Os dejamos el Top Mejores Frases de una de las películas más famosas del mundo del cine: Titanic.
Rose: Han pasado 84 años. Y aún percibo el olor a recién pintado. La vajilla nunca había sido usada, nadie había dormido entre aquellas sábanas. Llamaban al Titanic el buque de los sueños y lo era, realmente lo era.
Ruth: ¿Le parece atractiva esa clase de existencia desarraigada?
Jack: Sí, señora. Me lo parece. Verá siempre llevo todo cuanto necesito. Aire en mis pulmones y unas hojas de papel en blanco. Me encanta levantarme por la mañana sin saber lo que va a ocurrir. A quién conoceré o dónde me llevará la vida. Hace unas noches dormía bajo un puente y ahora estoy aquí en el buque más gran del mundo, bebiendo champán con personas distinguidas. (Al camarero con el champán). Póngame más. Creo firmemente que la vida es un regalo y no pienso desperdiciarla. Nunca se sabe que cartas te repartirán la próxima vez. Aprendes a aceptar la vida tal y cómo viene. Ahí va eso Cal (le tira el mechero). Así cada día cuenta.
Molly: Bien dicho, Jack.
Rose: Por que cuente.
Jack: ¡Soy el rey del mundo!
Jack: … por eso no me hace ninguna gracia saltar al mar a por usted. Pero como ya he dicho, no tengo elección. Aunque tengo la esperanza de que vuelva a pasar por encima de la bardilla y me evite el baño.
Rose: Está loco.
Jack: Eso es lo que dicen todos. Pero con el debido respeto, señorita, no soy yo quién está dispuesto a tirarse del baño. Vamos, deme su mano. No quiere hacerlo.
Rose: Vaya… Creo que tiene un don, Jack. En serio. Ve a las personas.
Jack: La veo a usted.
Rose: ¿Qué ve?
Jack: Que no hubiera saltado.
Jack: ¿A dónde, señorita?
Rose: A las estrellas.
Rose: Cuando el barco atraque, me reuniré contigo.
Jack: Es una locura.
Rose: Lo sé, sé que no tiene sentido. Por eso confío.
Jack: Una vez vi hacer esto en una película y siempre he querido hacerlo.
Rose: Jack, quiero que me dibujes como a una de tus chicas francesas. Pero con el diamante.
Jack: Está bien.
Rose: Solo con el diamante.
[…]
Rose: Tengo la impresión de que te ruborizas, señor Gran Artista. No puedo imaginarme a Monsieur Monet ruborizándose.
Jack: Él pinta paisajes.
Rose: Hola, Jack. He cambiado de opinión. Dijeron que estarías…
Jack: Shhhh. Dame tu mano. Ahora cierra los ojos. Hazlo. Acércate. Sujétate a la barandilla. Mantén los ojos cerrados. No mires.
Rose: No los abro.
Jack: Ahora súbete a la barandilla. Sujétate. No te sueltes y mantén los ojos cerrados. ¿Confías en mí?
Rose: Confío en ti.
Jack: Eso es. Abre los ojos.
Rose: Estoy volando, Jack.
Rose: Di que algún día iremos a esos paraísos perdidos, aunque sólo sea por soñar despiertos.
Bodine: No hemos encontrado nada sobre Jack. No está registrado en ninguna parte.
Rose: Supongo que no lo estaría. Además, nunca he hablado de él hasta ahora, absolutamente con nadie ni siquiera a tu padre. El corazón de una mujer es un profundo océano de secretos. Pero ahora saben que existió un hombre llamado Jack Dawson. Y que él me salvó. En todos los sentidos en que puede salvarse a una persona. Ni siquiera tengo un retrato de él. Ahora sólo existe en mis recuerdos.
Jack: Si tú saltas, yo salto, ¿recuerdas? No me alejaré de tu vida sin saber que estarás bien.
Rose: Te quiero, Jack.
Jack: No hagas eso. No te despidas de mí. Aún no. ¿Me has entendido?
Rose: Tengo mucho frío
Jack: Escucha, Rose, vas a salir de esta. Seguirás adelante, vas a tener muchos bebés y les verás crecer. Morirás siendo una viejecita adorable, calentita en tu cama. No aquí. No esta noche. No de este modo. ¿Me has entendido?
Rose: No siento mi cuerpo.
Jack: Ganar el pasaje, Rose, es lo mejor que me ha ocurrido jamás. Me ha llevado a ti. Estoy agradecido a eso, Rose. Muy agradecido. Debes… Debes hacerme ese honor. Debes prometerme que sobrevivirás, que no te rendirás no importa que ocurra. No importa lo desesperada que estés. Prométemelo ahora, Rose. Y no rompas nunca esa promesa.
Rose: Te lo prometo.
Jack: No te rindas jamás.
Rose: No me rendiré jamás, Jack. No me rendiré.
Hombre: Me dice su nombre, por favor.
Rose: Dawson, Rose Dawson.