Gracias a Oz editorial, por este ejemplar.
¿Qué sucede después de que Cenicienta consiga a su príncipe azul?
El final de una historia es a menudo el comienzo de otra. La estrella de Hollywood Brian Oliver y su princesa, Ellamara Rodríguez, han encontrado por fin el amor fuera del mundo virtual. Pero, tras dejar atrás el anonimato, la joven pareja se enfrenta a una nueva serie de problemas.
El estrés, los seguidores enloquecidos y la presión de la fama de Brian harán mella en la relación, y los dos jóvenes dudarán si son capaces de disfrutar de su flamante historia de amor… ¿Podrán Brian y Ella hacer frente a los obstáculos que encuentren en su camino y vivir el «felices para siempre» con el que sueñan?
Felices para siempre ha llegado a mis manos en un momento en el que necesitaba desesperadamente coger un libro que pudiese devorar en un solo día, y así fue. Cuando leí la primera parte de esta bilogía se despertaron un millón de sentimientos en mi interior que me hicieron adorar a sus protagonistas. Esta nueva entrega profundiza más si cabe en los sentimientos y los miedos que debe afrontar nuestra protagonista y termina convirtiéndose en una lectura muy especial.
Antes de nada, me gustaría advertiros que a partir de aquí podrían aparecer spoilers de la primera entrega, por lo que antes de que sigáis con esta reseña os dejo el enlace de la anterior para que vayáis haciendo boca: Cinder y Ella.
La historia comienza mostrándonos los obstáculos a los que Brian Oliver y Ella tendrán que enfrentarse para poder vivir en paz. Estos obstáculos no dejarán de multiplicarse y cuanto más se empeñen en estar juntos más duros parecerán volverse, hasta que llegue el punto de inflexión en la vida de Ella donde deberá decidir a quién quiere cerca de su vida y a quién no.
Una historia preciosa de superación y aceptación personal donde lo importante no es como te ven los demás, sino como te ves tú. Aceptarse uno mismo es el primer paso a la felicidad.
“—Sí, pero…
—Pero nada. Deja de cohibirte Me considero el hombre más afortunado del mundo por haber encontrado a una mujer que me quiere a mí y no a la estrella de cine. No voy a estropear algo tan especial presionándote a hacer cosas para las que no estás preparada todavía. Te lo prometo.”
Recordemos que tras un trágico accidente nuestra protagonista perdía a su madre y acababa con graves lesiones por todo el cuerpo que la dejan marcada para siempre.
En esta segunda parte, Ella ha encontrado el amor. Como si de un cuento de hadas se tratase, el príncipe está dispuesto a protegerla frente a cualquier cosa y jura amarla de por vida.
No digo que nos encontremos frente a un cuento, pues la historia realmente es un drama de cuidado. La joven está realmente rota tanto física como mentalmente y le cuesta aceptar la segunda oportunidad que le está dando la vida, pues no consigue encontrarse bien en su propia piel.
Vivir las emociones que siente Ella a cada segundo resulta desgarrador en algunas ocasiones, aunque su valentía y carisma siempre brotan al exterior como una preciosa flor que nos deja ver la maravilla de personaje que estamos conociendo.
Por otro lado, Brian Oliver es un personaje que, pese a no estar viviendo la misma situación que su chica, lo que siente por ella le hace sufrir cada una de las malas jugadas que les depara el destino. Un joven guapo, carismático y rico que siempre ha tenido lo que ha querido se encuentra enamorado de una chica que requiere de mucha paciencia y espacio. Sin embargo, aprueba con nota cada una de las situaciones. Os aseguro que es completamente adorable y muy divertido.
Pese a que esta novela cuenta con una buena carga emocional, muchos momentos divertidos y un ritmo estable, me gustó más su primera entrega. Quizás por novedad, por el modo en el que se planteó la historia o por la sorpresa que esperaba a los personajes en el momento de su primer encuentro, el caso es que sentí más magia. En esta segunda parte tenemos la historia más centrada en la aceptación de sí misma que tiene que hacer Ella y el infinito apoyo que siempre encuentra en su chico.
La pluma de Kelly Oram vuelve a presentarse adictiva y muy ligera. La forma en la que construye los personajes es tan realista que viviremos las situaciones con ellos como si estuviésemos dentro de las páginas. Como ya dije, el ritmo es muy rápido ya que no dejan de suceder cosas y eso hace que el libro vuele en nuestras manos. Leería mil y una historias de esta pareja, aunque admito que tal y como ha quedado cuenta con un final perfecto.
“—Si pudiera darte toda mi confianza y dejar que amaras mis imperfecciones por mí, puede que finalmente sea capaz de ver que no son tan malas.”
En conclusión, Felices para siempre nos sumerge en una segunda entrega con doble dosis de drama y amor donde los sentimientos estarán a flor de piel. Sufriremos, reiremos y lloraremos de la mano de unos personajes que, sin duda, se han ganado un hueco en mi corazón.
Kelly Oram escribió su primera novela a los quince años, un fan fiction sobre su grupo musical favorito, los Backstreet Boys, y aunque sus amigos y familiares se divirtieron mucho con ella, a los pocos años Kelly realizó su sueño de convertirse en escritora. Le apasiona leer, hablar demasiado y le encanta tomar una cucharada de glaseado. Vive en las afueras de Phoenix, Arizona, con su esposo, cuatro hijos y su gato, el Sr. Darcy.
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