Gracias a PLANETA, por este ejemplar.
«Siento que estoy a punto de llegar al límite. Si intentar graduarme en una escuela para seres sobrenaturales ya era suficientemente estresante, ahora resulta que el estado de mi relación ha pasado de ser complicado a ser un imposible… Y por si no fuera suficiente Bloodletter ha decidido lanzarnos una bomba de proporciones épicas a todos...
Pero bueno, si lo piensas, ¿cuándo algo en Katmere Academy ha sido normal?
No dejan de suceder cosas: Jaxon se ha vuelto más frío que un invierno de Alaska. El Círculo no está preparado para mi próxima coronación y, como si las cosas no pudieran empeorar, ahora hay una orden de arresto por los supuestos delitos que cometimos Hudson y yo, lo que implica una sentencia de prisión de por vida con una maldición mortal e inquebrantable.
Habrá que tomar decisiones... y me temo que no todos sobrevivirán.»
Cuando comencé esta saga con Anhelo no esperaba que se fuese a convertir en uno de mis mayores vicios literarios. La segunda entrega de la saga Crave, Furia, dio una vuelta brutal a los personajes y un giro inesperado a la historia que me dejó completamente enganchada. Y es que los vampiros vuelven a estar de moda, sobre todo cuando nos llevan a un internado oscuro y alejado de la mano de Dios donde viven acompañados de otro montón de seres sobrenaturales.
«Quería a mis padres, y los asesinaron.
Quería a Jaxon, y lo apartaron de mí.
Si quiero a Hudson… si me permito quererlo… ¿qué me pasará si lo pierdo? ¿Qué me pasará si este nuevo mundo en el que me encuentro no me deja tenerlo?»
Hoy vengo a hablaros de Ansia, la tercera entrega de la saga. En este libro se expande más el universo que ha creado la autora, se indaga todavía más en los puntos que eclipsaron a los lectores en su segunda entrega y se muestra como siguen evolucionando los personajes.
Os recomiendo que no continuéis leyendo si no habéis leído las dos entregas anteriores para evitar spoilers.
La historia comienza con la confusión monumental que tiene Grace tras haber superado el reto imposible que le impuso el rey vampiro, haber sobrevivido a su mordedura y a la ruptura de su vínculo con Jaxon. Conforme se va acercando a Hudson y va aceptando que el vínculo que tiene con él es más fuerte que la razón, Jaxon comienza a volverse frío, distante… peligroso. De repente, vuelve a convertirse en ese alumno que infunde temor allá por donde pisa. Ese alumno que es incapaz de abrirse a los demás.
Por otro lado, Hudson no debe salir del instituto si no quiere acabar en prisión, pues hay una sentencia en su contra por los delitos que cometió y que lo llevaría directamente a una prisión de la que es casi imposible escapar. Está preocupado por su hermano, aunque su relación está demasiado deteriorada y el hecho de que Grace esté por medio no ayuda en nada.
«La guerra se avecina. El mundo en el que vivimos cambia tan incesantemente como las estaciones por las que marcamos nuestras vidas. Pero aquí y ahora, rodeada de la gente a la que más quiero del mundo, por fin entiendo lo que significa gobernar con compasión. Con dignidad. Con amor».
Hudson y Grace buscarán información sobre los vínculos, necesitan saber qué es lo que le está sucediendo a Jaxson y así poderlo ayudar. Pero el inicio de esa búsqueda de respuestas abrirá un camino oscuro y peligroso que los llevaría a su única opción de frenar los maquiavélicos planes del rey vampiro. ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar por librar al mundo sobrenatural de su control? ¿Conseguirán Hudson y Grace controlar sus impulsos o se rendirán ante lo que sienten?
La novela es extensa, casi alcanza las 900 páginas, pero se lee con una velocidad pasmosa. La irónica caracterización de los personajes, la gran cantidad de diálogos y el que no dejen de ocurrir cosas me dejó pegada a sus páginas sin darme tregua. La autora sabe lo que se hace, es consciente de lo que queremos y nos lo va dando en pequeñas dosis. Nos hace saborear cada página y no dejará de sorprendernos incluso con los acontecimientos que ya esperamos. ¡Es increíble!
Los personajes siguen siendo el punto clave. Grace tiene una fortaleza enorme y un corazón todavía más grande. El cambio de Jaxon es demasiado desgarrador y rompe los esquemas de la historia a todo nivel. Y la otra parte del triángulo amoroso la protagoniza Hudson, mi favorito sin lugar a dudas. Adoro su carisma, su ironía, su forma de querer a los suyos y de apostarlo todo con tal de protegerlos, incluida su vida.
El ritmo es algo más pausado que en el libro anterior, pero eso nos permite profundizar en los personajes y conocer el mundo y sus maravillosos rincones. No hace falta contar con tantas escenas de acción para disfrutar como una enana de la historia. Además las descripciones cuentan con el toque justo para situarnos en escena sin agobiarnos.
«Porque yo también sería capaz de hacer arder el mundo entero por él, si tuviera que hacerlo».
La verdad es que las páginas vuelan entre nuestros dedos mientras descubrimos las nuevas ciudades y los nuevos personajes que se unen a la historia descubriendo los senderos que marcarán el camino de la próxima entrega, que no es por nada, pero ¡vaya final! Aunque no debemos confiarnos, la autora tiene un don para cambiar las tuercas en un suspiro y dejarnos con la boca abierta.
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