
Ron: (vomitando) Es asqueroso.
Hagrid: Pero es una auténtica bobada. Sangre sucia. Si no hay magos hoy en día que no tengan mezcla de sangre. Es más, aún está por inventar un hechizo que Hermione no sepa realizar. ¿Es que no te has dado cuenta, Hermione? ¿Tú no te has parado a pensar en eso, eh?
Ron: ¿Por qué arañas? ¿Por qué no podemos seguir mariposas?
Draco: ¿Asustado, Potter?
Harry: Más quisieras.
Arthur: ¿Cuándo ha llegado?
Molly: Esta mañana. Tus hijos han hecho un viajecito de ida y vuelta volando hasta Surrey esta noche, querido.
Arthur: ¡No me digas! ¿Y qué tal se ha dado…?
(Molly le golpea)
Arthur: Digo, eso ha estado muy mal hijos míos. Muy, pero que muy mal. Escucha, Harry. Tú debes saber mucho de muggles. Dime, ¿cuál exactamente la función del patito de goma?
Ginny: Mami, ¿Has visto mi jersey?
Molly: Sí, se lo ha puesto el gato.
Ron: No es mucho. Pero es un hogar.
Harry: Para mí es lo más.
Gilderoy Lockhart: Harry, Harry, Harry. ¿Acaso se puede imaginar una manera mejor de cumplir un castigo que ayudándome a responder el correo de mis admiradoras?
Harry: No, claro.
Gilderoy Lockhart: La fama es una amiga deleidosa, Harry. La celebridad viene igual que se va. No lo olvides.
Gilderoy Lockhart: Hola. ¿Quién eres?
Ron: Um… Ron Weasley.
Gilderoy Lockhart: ¿De verdad? ¿Y quién soy yo?
Ron: ¡Lockhart se ha auto-desmemorizado! ¡No tiene ni idea de quién es!
Gilderoy Lockhart: Qué lugar tan sumamente extraño, ¿a qué sí? ¿Vives aquí?
Ron: No.
Gilderoy Lockhart: ¿No?
(Ron le golpea con una piedra)
Dumbledore: Primero, quisiera darte las gracias Harry. Debes haber demostrado una gran lealtad hacia a mí en la cámara. Solo eso habría hecho acudir a Fawkes. Y segundo, presiento que hay algo que te atormenta. ¿Estoy en lo cierto, Harry?
Harry: Que… Es que, señor… No puedo evitar ver ciertas, ciertas similitudes entre Tom Riddle y yo.
Dumbledore: Entiendo. Bueno, tú puedes hablar parsel, Harry. ¿Por qué? Porque Lord Volcemort sabe hablar Parsel. Si no me equivoco Harry, él te transfirió algunos poderos la noche que te hizo esa cicatriz.
Harry: ¿Voldemort me transfirió algunos poderes a mí?
Dumbledore: Ajá, no intencionadamente. Pero sí.
Harry: Entonces el sombrero tenía razón. Debería estar en Slytherin.
Dumbledore: Es cierto, Harry. Tú posees muchas de las cualidades que Voldemort más admiraba: determinación, inventiva y, si me permites, cierto desdén por las normas. ¿Por qué entonces te puso el sombrero en Gryffindor?
Harry: Porque yo se lo pedí.
Dumbledore: ¡Exacto, Harry! Exacto. Es lo que te diferencia de Voldemort. No son nuestras habilidades las que muestran cómo somos, sino nuestras elecciones.
Lucius: Veo que es cierto… Has regresado.
Dumbledore: Cuando el consejo supo que la hija de Arthur Weasley había sido llevada a la cámara, consideraron que debía regresar.
Lucius: Ridículo.
Dumbledore: Curiosamente, Lucius. Muchos de ellos estaban convencidos de que echarías una maldición sobre sus familias si no accedían a destituirme.
Lucius: Pero, ¿cómo se atreve?
Dumbledore: ¿Cómo dice?
Lucius: Mi única y gran preocupación ha sido y será siempre el bien de este colegio, y por supuesto, sus alumnos. […] El culpable ha sido identificado supongo.
Dumbledore: Oh, sí.
Lucius: Ah, ¿sí? ¿Quién era?
Dumbledore: Voldemort.
Lucius: Ah.
Dumbledore: Salvo que esta vez, eligió actuar a través de otra persona, por medio de esto.
Lucius: Ya veo.
Dumbledore: Afortunadamente, nuestro joven Potter lo descubrió. Solo nos queda esperar que ninguna de las viejas pertenencias de Voldemort acaben en manos inocentes. Las consecuencias para el responsable, serían extremadamente severas.
Lucius: Bueno, esperemos también que el señor Potter esté aquí para salvar al mundo.
Harry: Tranquilo, estaré.
Gilderyo Lockhart: ¡Asombroso! ¡Esto parece cosa de magia!
Hagrid: Tengo que reconocer, que de no ser de por ti, Harry, y por Ron, y por Hermione, claro. Aún estaría… Donde vosotros ya sabéis. Y… Y quería daros las gracias.
Harry: Hogwarts no es nada sin ti.
