McGonagall: Este chico será famoso. No habrá ningún niño en nuestro mundo que no conozca su nombre.
Dumbeldore: Exacto. Y es mejor que crezca al margen de todo eso. Hasta que esté listo.
Hagrid: Eres un mago Harry.
Harry: ¿Qué soy qué?
Hagrid: Un mago. Y uno de los buenos sin duda, en cuanto entrenes un poco.
Harry: No. Ha cometido un error. Yo no puedo ser un mago. Yo… Solo soy Harry. Harry a secas.
Hagrid: Bien, Harry a secas. ¿Has hecho alguna vez algo que no puedas explicar estando enfadado o asustado
Vernon: No, no va a ir.
Hagrid: Jo, jo, jo. De modo que un insignificante muggle como tú va a impedírselo.
Harry: ¿Muggle?
Hagrid: Gente no mágica.
Ollivander: Curioso. Muy curioso.
Harry: Disculpe, pero… ¿qué es curioso?
Ollivander: Recuerdo cada varita que he vendido, señor Potter. Y resulta que la cola de fénix, cuya pluma contiene tu varita, dio otra pluma. Solo una más. Es curioso que estuvieras destinado a esta varita, cuando fue su hermana la que te hizo esa cicatriz.
Harry: ¿A quién perteneció la otra?
Ollivander: Nunca pronunciamos su nombre. La varita escoge a su mago, señor Potter. Nunca está del todo claro porqué. Pero lo que sí está claro, es que podemos esperar grandes cosas de ti. Al fin y al cabo, el que no debe ser nombrado hizo grandes cosas. Terribles, sí. Pero grandiosas.
Sombrero: Muy difícil, difícil. Lleno de valor lo veo, tampoco la mente es mala. Hay talento, ¡oh, sí! Y muchas ganas de probarse a sí mismo. Veamos dónde te pongo…
Harry: Slytherin no. Slytherin no.
Sombrero: ¿Slytherin no, eh? ¿Estás seguro? Podrías ser muy grande, ¿sabes? LO tienes todo en tu cabeza yyyy Slytherin te ayudaría en tu camino a la grandeza. De eso, no cabe la menor duda, ¿no?
Harry: Por favor, por favor. Cualquiera menos Slytherin.
Sombrero: Bueno, si lo tienes tan claro… Mejor que estés en ¡GRYFFINDOR!
Hermione: Ahora yo me voy a la cama antes de que a alguno de los dos se os ocurra otra genial idea y acabemos muertos. O peor, expulsados.
Ron: Necesita poner en orden sus prioridades.
Dumbeldore: No conviene deleitarse en los sueños, Harry, y olvidarse de vivir.
Harry: Ron tiene razón. Debo continuar.
Hermione: Lo harás bien, Harry. Eres buen mago, de verdad.
Harry: No tanto como tú.
Hermione: ¿Yo? Libros e inteligencia, pero hay cosas más importantes: amistad y valor.
Dumbeldore: Harry, ¿tú sabes por qué el profesor Quirrell no se atrevió a tocarte? […] Fue por tu madre. Ella se sacrificó por ti y ese tipo de actos deja una marca. […] No, no. Esa marca no es visible. Se encuentra debajo de la piel.
Harry: ¿Y qué es?
Dumbeldore: Amor, Harry. Amor.
Dumbeldore: Hace falta mucho coraje para enfrentarse a los enemigos, pero mucho más para hacerlo contra los amigos. Premio por ello con diez puntos al señor Neville Longbottom.
Hermione: Se hace raro volver a casa, ¿a qué sí?
Harry: Yo no voy a casa. No lo creo.
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