Libérame, de Tahereh Mafi

Ficha técnica:

Opinión personal de la novela

Nada más terminar con Destrózame, primera parte de la historia escrita por Tahereh Mafi, supe que tenía que leer su segunda parte enseguida, por suerte, la publicación de Libérame no se retrasó mucho. En este libro volví a encontrar una historia adictiva con una prosa que destaca por narrar los sentimientos de una forma tan directa y sencilla, que terminarás adorando a la autora.

Como ya sabemos, si has leído el libro anterior, la vida de Juliette nunca ha sido fácil, pues posee un don, o una maldición según ella, con el cual puede matar a una persona con solo tocarla. Repudiada por sus padres y acusada de asesinato, Juliette pasa unos años encerrada en un centro sanitario donde prácticamente está abandonada y alejada de la humanidad, hasta que alguien decide utilizarla como un arma para formar parte en una guerra que está a punto de suceder.

Me caigo hacia atrás, sostengo los puños contra el pecho y trato de recordarme que no soy un monstruo, que no quiero hacer daño a la gente, pero no funciona.

Porque todo es mentira.

Porque esta era yo tratando de ayudar.

Miro a mi alrededor.

Al suelo.

A lo que he hecho.

Y comprendo, por primera vez, que tengo el poder de destruirlo todo.

Ahora todo ha cambiado, pues en Libérame nos encontramos a una Juliette a salvo escondida en el Punto Omega, lugar al que llegan tras finalizar la primera parte. Al parecer no está sola, pues existen muchas personas con dones muy peculiares y entrenan a diario para conseguir controlarlos, claro que ninguno de esos dones llega a ser tan letal como el de ella.

Juliette luchará a diario contra sí misma para intentar adaptarse a esta nueva vida, una vida en libertad, aunque sigue prisionera de su pasado.

Tahereh Mafi vuelve a envolvernos en una historia completamente adictiva, las páginas volaban en mis manos y nunca tenía suficiente, pues no podía dejar de leer. Esta vez profundizaremos más en los personajes y nos llevaremos más de una sorpresa con alguno de ellos, pero también entenderemos mejor la situación en la que se encuentra el mundo y los motivos principales que llevan a algunos personajes a justificar totalmente su comportamiento. El ritmo de la historia vuelve a ser ágil y ameno con un toque muy especial que hace de su estilo una narración única.

Una vez más nos encontramos con unos personajes profundos y llenos de matices, he de confesar que la protagonista en más de una ocasión consiguió sacarme de los nervios, pues se pasa la mayor parte del tiempo compadeciéndose de sí misma, aunque por fin comenzamos a ver en ella ese toque especial que la hará fuerte y decidida, esperemos que en la tercera entrega por fin salga de su burbuja y nos deje ver a la verdadera Juliette al 100%, porque lo que este libro deja bien claro es que, si quiere, podría llegar a ser imparable.

—¿Cómo puede ser… que esté tan cerca de ti y me esté matando que sigas estando tan lejos?

El triángulo amoroso se acentúa mucho en esta segunda parte, y aunque no suelen gustarme, en este caso a mí como lectora me genera muchas dudas, pues no sabría por cuál de los chicos decidirme, ya que ambos están al mismo nivel, por lo tanto nos encontramos frente a un triángulo amoroso que me ha encantado, ya que no deja a la vista una elección clara.

Por un lado el atento y adorable Adam siempre ha sido el amor inalcanzable de Juliette, y ahora, que por fin parece que puedan tener una oportunidad, un giro inesperado pondrá su vida en peligro si continúa cerca de ella. Adam se sentirá completamente frustrado al no hallar una solución para que puedan estar juntos y ella intentará protegerlo aunque el precio a pagar sea romper su propio corazón.

El personaje que sin duda nos sorprenderá es Warner. Juliette comenzará a sentir una atracción incontrolable hacia él y es que, aun siendo pura maldad, aún existe humanidad en él, una humanidad que nunca llegó a conocer. Aunque Juliette no puede perdonarle todo el daño que ha causado, el amor que él afirma sentir por ella le dejará ver que si Juliette se queda junto a él, Warner podría convertirse en otra persona.

Conforme nos acercamos al final podemos ir palpando la tensión a la que se someten nuestros personajes. Se lo juegan todo, pues la guerra ya está aquí. La historia nos dejará en el mejor momento a la espera del desenlace, un desenlace que, si la autora sabe jugar sus cartas como ha demostrado hasta ahora, podría convertirse en uno de los finales más épicos de las distopías juveniles.

Esperanza.

Es como una gota de miel, un campo de tulipanes que florecen en primavera. Es aire fresco, una promesa susurrada, un cielo despejado, el signo de puntuación perfecto al final de una oración.

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