Crítica de cine: 300

Opinión personal

De vez en cuando es bueno volver la vista atrás y reencontrarte con viejas películas que en un momento recuerdas que te gustaron. No estaba segura de porqué, solo me quedaba una sensación, así que volví a reunirme con ella. Y efectivamente he refrescado todos y cada uno de los motivos y aquí os los traigo para que si aún no la habéis visto, os animéis; y si ya la visteis y os gustó, volváis a disfrutarla.

La película es una adaptación del cómic de Frank Miller, autor también de comics como Sin City. En ella se trata la batalla de las Termópilas en el año 480 a.C.  El rey persa, Jerjes, tenía como objetivo la conquista de toda Grecia, por lo que manda un mensajero dando un ultimátum a la ciudad de Esparta. El rey Leónidas, a pesar de las recomendaciones decide defender su territorio y acude a la guerra con 300 de sus hombres para enfrentarse al ejército persa, los que le superan por bastante en número.

Esta adaptación tanto de la historia como del cómic de Frank Miller solamente tiene una palabra que le encaje perfectamente: Épica. Es una historia que se enfoca en la fuerza de estar unidos, de trabajar juntos y defendernos de las injusticias. El no rendirse y seguir adelante a pesar de todo se encuentra también muy presente en el relato. Leónidas es un rey entregado que dirige a sus hombres adiestrados como soldados a una guerra en la que se encuentran en clara desventaja, pero tienen fuerza y compañerismo, y a veces eso cuenta muchísimo más.

La película en cuanto a su fotografía parece enteramente un cómic. Es una de las fotografías más irreales y curiosas que he podido apreciar, y es que la saturación y el contraste hacen que los límites de las figuran estén mucho más marcados y parezca que lo que estamos viendo es un dibujo. Me parece una opción muy acertada, pues el tratamiento que se le da es una de los puntos más curiosos de la película. Y ya no solo hablamos de la fotografía, el ritmo de la película, los golpes, las batallas, están tratadas como si de una película de DC se tratase. Los 300 espartanos son convertidos en auténticos superhéroes, no pueden volar, pero si en un momento dado lo hicieran, no resultaría del todo extraño. Puede parecer en ocasiones que resulta fuera de lugar, pero hemos de tener en cuenta que se trata de una adaptación del cómic de Frank Miller, no de una recreación “real” de la batalla de las Termópilas, ya que esto no podría ser en ningún caso, no se encuentra ni cerca. Esto ya va en cuestión de gustos.

Encontramos también elementos fantásticos, sobre todo en la batalla final en la que podemos disfrutar de seres parecidos a Orcos y bailarines que parecen sacados de una secta satánica. Todo esto le añade un cariz original a la historia.

En conclusión, esta es una película de la que disfrutar como cuando acudes al cine a ver la última de Superman. Vas a ver algo original, algo distinto, pero a la vez sencillo. Es una película con mucha fuerza y mucha acción. Recomendada. 

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