Tráiler:

Opinión personal:

¿Qué harías si un día murieses y regresaras a la vida, pero no a TU vida? En esa tesitura nos encontramos a Andrés Vargas, interpretado por Javier Gutiérrez y Roberto Álamo, un hombre cuya vida dará un giro tan radical que nos dejará a todos pegados a la pantalla.

La historia nos cuenta como el protagonista muere a manos de un asesino en serie, al que llevan tiempo intentando atrapar, y cuando llega a la pasarela (punto intermedio entre la tierra y el más allá) le informan de que no debería estar muerto y por consiguiente lo envían de nuevo a la tierra. El problema es que el tiempo corre de forma diferente en estos dos espacios y cuando Andrés vuelve lo tiene que hacer en otro cuerpo, pues el suyo lleva enterrado cinco años.

Con una nueva identidad, solo y sin comprender lo que está ocurriendo deberá lidiar con la cercanía de su familia sin poder decirles quién es realmente. Además, a esta enorme carga de emociones debemos sumarle una trama oscura que se tejerá alrededor del personaje de forma exquisita y un toque de humor que nos robará más de una carcajada. Por lo que tendremos, posiblemente, una de las mejores ficciones actuales de la pequeña pantalla.

La producción de TVE y Globomedia destaca por su capacidad para mezclar géneros, pues podríamos encontrarnos frente a una historia sin sentido que hiciese aguas por todas partes debido a su variedad tan extensa. Admito que me costó bastante ponerme con ella y no me decidí hasta que una amiga prácticamente me obligó, aunque solo hizo falta un capítulo para atraparme. Quién iba a imaginar que una serie podría mezclar el drama, el humor y la dosis paranormal de una forma tan espectacular. Definitivamente, yo me quito el sombrero.

Aunque la historia es muy buena y sabe darle al espectador lo que quiere, gran parte del éxito que está cosechando se debe al lujoso reparto que da vida a cada uno de los personajes de los que irremediablemente te terminas encariñando:

Alejo Sauras me enamoró en otras series y llevaba tiempo queriendo verlo de nuevo, pues bien, aquí se supera. Ese toque de inocencia e inteligencia nos robará el corazón desde el primer segundo que se le ve en pantalla.

Anna Castillo está pisando fuerte en el panorama actoral español. Es pura vitalidad y realismo. Te la crees, cada uno de los diálogos de esta chica nos entra por los cinco sentidos con una facilidad pasmosa.

Y no podemos olvidarnos de Javier Gutiérrez, quien manejará la emoción y el humor de forma soberbia. Un actor de gran magnitud que tiene el reto de mostrar su amplio repertorio en un personaje complejo que adapta a sí mismo como si fuese una segunda piel.

También contamos con otros grandísimos como Cristina Plazas, Fele Martínez… En definitiva: un elenco que es una auténtica gozada.

El creador Daniel Écija, (responsable de series como Médico de Familia, Los Serrano o Los Hombres de Paco entre muchas otras) confesaba que tenía un producto curioso y original que mostraba diferentes estilos que podría funcionar, y vaya si lo ha hecho. Cuenta con un repertorio de personajes con los que cualquier miembro de la familia puede sentirse identificado, algo que suma puntos.

Destacaría las relaciones que se van mostrando en la pantalla como el punto fuerte. El amor y la amistad pueden posicionarse como los verdaderos protagonistas pues ¿hasta dónde llegarías por aquellos a los que amas? Os aseguro que los límites son insospechados y en esta serie no dejaremos de sorprendernos.

La música, la fotografía… Cada detalle está pensado para hacernos disfrutar y sentir lo que los protagonistas están viviendo. Tengo entendido que no contaba con un alto presupuesto, pero está claro que han sabido exprimirlo al máximo para dar y regalarnos lo mejor de sí.

Actualmente, la serie ha finalizado su segunda temporada. Una nueva serie de capítulos en los que el género terrorífico se gana un hueco y donde nos encontraremos con varios momentos contrarreloj que nos harán comernos las uñas. Es cierto que perdemos un poco de protagonismo en algunos personajes o tramas que no han sabido llevarse al 100%, pero los productores prometen retomar esos puntos en su “posible” tercera temporada. ¿Cuánto nos harán sufrir hasta que la confirmen?

En conclusión, Estoy vivo ha sido una apuesta arriesgada que podría haberse convertido en un desastre y que, por suerte, ha sido un auténtico bombazo que me ha dejado atrapada frente al televisor. Con un maravilloso elenco y una soberbia mezcla de géneros disfruté como una enana de esa segunda y “cruel” segunda oportunidad que tiene Andrés Vargas para regresar a la vida.

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