Gracias a Océano Gran Travesía por este ejemplar.
'Algunas cosas deben creerse para poder ser vistas'.
Sandy y Dennys siempre han sido los normales y pragmáticos dentro de su excéntrica y extraordinaria familia, pero un día, estos hermanos gemelos se entrometen accidentalmente en uno de los experimentos científicos de su padre y son llevados a un punto remoto del tiempo y el espacio.
En este extraño paraje del desierto donde los hombres conviven con seres angelicales, mamuts enanos, mantícoras y unicornios, los gemelos se verán envueltos en una lucha encarnizada entre el bien y el mal, y el destino de la familia de un hombre llamado Noé y la construcción de una enorme arca en las arenas del desierto.
Hoy os traigo la Reseña de un torrente de aguas turbulentas, un libro escrito por Madeleine L’Engle y publicado por la editorial ‘Océano Gran Travesía’.
Este es el cuarto libro de la serie ‘El quinteto del tiempo’. Y como los anteriores, se puede leer de manera independiente, ya que su historia nos cuenta algo diferente que no guarda una continuidad con los anteriores.
En este libro, conoceremos la historia de Sandy y Dennys, los dos hermanos de Meg y Charles Wallace.
Hubo gritos de acuerdo de los otros patinadores. Dennys, el hermano gemelo de Sandy, lo siguió, la nieve se acumulaba sobre sus pestañas, por lo que tuvo que parpadear para ver la roca.
-¿Por qué tenemos que vivir en el lugar más alto, más frío y más ventoso del estado?
En este libro, conoceremos más a fondo a estos dos gemelos de los que no hemos sabido mucho en los libros anteriores.
Como ya sabréis, normalmente, estas aventuras siempre suelen comenzar con un error, y en este caso, sucede cuando los Sandy y Dennys están trasteando con el ordenador de su padre y terminan metiendo la pata con un experimento en el que estaba implicado su padre, y sin quererlo ni saber cómo, los gemelos aparecen en medio del desierto.
Pero en este caso no han viajado al futuro, ni a una galaxia diferente, ni tampoco a un lugar famoso, sino que han retrocedido en el tiempo, y no un par de años, sino tantos, que regresan a la época de Noé. Estoy segura de que os suena a todos este nombre, pues El Arca de Noé es una ‘historia’ que todos conocemos escrita en la Biblia, pues en ella nos explica que Noé era un hombre al que se le encargó la complicada tarea de introducir en un arca una pareja de cada especie de animales para que todas las especies sobreviven a la gran inundación. ¿Os suena verdad?
Pues en este libro Madeleine va a combinar la fantasía, con la historia y una extraordinaria aventura para mantenernos entretenidos durante su lectura.
No podemos olvidarnos de la cantidad de ‘seres extraordinarios’ que aparecen como unicornios virtuales, mamuts peludos, serafines y nefilim….
Los gemelos, como sabéis son los hermanos más ‘normales’ de la familia Murray, y por ello, ahora que se ven envueltos en esta nueva aventura tendrán que aprender a pensar de diferentes maneras para conseguir llegar a casa de nuevo. Lo que les llevará a madurar de una manera bastante importante. Además, mientras tratan de regresar a casa, van a ayudar a la familia de Noé a cuidar su casa y a construir el arca.
Una de las cosas que más me ha sorprendido de este libro es que, a pesar de estar escrito hace años, se habla de la situación de las mujeres en la historia de una manera muy interesante y reveladora.
Con cautela, el pequeño animal se acercó a Sandy, quien se arrodilló y extendió la mano para que la criatura la olfateara. Luego, tentativamente, comenzó a rascar su pecho peludo, tal y como habría hecho con su perro en casa. Cuando el pequeño animal se relajó con sus caricias, preguntó a Jafet:
-¿Qué son los serafines?
Además, también notamos un gran cambio en la vida de nuestros personajes principales, ya que, no solo tienen que crecer mentalmente, sino que, tendremos un gran salto en sus vidas, pues el tiempo que pasan en el desierto, es un momento trascendental de sus vidas en el que están sufriendo el cambio de la niñez a la adolescencia y eso conlleva diferentes pensamientos, y formas de ver la vida.
Bueno, ahora que ya os he contado un poquito acerca del libro, os contaré lo que a mí me ha parecido.
Comienzo por la edición, que es de tapa dura. La verdad que, todas las ediciones son bastante bonitas y originales.
Además tiene dibujos preciosos que hacen estos libros únicos. La letra es más bien chiquitita, pero la lectura es rápida.
Madeleine es una escritora sensacional que crea historias maravillosas que nos transportan a otro lugar. Ya sea ficticio, o real. Los escenarios que nos describe son tan reales y la descripción es tan precisa que he podido imaginar cada uno de ellos.
Sandy pasó poco a poco al estado de conciencia con los ojos fuertemente cerrados. No oía el tintineo de ninguna alarma, por lo que debía ser sábado. Prestó atención para escuchar si Dennys se había despertado en la litera superior. Sintió algo fresco y húmedo que era rociado sobre su cuerpo. Le resultaba agradable. No quería despertar. Los sábados tenían tareas duras de las que encargarse. Limpiaban el suelo del laboratorio de su madre, y de los baños. Si estuviera nevando otra vez, habría nieve que amontonar.
La lectura es rápida y directa, la verdad que es un libro que desde el principio te engancha y te hace que continúes leyendo. Aunque, sí que es verdad que este libro se sale un poco del género que yo suelo leer, por lo que, digamos que, al salirme de lo que me gusta, estoy segura de que no lo he disfrutado tanto como lo haría otra persona a la que le guste este tipo de libros.
La historia es original y muy divertida, pues los gemelos pasan por diferentes situaciones de las que van a aprender diversas cosas y crecerán mucho tanto física como mentalmente.
Madeleine L'Engle Camp (29 de noviembre de 1918 - 6 de septiembre de 2007) fue una autora estadounidense de ficción, no ficción, poesía y literatura juvenil. Sus obras reflejan tanto su fe cristiana como su gran interés por la ciencia moderna. Madeleine L'Engle Camp nació en Nueva York el 29 de noviembre de 1918 y lleva el nombre de su bisabuela Madeleine Margaret L'Engle, también conocida como Mado. Su madre, pianista, también se llamaba Madeleine: Madeleine Hall Barnett. Su padre, Charles Wadsworth Camp, fue escritor, crítico y corresponsal extranjero. Su hija dijo que su padre sufrió daños en los pulmones por el gas mostaza durante la Primera Guerra Mundial.
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