Top Frases de... Serendipity. Una película perfecta para esta época navideña.
Para poder vivir en armonía con el universo, todos nosotros debemos poseer una poderosa fe en lo que los antiguos llamaban fatum. Lo que comúnmente calificamos como destino.
Jonathan: Se acabó, tío.
Dean: ¿Qué? ¿De qué estás hablando?
Jonathan: ¿Cómo paso de eso? ¡Bendita sea la novia!
Dean: ¿Qué?
Jonathan: No podía estar más claro. ¡No debería estar aquí! No estaba escrito.
Dean: Es solo, oye, es otra de tus pistas, tío. Venga, ya hablaremos por el camino.
Jonathan: No es una pista, es una señal.
Dean: ¿Cuál es la diferencia?
Jonathan: Una pista es lo que usa un detective para pillar a un sospechoso: el recibo, el almacén, el francés ese… Esos son pistas. Esto es una señal. Que no haya encontrado el libro es una señal. Que Sarah no haya encontrado el billete es otra señal.
Dean: ¿Cómo es posible que algo que no pasa sea una señal?
Jonathan: Quizás la ausencia de señales sea una señal, ¿verdad?
Dean: Eso sí que es lúcido…
Eve: Así que… Hazte a la idea.
Camarero: Feliz cumpleaños, invita la casa.
Eve: Gracias. […] ¡Gracias!
Sarah: Oh, soy una amiga espantosa.
Eve: No, pero lo serás si cantas.
Sarah: Eve, muchas gracias por acompañarme.
Eve: De nada. Sarah, mira la idea es maravillosa: eso de que todo en la vida, cada acontecimiento forma parte de un plan maestro diseñado para conducirnos hasta nuestra alma gemela. Pero si fuera verdad… ¿Qué sentido tendría vivir? ¿O tomar decisiones? ¿Por qué íbamos a levantarnos cada mañana?
Sarah: Por el pastel.
Eve: No, no seas tonta. Para cometer errores. Errores como este viaje. Y si eres lista aprendes de tus errores. Entiendes las cosas, las piensas y ves que la vida no es una obra teatral con indicaciones para los actores. La vida es un desastre, Sarah. Es el caos personificado.
Sarah: Voy a tener que rendirme, ¿verdad?
Eve: Sarah tienes un novio que a pesar de su extraña música oriental que esperemos sea pasajera. ¡Esperemos! Te quiere mucho, mucho, muchísimo. Eso no es rendirse, eso es madurar. […] Vámonos.
Sarah: Sí.
Sarah: ¿Película favorita?
Jonathan: La respuesta es: La Leyenda del Indomable.
Sarah: No la he visto.
Jonathan: ¡Oh, por favor! ¿Nunca has visto esa película? Con Paul Newman. ¡Dios mío, no es posible! Poco comunicativo, un tipo distante, con gafas de sol y sin nombre.
Sarah: Sí.
Jonathan: En eso me recuerda a ti.
Sarah: ¿Tu momento favorito en Nueva York?
Jonathan: Este está subiendo puestos.
Sarah: ¡Qué halago!
Jonathan: Creo que deberías darme tu número. Por si acaso.
Sarah: Por si acaso, ¿qué?
Jonathan: La vida da muchas vueltas, nos hemos divertido mucho. Y quizá no vuelva a encontrarte.
Sarah: Bueno, si está escrito que nos encontremos, entonces nos encontraremos. Pero ahora no es un buen momento.
Sarah: Bien, si los dos elegimos el mismo piso al azar es que debemos estar juntos.
Jonathan: ¡Estás loca!
Sarah: Vamos. Venga, entra. Respira hondo y cuando se cierren las puertas, pulsa un botón.
Jonathan: ¡No entiendo nada!
Sarah: No hay que entender nada. Solo ten fe.
Jonathan: ¿Fe en qué?
Sarah: En el destino.
Jonathan: ¿Cómo descubriste eso?
Sarah: Me llamó la atención el nombre: Serendipity. Es un nombre curioso.
Jonathan: Sí, ¿por qué?
Sarah: Porque creo que suena mejor de lo que significa: accidente afortunado. Aunque no creo en los accidentes, el destino está detrás de todo.
Jonathan: ¿Seguro?
Sarah: Sí
Jonathan: ¿Detrás de todo?
Sarah: Eso creo.
Jonathan: Todo está predestinado ¿No podemos elegir?
Sarah: No, cada uno toma sus decisiones. Pero, creo que el destino envía señales, y depende de cómo las interpretemos seremos felices o no.
Jonathan: ¿Así que señales?
Sarah: Sí.
Jonathan: Accidentes afortunados, descubrimientos casuales como Colón y América.
