Las amigas de los martes en el balneario, de Monika Peetz – Reseña

Opinión personal de la novela

Lo primero que quiero hacer es darle las gracias a la editorial Maeva por este ejemplar.

Este libro tiene una "primera parte" llamada Las cenas de los martes, pero es totalmente independiente del primero, se puede decir que las protagonistas son las mismas chicas pero es una historia completamente diferente y paralela a la primera.

En mi caso, yo no he tenido el gusto de leer "Las cenas de los martes", y me he enterado a la perfección de esta historia, no he tenido ningún problema con el tema de los personajes y esas cosas.

Era uno de esos días. Eva había trabajado en el turno de mañana en la clínica, los cuatro niños discutían a grito pelado sobre quién podía utilizar el ordenador y Frido, su marido, que había prometido encargarse de la cena, seguía ocupado en el despacho. Dentro de una hora y media tenía que estar en Le Jardin, con sus francesas. Desde hacía días estaba impaciente por que llegara esa noche de diversión con sus amigas de las cenas de los martes. A lo largo de dieciséis años, las cinco mujeres, a la que en un principio no les unía nada salvo el dese de aprender francés en el Institut FranÇais de Colonia, había forjado una gran amistad. Habían superado tormentas, golpes del destino y una peregrinación a Lourdes. No siempre era fácil entenderse con sus amigas; ese día en concreto tenía el problema de si llegaría a reunirse con ellas.

Tenemos a cinco amigas (Eva, Estelle, Judith,Caroline y Kiki), ellas tienen la costumbre de quedar todos los martes para salir a cenar. Pero un día la madre de de Eva tiene un accidente y es ingresada en el hospital. En este momento Eva necesita mucho apoyo que recibe de sus cuatro mejores amigas, ya que en todo momento la llaman, le preguntan por su madre y están pendiente de ella y de su bienestar.

Eva no conoce a su padre, y cada vez que pregunta a Regina, su madre, esta evade el tema o directamente lo cambia. Ahora que Eva se ha quedado sola en casa y Regina está internada en el hospital. En este momento, a Eva, se le ocurre aprovechar su soledad para buscar cosas en la buhardilla de su casa de sus abuelos acerca de su padre. Aquí, Eva, va a encontrar una foto de su madre cuando era joven en el castillo de Altenkirchen, donde estuvo trabajando hace años. 

Eva está segura de que la fecha de su concepción cuadra a la perfección con la fecha de esa foto, por lo que decide tener un viaje con sus amigas para conseguir averiguar la verdadera identidad de su padre. Pero... ¿Lo conseguirá?

Eva y sus amigas acuden a un balneario en el que van a empezar un tratamiento detox, donde la autora aprovecha para contarnos más cosas acerca de él y de sus beneficios, ya que es un método para perder peso y multitud de cosas más. Aunque también vamos a encontrar temas como el amor, las relaciones de pareja, los sentimientos, la maternidad y todas esas cosas de las que cinco mujeres pueden hablar en un balneario.

Cuando a las nueve y media se fue a su casa haciendo eses y sin haber conseguido nada, con cuatro copas de Prosecco y un plato de pan y paté de aceitunas en el estómago, Judith descubrió que tenía cuatro mensajes nuevos. No quería saber por qué ninguna de sus amigas había podido ir a Le Jardin. "Así no podemos seguir - escribió -. Vayámonos juntas unos días a alguna parte antes de que el día a día se lo cargue todo".

Bueno ahora os cuento un poquito lo que yo he visto.

Los capítulos son muy breves, por lo que nos va a costar muy poquito leerlos, además de que también son entretenidos y nos enganchan. Por otra parte, está bien, porque es un libro plagado de información acerca de buenas costumbres que a las mujeres pueden ayudarle bastante.

A pesar de que el libro se lee muy rápido hay ciertas cosas que no me convencen, como por ejemplo podemos encontrar algunos capítulos de relleno, e incluso personajes que no terminan de cuadrarme.

Este libro está narrado en tercera persona, lo que nos da cierta libertad para saber la postura de varios personajes, pero a la vez, nos resta mucho acerca de nuestra protagonista, ya que al no ser narrado en primera persona, en ocasiones podemos perder datos.

La trama del libro está currada, y la autora nos ha sabido introducir en ese balneario donde las chicas pasan la mayoría del tiempo. 

Aun así, tengo que decir que este libro no ha despertado muchas cosas en mí, tal vez sea porque estoy más acostumbrada a leer libros de romántica y esas cosas. Aunque estamos ante una historia con mucha chicha, no me ha transmitido nada en especial. En ocasiones es cierto que tanta información me satura, es decir, muchas veces nos explica mucho acerca de algunos métodos, o algunas terapias que siguen estas chicas cuando realmente, estamos interesadas en saber qué está pasando con el padre de Eva.

Es un libro con muchísimo diálogo, lo que hace la lectura más amena, pero en ciertas ocasiones echo en falta las descripciones y la narrativa.

Todo seguía como siempre en la calle Bussardweg. Eva ignoró el teléfono. Sus amigas, que querrían preguntar por su madre, tenían que esperar. Había llegado el momento de poner orden. En el desván y en su vida.

El final... Bueno la verdad que el final no está mal, tenemos a una protagonista muy guerrera que poco a poco va consiguiendo muchas cosas, va encontrando pistas y va acercándose hacia alguien, ahora... ¿será ese alguien la persona adecuada? Bajo mi punto de vista el final si nos sorprende mucho, porque nos pasamos todo el libro buscando a una persona que no sabemos ni quién es, ni dónde se encuentra, ni cómo es físicamente, pero aun así, yo el final para nada lo cambiaría, porque aunque para nada es lo que yo esperaba, nos va a descubrir una grata sorpresa.

Es un buen libro, que yo recomiendo leer, sobre todo a mujeres.

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