Gracias a Océano Gran Travesía, por este ejemplar.
¿Qué pasará cuando la chispa de la Niña Relámpago se apague?, ¿quién iluminará entonces la senda de la rebelión? Debilitada y prisionera, privada de su potente rayo y atormentada por sus errores, Mare Barrow se ha postrado a los pies de un traidor. La otrora «Niña Relámpago» vive ahora a merced del joven que alguna vez amó, Maven Calore, espurio rey de Norta, quien continúa su malévola campaña de expansión y genocidio. Pero más allá de las murallas palaciegas, la rebelión Roja crece y se multiplica; y el joven príncipe Cal, legítimo heredero del trono, hará todo lo posible por rescatar a su amada. Sangre roja y plateada correrá por pasillos y plazas. ¡Que resuenen poderosos los tambores de guerra! ¡Que todo arda!
La jaula del rey nos sumerge en la tercera entrega de la saga de Victoria Aveyard. Una saga que me tiene completamente fascinada gracias al mundo tan maravilloso en el que nos sitúa y a la caracterización tan acertada en sus personajes. La lucha por el color de la sangre sigue siendo el eje principal que mueve esta historia, aunque en esta tercera entrega nos adentraremos todavía más en los deseos y anhelos de los personajes consiguiendo llegar a ellos un poquito más.
“Eres sólo una sombra, ¿y quién contempla las sombras cuando tiene llamas? ¿Quién elegiría a un monstruo sobre un dios?”
El final de La espada de cristal fue impactante, todavía recuerdo la sensación que tuve cuando lo leí, no podía creerme que la autora nos fuese a dejar así. Mare está retenida por el enemigo. Maven se centra en hacerla parecer de su lado, mientras que la mantiene prisionera intentar dar al mundo una cara diferente de lo que está pasando. Para Maven es de vital importancia que el mundo crea que la Niña Relámpago está de su parte. Sin embargo, en las sombras, la rebelión Roja no deja de crecer. No dudará ni un instante en mantenerse fuerte, en buscar aliados y en esperar el momento oportuno para atacar.
Podemos decir que la novela se divide claramente en dos partes: durante la primera, viviremos el cautiverio de Mare, su angustia y su desesperación desembocan en millones de pensamientos que no hacen otra cosa que enriquecer al personaje. Sí, lo sé, probablemente nos encontremos con uno de mis personajes femeninos favoritos dentro de la literatura juvenil, pero no puede ser de otra forma cuando en cada página demuestra su fortaleza, su inteligencia y su temor a dejar que sus emociones le nublen la razón. Volvemos a lo que hablábamos, la primera parte de esta novela puede parecer más lenta, más densa y con poca acción, pues realmente lo que viviremos en ella es la evolución de los personajes y cómo se adaptan al giro tan radical que nos deja la autora.
La segunda mitad del libro alcanza todo el ritmo que le falta a la primera. La historia se vuelve trepidante y consigue que el lector no deje de leer en ningún momento. Es imposible soltar el libro. La magia se desborda, las vidas de los personajes penden de un hilo y el corazón del lector está a punto de salírsele de la boca. Esto sí es la Reina Roja.
Pese a la gran diferencia de ritmo que encontramos entre la primera y segunda parte del libro, he de añadir que ambas son necesarias. Si no se sentaran las bases adecuadamente no podríamos coger la carrerilla necesaria que necesita la historia para desembocar en este impactante final. Aun así, sí que en alguna otra ocasión tuve la sensación de que algunas partes me sobraban o nos encontrábamos con descripciones demasiado densas.
De Mare os hablé al principio. Es una protagonista fuerte, decidida, valiente… pero sobre todo paciente. Sabrá esperar, pese a las barbaridades que le tocará soportar, a que llegue su momento y, mientras tanto, analizará cada una de sus posibilidades intentando que su juicio salga de su mente y no de su corazón, pues los sentimientos pueden llegar a ser muy traicioneros.
“—Cal fue educado para la guerra, así como tú fuiste educada para las máquinas. Eso no significa que quieras regresar a la fábrica, ¿verdad?
Una respuesta, cualquier respuesta, se me atora en la lengua. Yo era una esclava. Me obligaron. Eso era lo único que sabía hacer.”
Con respecto a los hermanos puedo decir que siguen manteniéndome en la misma incertidumbre de siempre. Nunca sé si nos encontramos con un villano y con un héroe o ambos son simplemente personas con un pasado tan marcado que los ha llevado por diferentes caminos. A Maven lo conoceremos mucho mejor, sus decisiones no son las más acertadas, pero se podría llegar a entender el porqué de sus acciones. Cal es otro mundo aparte, sus escasas apariciones consiguen enamorar al lector una vez más, aun así, sigue teniendo un punto oscuro del que no sabemos nada y del que todos esperamos sorpresas. Y, es que así es la Reina Roja, es una saga donde todos los personajes guardan secretos y tienen su pincelada oscura que los hace irresistiblemente reales.
La pluma de Victoria Aveyard es alucinante. Una vez más, nos deleitarnos con los giros y las sorpresas que no hacen otra cosa que generar adicción. Esta tercera entrega vuelve a estar narrada por la protagonista, pero comparte algunos episodios con otro personaje de la Guardia Escarlata, es la única opción que tuvo la autora para poder narrar lo que ocurría fuera durante la retención de Mare a manos de Maven. Estos capítulos que nos narraban lo que ocurría fuera de donde se encontraba nuestra protagonista me resultaron algo densos, no sentía que aportasen ninguna información de vital importancia, aunque, realmente, creo que me sentí algo decepcionada por no tenerlos narrados bajo el punto de vista de Cal. Las descripciones se amplían, la autora nos describe cada detalle de la historia generando una ambientación espectacular. Esta cantidad de descripciones provoca que el ritmo descienda. Por suerte, la trama irá cogiendo velocidad hasta alcanzar el ritmo frenético, al que la autora nos tiene acostumbrados, que vuelve a desembocar en un final apoteósico.
Ahora solo nos queda armarnos de paciencia y esperar la cuarta entrega que dará fin de esta maravillosa saga. Espero que en ella tengamos más presencia de Cal, os prometo que lo eché mucho de menos, y su ritmo sea una completa locura como bien sabe hacer Victoria Aveyard. Pero, sobre todo, espero que la historia siga su camino sin perder la magia y caracterización tan alucinante que tienen sus personajes.
“Ahora estoy en la jaula de un rey, pero él también lo está. Mis cadenas son la roca silente; las suyas son la corona.”
En conclusión, La jaula del rey nos presenta la tercera entrega de la saga de La Reina Roja. Una novela donde sigue primando la personalización de sus personajes y donde las sorpresas y los giros están asegurados. La adicción está asegurada y la ambientación son un punto a favor donde el lector se situará a vivir la historia en primera persona saboreando el paisaje que se describe en sus páginas. Sin duda Victoria Aveyard sabe lo que se hace y estoy convencida de que nos espera un final de impacto. Si quieres conocer tu también el final, y te ha gustado la reseña, puedes adquirir el libro a buen precio en este enlace.
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Victoria Aveyard (nacida el 27 de julio de 1990 en Londres) es una escritora estadounidense de ficción y guiones young-adult y fantasía. Es mejor conocida por su novela de fantasía Red Queen (La reina roja). Aveyard escribió la novela un año después de graduarse del programa de escritura de guiones de la Universidad del Sur de California en 2012. Sony Pictures trabajó con ella para escribir el guión especial Eternal.
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