El concurso Indie de Amazon de este año tiene un nivel alucinante. Entre todas las propuestas presentadas, se encuentra Chapter, una novela que se cuela en el género thriller dispuesta a ganarse su lugar.
Hace unos días subí la reseña a la web. Todo lo que pude deciros eran buenas palabras, pero es que realmente me sorprendió. Su ritmo es frenético, la inteligencia de los protagonistas me eclipsó y la lucha interna que mantienen para salir de allí con vida no te permitirá separarte del libro ni un solo segundo. Bueno, esa fue mi impresión, pero en esta ocasión os traemos las palabras de la propia autora en una carta que va dirigida a todo amante de la lectura donde nos presentará la historia, los personajes que la inundan y este famoso juego que cada día se va asentando más en España, las famosas Escape Room.
Os aconsejaría que le dieses una oportunidad, os prometo que no os defraudará.
Aquí os dejamos las maravillosas palabras que Estefanía ha regalado a Entre Metáforas.
¡Hola! En primer lugar, como siempre, gracias por cederme un pequeño espacio en el que poder hablar un poquito de mi última publicación, siempre es un placer.
CHAPTER ha supuesto un verdadero cambio en mi vida, a muchos niveles. Con esta novela me he desmarcado completamente de mi género y lo he hecho con cientos de sentimientos y emociones contradictorias al mismo tiempo. Por una parte he sentido la emoción de volver a arriesgarme, como si lo hiciera de cero, dispuesta a llegar a un nuevo público que hasta ahora, no conocía de mi existencia. Por otro lado, ese cambio tan brusco también me ha provocado un miedo hasta ahora desconocido pues, en ocasiones, los cambios pueden no obtener los resultados que quizá, esperabas en un primer momento.
Por suerte, este no ha sido el caso. Al contrario. Con Chapter me he sentido arropada desde que anuncié su publicación. Cientos son los lectores que, tras un mes desde su puesta a la venta, se han adentrado en este thriller urbano inspirado en el mundo de los juegos de escape y que, tras muchas páginas de tensión y juegos en los que se confunden realidad y ficción, han logrado escapar con éxito y una entusiasta sonrisa.
La historia de Chapter surgió hace más de un año, como un proyecto anexo a la creación de la sala de escape de la que soy propietaria en Barcelona, junto a mi marido (y socio). Han sido muchos meses de darle vueltas, de hilar pruebas, de unirlas a la historia de los protagonistas, de generar tensión… Muchos meses en los que día tras día, he disfrutado de una historia, de un juego en el que a mí misma me gustaría verme inmersa.
Creo que una parte del éxito que está cosechando esta novela y que no deja de sorprenderme se debe a la humanidad de sus protagonistas. En Chapter no encontraremos arquetipos o clichés habituales que convierten a los personajes en perfectos. Al contrario, los cuatro protagonistas, cuatro amigos de entre veintitrés y veinticuatro años son cuatro chicos corrientes, con sus virtudes y sus defectos, que comparten una afición en común en su tiempo libre: los juegos de escape. De hecho, me atrevería a decir que Max es el más real de todos, de ahí la facilidad con la que despierta la empatía de los lectores. Se equivoca, es visceral, humano e imprevisible. Como podríamos llegar a serlo cualquiera de nosotros en un momento dado.
En definitiva, esta es una historia totalmente distinta. Un juego creado para confundir, en el que realidad y ficción confluyen hasta lograr que el lector sospeche de todos los personajes, incluso de él mismo.
Como siempre, quiero agradecer a “Entre metáforas” el haberme concedido este pequeño espacio para hablar de Chapter.
¡Un fuerte abrazo!
Solo es un juego… Solo es un juego. Solo es un juego, repite. Y, sin embargo, cuando busca las similitudes, Max se da cuenta de que han pasado los sesenta minutos, no hay ni rastro de una deducción lógica, ni tampoco un botón del pánico. Y esas eran las tres reglas más importantes… hasta ahora. Max, Salva, Amaya y Julio forman uno de los tres grupos de escapistas más experimentados de la ciudad, cuyo éxito les precede cada vez que visitan una nueva sala de escape. Sin embargo, están tan acostumbrados a seguir unas premisas básicas, en la mayoría de casos idénticas, que cuando se presenta ante ellos una oportunidad de traspasarlas, todo lo que creían dominar hasta el momento adquiere de repente una nueva dimensión. Dos monedas; dos únicas monedas suponen la diferencia entre jugar o pasar, entre correr o frenar, entre pensar o actuar e, incluso… entre vivir o morir. Las salas están cambiando, los juegos son cada vez más reales, más vivos, y la tecnología de las pruebas mucho más avanzada y excitante. ¿En qué momento se confunden realidad y ficción?
¿Conocéis alguna de las historias de Estefania Yepes? ¿Te atreves a sumergirte en las páginas de Chapter?
Avisamos desde aquí a todos los autores que quieran publicar sus cartas en Entre Metáforas, que nos envíen un e-mail a duna86ms@gmail.com
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