Hoy os dejamos una recopilación de frases de la ya mítica película Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra.¿Recordáis alguna?
NORRINGTON – Vaya, vaya… Jack Sparrow, ¿no es así?
JACK – Capitán Jack Sparrow, si no os importa.
NORRINGTON – Bueno, no veo vuestro barco… Capitán.
JACK – He venido a comprar… por así decirlo
MURTOGG – Ha dicho que venía a apoderarse de uno.
MULLROY – Ya te he dicho que decía la verdad. Llevaba esto, señor.
NORRINGTON – No os queda plomo, ni pólvora, una brújula que no señala al norte… No sé por qué esperaba que fuera de madera. Es evidente que sois el peor pirata del que he oído hablar.
JACK – Pero habéis oído hablar de mí.
WILL – Esto es una locura o una genialidad.
JACK – Es sorprendente lo a menudo que coinciden esos dos conceptos.
BARBOSSA – Debo admitir Jack, que creía saber cómo eras. Pero parece que eres un hombre difícil de predecir.
JACK – No soy honesto. Y de un hombre que no es honesto solo se puede esperar que no sea honesto. Honestamente es con los honestos con los que hay que tener cuidado, porque nunca se puede prever cuando harán algo extraordinariamente absurdo.
JACK – ¡Siempre recordaréis este día como el día en que casi capturáis al Capitán Jack Sparrow!
MULLROY - ¿Qué has venido a hacer a Port Royal, señor Smith?
MURTOGG - ¡Y nada de mentiras!
JACK – Bueno, confesaré: me propongo tomar una de estas naves, reunir una tripulación en Tortuga y atacar, saquear y robar como una comadreja hasta reventar.
MURTOGG - ¡He dicho nada de mentiras!
MULLROY – Creo que dice la verdad.
MURTOGG – Si esa fuera verdad no nos lo habría dicho.
JACK – A menos que supiera que no creeríais la verdad aunque os la dijera.
JACK – Conozco esos cañones […] Es la Perla.
PRISIONERO – La Perla Negra. He oído historias. Ha atacado barcos y poblaciones durante cerca de 10 años. Nunca deja supervivientes.
JACK – Si no deja supervivientes… esas historias, ¿quién demonios las cuenta?
JACK - … Y estas completamente obsesionado con un tesoro.
WILL – Eso no es cierto, no estoy obsesionado con ningún tesoro.
JACK – No todos los tesoros son de oro y plata.
PINTEL - Se supone que estás muerto.
JACK - ¿Y no lo estoy? […] ¿Parso? Paralalolo. Parlole, parsi, parti… Par… Parmontu…
RAGETTI - Par… ¡¿Parlamento?!
JACK - ¡Eso es! ¡PARLAMENTO! ¡PARLAMENTO!
PINTEL- Bocazas… Maldigo en todos los idiomas al que inventó esa palabra.
JACK - Fueron los franceses.
JACK – Ahora, mientras estás ahí colgado, presta atención. La única regla que realmente importa es esta: lo que un hombre puede hacer y lo que no puede hacer. Por ejemplo, tú puedes aceptar que tu padre era pirata y un buen hombre o no aceptarlo. Pero tú tienes sangre pirata, hijo, y algún día tendrás que asumirlo. Y ahora yo, por ejemplo, podría dejar que te ahogaras, pero no puedo llevar este barco a Tortuga yo solito, ¿entiendes? Así que… ¿Eres capaz de navegar bajo las ordenes de un pirata o no?
WILL - ¿Tortuga?
JACK- Tortuga.
JACK – Arrasa con lo que veas
GIBBS- Y generoso no seas.
WILL - ¡Jack!
BARBOSSA - ¡Es imposible!
JACK – Yo diría… improbable.
WILL - ¿Dónde está Elizabeth?
JACK – Está a salvo, tal como prometí. Se va a casar con Norrington, tal como ha prometido. Y tú tienes que morir por ella tal como prometiste. Todos somos hombres de palabra, sin duda… Excepto Elizabeth, que de hecho, es mujer.
BARBOSSA - ¡Cállate! ¡Será el siguiente!
JACK – Si estabas esperando el momento oportuno… era ese.
GOBERNADOR SWANN – Este es el camino que eliges, ¿no es cierto? Al fin y al cabo, es un herrero.
ELIZABETH – No. Es un pirata.
JACK – Y ahora rumbo al horizonte. Nananananananana. Un gran pirata soy, brindad compañeros yo-ho.