Érase una vez, en un país lejano, un joven príncipe que vivía en un resplandeciente castillo. A pesar de tener todo lo que podía desear, el príncipe era egoísta, déspota, y consentido. Pero, una noche de invierno llegó al castillo una anciana mendiga, y le ofreció una simple rosa a cambio de cobijarse del horrible frío.
Repugnado por su desagradable aspecto, el príncipe despreció el regalo y expulsó de allí a la anciana. Pero ella le advirtió que no se dejara engañar por las apariencias, porque la belleza se encuentra en el interior. Y cuando volvió a rechazarla, la fealdad de la anciana desapareció, dando paso a una bellísima hechicera. El príncipe trató de disculparse, pero era demasiado tarde, pues ella ya había visto que en su corazón no había amor. Y como castigo, lo transformó en una horrible bestia y lanzó un poderoso hechizo sobre el castillo y sobre todos los que allí vivían.
Avergonzado por su aspecto, el monstruo se encerró en el interior de su castillo, con un espejo mágico como única ventana al mundo exterior. La rosa que ella le había ofrecido era en realidad una rosa encantada que seguiría fresca hasta que él cumpliera veintiún años. Si era capaz de aprender a amar a una mujer y ganarse a cambio su amor antes de que cayera el último pétalo, entonces se desharía el hechizo. Si no, permanecería condenado a seguir siendo una bestia para siempre. Al pasar los años, comenzó a impacientarse y perdió toda esperanza.
Pues, ¿quién iba a ser capaz de amar a una bestia?
'Ahí va esa joven tan extravagante.
Que nunca deja de leer
con un libro puede estar
siete horas sin parar
Cuando lee, no se acuerda de comer.'
[...]
Una muchacha de lo más extraño
Siempre en las nubes se la ve
Diferente a las demás, Bella baila a su compás.'
'Quiero vivir preciosas aventuras. Es mi esperanza y mi ilusión.'
Gastón: Ya llevo un buen rato pensando.
LeFou: Es muy peligroso.
Gastón: Lo sé.
Gastón: ¿Cómo puedes leer esto? No tiene dibujos.
Bella: Hay quién utiliza su imaginación.
Bestia: Me hace daño.
Bella: Si te estuvieras quieto no te dolería tanto.
Bestia: Si no te hubieras escapado, esto no hubiera ocurrido.
Bella: Si no me hubieras asustado, yo no me habría escapado.
Bestia: ... ¡Y tú no tenías que haber ido al ala oeste!
Bella: ¡Y tú deberías controlar tu genio! Estate quieto. Tal vez esto te escueza. A propósito, gracias por salvarme la vida.
Bestia: De nada.
Bestia: La he dejado marchar...
Ding Dong: Sí. Estupend... ¿Qué? ¿Qué usted...? ¡¿Cómo ha podido hacer eso?!
Bestia: He tenido que hacerlo.
Ding Dong: Sí, pero pero... ¿Por quéeeee?
Bestia: Porque la amo.
Bestia: Jamás había sentido eso por nadie. Quiero hacer algo por ella. Pero ¿qué?
Ding Dong: Están las cosas de siempre. Flores, bombones, promesas que no se piensan cumplir...
Lumière: Ah no. No,no. Tiene que ser algo realmente muy especial. Algo que despierte su interés.
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Esta bastante chulo,ahora estoy haciendo este teatro con mis alumnos y les va bastante bien,nos gustaría que sacarais el mismo con el rey leon.