Gracias a NOCTURNA, por este ejemplar.
Venecia a principios del siglo XX, dos jugueterías rivales, unas muñecas tan perfectas que parecen de carne y hueso... Nueva edición de la novela de Victoria Álvarez con el texto revisado, nueva cubierta e ilustraciones.
Venecia, 1908. Gian Carlo Montalbano y su hija Silvana instalan su juguetería, La Grotta della Fenice, frente a la antigua y emblemática juguetería de los Corsini. Los juguetes de los Montalbano son la última generación de autómatas que se pueden encontrar en el mercado y sus muñecas son tan perfectas que parecen de carne y hueso.
Mario Corsini, decidido a averiguar los secretos del arte de los Montalbano, se adentra en la juguetería y entabla amistad con la fría e inteligente Silvana. Sin embargo, lo que descubrirá en La Grotta della Fenice sacudirá los cimientos de la sociedad veneciana y la sumirá en una espiral de horror.
Tenía mil ganas de leer ‘Las eternas’ de Victoria Álvarez, una de las primeras novelas de la autora que llegó a ver la luz en 2012. Sin embargo, siempre he pensado que todas las historias tienen su momento y el mío era este, porque la he disfrutado como una enana.
La historia comienza en 1891 cuando una epidemia de cólera en Italia se cobra un gran número de víctimas. Entre ellas se encuentra una niña preciosa cuyo cuerpo desaparece misteriosamente de la morgue y que nadie busca, pues ni siquiera creen a la enfermera que estaba con ella.
Años después conocemos a Mario y Andrea, dos hermanos que regentan el negocio familiar, la emblemática juguetería de los Corsini. El negocio es duro, pero se vuelve insoportable cuando frente a ellos se instala la familia Montalbano con su impresionante juguetería de última generación que parece capaz de cumplir los sueños de todos los niños de Venecia.
Los Montalbano, padre e hija son unos genios y sus creaciones superan las expectativas de todos e impresionan a los niños, quienes no tardan en olvidar la juguetería de los Corsini. Pero Mario no está dispuesto a dejar que unos recién llegados hundan su negocio familiar, así que decide ir a visitarlos.
La visita de Mario lo dejará completamente anonadado, aunque no solo por sus creaciones —entre las que se encuentran muñecas con un realismo que asusta—, sino porque conocerá a la hija de la familia Montalbano, Silvana, una joven tan preciosa como inalcanzable que se convertirá en la protagonista de sus sueños.
¿Me ha gustado? No, me ha fascinado. La pluma de la autora es una auténtica delicia que nos pasea por Venecia y nos hace partícipes de un amor difícil que luchará incansablemente por romper barreras.
Si la ambientación me pareció una gozada, las creaciones de los jugueteros no se quedan atrás. Soy una fanática de las muñecas —sin ir más lejos mi última novela también trata de ellas: Las muñecas Wonsey— y siempre busco ese toque oscuro y tétrico que ofrecen. Victoria Álvarez nos lo da con creces.
Es una novela ideal para Halloween, porque aunque no pertenece al género de terror, cuenta con esas pinceladas que nos pondrán la piel de gallina mientras vamos conociendo la verdad sobre los personajes y sus alcances. También me gustaría señalar que salen niños y, como en toda historia de terror, suelen poner su puntito.
Las eternas se vende como una novela romántica juvenil, pero es mucho más. Sus diálogos están plasmados con total acierto, las descripciones no son nada recargadas y me flipa la capacidad de la autora para hacernos partícipes de la historia y dejarnos pegados a sus páginas.
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