Sabrina está a punto de cumplir 16 años y se debate entre el mundo de la magia de su familia y el mundo real de sus amigos.
Más oscura, más malvada, más satánica. Las escalofriantes aventuras de Sabrina no decepcionan a sus fans en los nuevos episodios que forman su segunda temporada.
Pero, eso no queda ahí. Si la primera temporada me pareció increíble, en la segunda fue un no parar. Episodio tras episodio vemos como la trama se vuelve más y más peligrosa. Las relaciones amorosas, familiares y de amistad no es que pasen a un segundo plano directamente, pero sí que dejan margen a que nos centremos en el enemigo que tenemos delante. Nos dan pie a temerlo y a sorprendernos con el modo en el que transcurren los acontecimientos.
Los personajes se van perfilando más a fondo. Kiernan Shipka vuelve a convertirse en la reina de la trama gracias a su impecable interpretación. Me encanta el modo en el que esta chica nos trae a una Sabrina que mantiene una lucha continua entre el bien y el mal. Sus deseos se van oscureciendo dejando salir su parte tétrica. Pero no solo ella nos deja una atmósfera de este tono, el resto de personajes van encontrando su camino y no temen en lanzar hechizos, provocar maldiciones o matar a quien se interponga en su camino.
Aunque no serán el tema principal, yo también destacaría las relaciones sentimentales, sobre todo las de nuestra bruja de pelo platino. Sabrina ha tenido que dejar ir a su primer amor, algo duro que no hará que los sentimientos desaparezcan de pronto, pero aparecerá alguien que la hará volver a suspirar y juntos nos regalarán momentos increíbles.
La ambientación es algo que se ha superado con creces. Mientras que en la primera temporada nos encontramos seres fantásticos de forma directa, en esta nueva oleada de episodios contamos con un toque más sutil que envuelve a nuestros protagonistas en niebla y tonos grises donde se deja ver que hay algo y a la vez se potencia ese toque de misterio y terror que nos termina enganchando. No olvidemos que la serie está recomendada para mayores de 16 años, por lo que ninguna escena llega a ser del todo macabra.
Aun así, tenemos un problema: Salem sigue sin hablar. Por suerte, la serie ha sido renovada por una tercera y una cuarta temporada, por lo que aún tenemos esperanzas de ver al felino pronunciar sus primeras palabras. Lo que está claro es que Netflix ha encontrado a su heroína y apostará por esta serie que cuenta con un montón de ingredientes que van superándose episodio a episodio. Estoy ansiosa por ver qué nos depara la tercera temporada.
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