Gracias a Lxl por este ejemplar.
Ada está en peligro. Tras el ataque de Ansar, no le queda más remedio que abandonar su vida en Venon, a sus padres, el instituto y, lo peor de todo, a Jonás. Después de que este descubriera los sentimientos que la unen a Feyrian, su mayor enemigo, ni siquiera han podido despedirse.
Puesta a salvo en la isla, hogar de los Infinitos, sin posibilidad de salir si quiere conservar la vida, Ada se sentirá más prisionera que protegida. No todo es paz y sosiego en el paraíso. Los vestigios de la especie ancestral aún se preservan intactos en aquella porción de tierra virgen. Los secretos infinitos, ocultos a los humanos durante milenios, comenzarán a ser revelados.
Con la guerra entre la Hueste y los Infinitos en su punto más álgido, Ada apenas podrá disfrutar de la compañía de Feyrian, ausente por las batallas. Un amor entre especies, fraguado en la refriega. El encierro los encaminará paso a paso hacia aquello que más desea Ada y más teme Feyrian, un inmortal capaz de amar. ¿Seguirá negando el Infinito los instintos que por primera vez siente bullir en su interior? ¿Permitirá que Ada, una humana de tan solo dieciocho años, desestabilice la realidad que ha construido tras milenios de existencia?
Entretanto, el enemigo acecha al otro lado del océano. Recluida en la isla, la sombra de la amenaza y la traición irá cerniéndose sobre Ada, sin que llegue a advertirlo. ¿Podrá huir de una guerra que no ceja de hostigarla?
Hoy os traigo la Reseña de “Tierra” un libro escrito por Tara G, y publicado por la editorial Lxl.
En el primer libro conocimos a nuestros protagonistas principales, Ada y Feyrian.
Giré la cabeza hacia donde miraba Melto y me topé con Feyrian. Salté hacia él y lo abracé sin importarme nada más, sin importarme que su hermano nos observara desde su asiento ni que la camiseta de Feyrian estuviera rasgada y empapada de sangre.
La vida de Ada cambia por completo cuando descubre que tiene capacidades que otras personas no tienen y que está ligada con los infinitos, unos seres con poderes que viven en un lugar diferente y que como su nombre indica, viven por siempre.
Venon, su lugar de nacimiento tiene mucho que ver con todo esto, y mucho más con sus antepasados, pues poco a poco va descubriendo que está inmersa genéticamente en toda esta historia que para ella hasta ahora era desconocida.
Al principio se negaba rotundamente a participar en toda esta guerra existente entre los infinitos y la Hueste, una comunidad forjada para eliminar todo aquello relacionado con los infinitos. Pero cuando aparece Feyrian, la persona que le complementa, en todos los sentidos, no le queda otra que aprender a defenderse, pues su vida está en peligro y es partícipe de una profecía que muchos ansían descubrir.
Para poder protegerla, Feyrian tiene que llevársela lejos de su familia, de sus amigos e incluso de su planeta, pues se la lleva al lugar en el que viven los infinitos, un sitio dotado de magia en el que Ada desarrollará muchas de sus habilidades hasta entonces ocultas.
Mi respiración se volvió más profunda. Con cada inhalación, mis pulmones se hinchaban y mi pecho rozaba su antebrazo. Solo quería besarlo. Con sus labios tan cerca y a la vez tan lejos, solo podía pensar en ellos como el oasis de un desierto.
Aunque no va a ser nada fácil para ella, pues allí la comida es diferente, se alimentan de flores y plantas diversas. No tiene a nadie cercano con quien hablar, y Feyrian constantemente está fuera inmerso en las distintas luchas con la Hueste. La única persona en quien confía es La Primera, la madre de Feyrian y de muchos infinitos más. Aunque, a pesar de tenerla a ella se siente bastante sola y aburrida y cada vez echa más en falta su antigua vida.
Pero de repente, ocurre un giro de los acontecimientos que nadie esperaba y que es inevitable, Feyrian y Ada tendrán que enfrentarse a aquello que más temen, y hacerlo juntos.
Bueno, ahora que ya os he contado un poquito de que va la historia os contaré lo que me ha parecido.
La edición es de tapa blanda con solapas. En la portada podemos ver un ojo de color verde representando la tierra.
El libro, al igual que el anterior está narrado en primera persona por Ada, algo que me resulta bastante positivo, pues nadie mejor que ella entiende la situación por la que está pasando y las transformaciones que está sufriendo su cuerpo y sus acciones.
Tengo que reconocer que, este libro me ha costado leerlo un poquito más que el anterior, porque está muy centrado en la vida de los infinitos, en sus costumbres, su pasado, como se comportan y todo lo relacionado con las profecías. Es cierto que todo es muy interesante y que necesitamos entender el porqué del lugar, y como se reproducen, se crean y se destruyen, pero me hubiese gustado encontrar un poco más de acción y misterio.
Se nota que Tara tiene claro lo que quiere plasmar en esta historia, que sus personajes están completamente definidos y que conoce cada fortaleza y debilidad de los infinitos, y nos lo transmite con tanta entereza y decisión que creo conocer a la especie mejor que la mía misma.
La lectura es rápida, la cantidad de diálogos es la adecuada y las descripciones son precisas y concretas, lo que nos permite transportarnos a cada uno de los lugares en los que se encuentra Ada.
Observé el tajo del muslo. No era muy profundo, aunque me atravesaba la piel de rodilla a cadera. Ya no sangraba. Pasé un dedo por encima y comprobé que, excepto la zona más superficial, prácticamente se había cerrado.
La trama del libro te atrapa y te incita a seguir leyendo, pues quieres conocer todos los secretos de los infinitos y ver las capacidades que va desarrollando Ada. Además, la historia amorosa existente entre Feyrian y Ada es tan bonita y especial que solo ellos pueden llegar a entenderla, porque siendo racionales, entre una persona mortal y otra inmortal, pocas cosas pueden salir bien.
El final es bastante intenso y confuso, pues tengo la necesidad de conocer que ha pasado y todo aquello que Ada tiene que descubrir.
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