Gracias a ROCA, por este ejemplar.
Primera entrega de una impresionante serie de fantasía, perfecta para las lectoras de Sarah J. Maas y Jennifer L. Armentrout.
El mito del rey Midas reinventado.
Esta fascinante serie de fantasía es tan adictiva como inesperada.
Con romance, intriga y peligro, el mundo dorado de Orea te atrapará desde la primera página.
UNA FUGITIVA QUE NO SERÁ SILENCIADA.
Las hadas nos abandonaron este mundo. Y los que tienen el poder gobiernan.
Oro. Suelos de oro, paredes de oro, ropa de oro. En Highbell, en el castillo construido en las montañas heladas, todo está hecho de oro.
Incluso yo. El rey Midas me rescató. Me sacaron de los barrios bajos y me colocaron en un pedestal. Me llaman su favorita. Soy la mujer a la que tocó con oro para mostrarles a todos que le pertenezco. Para mostrar lo poderoso que es. Él me dio protección y yo le di mi corazón.
De repente, mi confianza se rompe. Mi amor es desafiado y me doy cuenta de que todo lo que creía saber sobre Midas podría estar equivocado.
Porque estos barrotes en los que estoy encerrada, por dorados que sean, siguen siendo solo una jaula.
La prisionera de oro, de Raven Kennedy, un retelling del mito del rey Midas con un toque ideal para enganchar a los amantes de la fantasía. Una prisionera hecha de oro que vive en una jaula de oro que está dentro de un palacio de oro… ¿quién puede resistirse? Desde luego yo no y lo peor es que tan solo es el inicio de una saga, porque te aseguro que la historia se queda en el mejor momento.
Pero comencemos hablando de la trama. Auren es la favorita del rey, una joven preciosa a la que el rey Midas rescató y convirtió en oro para hacerla suya. Está completamente enamorada de Midas, confía en él y haría cualquier cosa por complacerlo porque siente que su corazón le pertenece y que él siempre estará ahí para brindarle amor y protección.
Lo que Auren no espera es convertirse en una moneda de cambio. Se siente traicionada y muy dolida. Por primera vez, se verá como lo que realmente es: una de las mujeres con las que Midas se entretiene. Y, también por primera vez, querrá ser mucho más.
La pluma de la autora es una delicia. Es sencilla, ágil y transmite los sentimientos con acierto. La ambientación está creada con mucho esmero, me sentí parte de cada uno de los decorados y una más de la aventura que se narra.
Debo remarcar que no creo que sea una historia para adolescentes, contiene escenas explícitas y violentas. Admito que algunas de ellas me dejaron con muy mal cuerpo.
Los personajes están bien caracterizados, aunque nos centramos casi en exclusiva en Auren. Me hubiese gustado algo más de interacción entre los personajes, la mayor parte del tiempo nos encontramos en la mente de Auren y, aunque la psicología que hay tras ella es increíble, a veces se me hacía un poco repetitiva.
Como digo tenemos una protagonista compleja, con una profundidad importante y un conflicto interno que no la deja actuar tal y como querría. Ama a Midas, pero se siente traicionada; con él se cree protegida, pero a la par encerrada. Eso nos dejará un personaje pausado que se retiene a sí misma, aunque en algunos momentos la veremos brillar y eso que, según lo que se descubre al final, tan solo nos ha mostrado las migajas de su capacidad.
El gran pero de la novela es su ritmo. Contamos con un inicio y un final súper potentes, pero el transcurso intermedio es como entrar en un túnel cuya luz final se ve muy lejos. Me hubiese encantado contar con una Auren más activa y menos reflexiva, aunque supongo que en los próximos libros voy a flipar porque el final me dejó con la boca abierta.
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