José Antonio Roldán nos cuenta cómo nació ‘Tras la huella del misterio’

Las preguntas vitales guían nuestro caminar a lo largo y ancho de nuestra existencia. Negar que estamos rodeados de misterios por descubrir es algo así como negarse a uno mismo. Decir que algo no puede existir, afirmar que no existe, no es sinónimo que no lo haga realmente. Aunque estemos en pleno siglo XXI nos seguimos creyendo el ombligo del mundo, del universo y no comprendemos, o al menos aún no lo hacemos, que somos una parte más, una ínfima parte más, de la creación. Una creación que aún al día de hoy no sabemos su origen ni mano ejecutora, de haberla. En otra ocasión, si os parece, entraremos en esa y otras cuestiones, pero hoy me gustaría profundizar sobre el ser humano en particular y sobre todo en su relación con aquellos fenómenos que todavía no han sido explicados.

“Tras la huella del misterio” nace precisamente de esa necesidad de encontrar respuestas a los enigmas que nos rodean. No es un ensayo al uso y eso hay que tenerlo muy en cuenta al afrontar su lectura. Sus hojas están repletas de encuentros con personas que comparten conmigo, y por ende con el lector, experiencias muy íntimas que podemos enmarcar dentro de lo insólito, lo paranormal, ovni y extraordinario. Como para mí no existen compartimentos estancos en los fenómenos inexplicables sencillamente expongo lo que me cuentan, lo que veo, lo que compruebo, etc sin más. Me convierto en notario de la realidad. No le añado aditivos, conservantes ni colorantes. Las dosis de miedo, penumbra e inquietud que puedas hallar en el texto es la que se desprende de la propia experiencia contada. Una realidad vivida por esa persona que en un momento en concreto, en un lugar exacto de España, ha confiado en mí para revivir aquello que marcó su vida, para bien o para mal, pero que en definitiva supuso un punto de inflexión en su cotidianidad. Un hecho, o varios, que trastocaron su forma de ver el mundo y el universo, su relación con los demás y su situación personal en el aquí y en el ahora. No estamos ante frivolidades ni banalidades. Nunca expongo a los testigos a la burla o al escarnio, porque ellos son el eje principal de mi vida, de mi búsqueda personal.

Compartir unos minutos, en la mayoría de casos...muchos minutos, horas, días, con alguien que te comenta que vio el fantasma de su abuelo, una luz en el cielo que le paralizó por completo, que escuchó unos lamentos que le helaron la sangre...ese es el combustible que corre por mis venas y que hace que mi corazón lata a mil cada vez que estoy en un enclave con historia anómala impregnada en sus parades y alguna persona me señala, entre recuerdos y nervios, en lugar exacto donde estaba aquel ser vaporoso que le miró fíjamente y que se esfumó sin más, ante sus ojos, dejando dudas difíciles de despejar. Y es ahí cuando entro yo en escena. A esa altura del guión es cuando entro yo definitivamente en escena para recabar información, llenando hojas de datos, decenas de mp3 con testimonios de lo acontecido, en un intento por hallar pruebas que puedan descartar todo aquello que ya está explicado. Todo lo conocido, lo natural y racional debe ser tachado de la imaginaría lista que debe llevar en mente todo buscador para llegar a pensar que está ante un hecho insólito e inexplicable y siempre teniendo en cuenta que alguien puede llegar y dar

con aquel dato que a ti se te ha pasado por algo y encajar de forma sublime la última pieza que faltaba en el puzle de aquella historia.

Al leer mi obra debes despojarte de todos los prejuicios que hay prefabricados sobre los temas de misterio. Precisamente es lo que yo hago al estudiar cada caso. Mi forma de pensar, mis creencias, todo aquello que puede “contaminar” las pruebas las debo apartar a un lado y siempre intentar ser lo más aséptico y neutral posible. Parece sencillo, pero no lo es. Los conocimientos adquiridos, las costumbres, etc pueden hacernos ver cosas donde no las hay o errar nuestras conclusiones. Por eso te pido que tú también aparques todo lo que se dice, casi siempre equivocado, sobre estas temáticas, para ver simplemente lo que hay y luego dejar actuar al sentido crítico que todos llevamos dentro para, una vez digerido lo leído, llegar a unas conclusiones lo más imparciales posibles.

Por todo esto que he comentado, y mucho más, me gustaría contar con tu compañía en el camino de la búsqueda de respuestas. Así que si aceptas mi invitación ya puedes coger tu mochila, llenarla de sentido crítico, infinita paciencia y ganas de saber. Y si logras dejar un hueco en esa mochila para llevar mi libro, Tras la huella del misterio, me sentiré el hombre más afortunado del universo...

Atentamente

José Antonio Roldán

P.D: Gracias al apoyo de las personas que componen “Entre Metáforas”. Cuando te encuentras con personas así uno es consciente que la humanidad todavía tiene esperanzas de futuro, porque solo el apoyo entre los seres humanos puede hacernos seguir hacia adelante. Siempre unión. Siempre compartir.