Winchester – Crítica de cine

Opinión personal:

Un paseo por la casa que construyeron los espíritus en una película entretenida que brilla en la ambientación y flaquea en la trama.

Llevaba tiempo empapándome de la atrayente historia que engloba a la Winchester Mystery House. Por si no la conocéis, esta increíble mansión se sitúa en San Jose, California, y perteneció a Sarah Winchester, la viuda del inventor del famoso rifle que lleva el mismo nombre y por el cual murieron muchísimas personas en la década de los años 60.

Multimillonaria y desconsolada tras la muerte de su marido, Shara busca explicación a su desgracia en el mundo paranormal, allí le aseguraron que estaba maldita, por su fortuna se había labrado a base de sangre y los espíritus de todas esas vidas masacradas la perseguirían por el resto de su vida. Por ello, Shara adquirió una pequeña granja que comenzó a construir y construir basándose en las órdenes que los espíritus le daban, pues solo así la dejarían tranquila. De este modo, la casa jamás dejó de construirse mientras la mujer siguió con vida. Creó decenas de falsas puertas y ventanas o escaleras que no llevaban a ninguna parte, necesitaba sentirse salvo y creía que solo lo lograría si conseguía engañarlos.

Tras este breve resumen sobre esta verídica historia en la que se basa la película, estoy convencida de que han aumentado tus ganas de saber más, por eso me da rabia que la película no haya explotado todo su potencial. Los hermanos Spiering fueron los encargados de la dirección del film y contaban con una historia muy buena para asentar los cimientos, sin embargo, no consiguieron dar en el clavo pues, aunque los noventa minutos son entretenidos, no muestra nada novedoso y nos deja una secuencia de clichés con algún que otro susto que el espectador puede predecir a leguas.

Las interpretaciones de Helen Mirren y Jason Clarke son correctas. Presentan a unos personajes que provocan curiosidad y eso no hace otra cosa que aumentar las expectativas del film que lamentablemente menguan con el paso de las secuencias. No obstante, la ambientación es una gozada. Ver los dormitorios, las escaleras sin salida, la interminable construcción… me resultó de lo más fascinante.

Es una pena que la dirección del film apostase por el típico terror, del que estamos cansados, y dejase pasar la oportunidad de sumergirse en la mente de Sarah Winchester dejándonos esa incógnita de si era real lo que sentía y los espíritus realmente la acechaban o solo se trataba de una mujer llena de remordimientos y dolor que había terminado por perder la cabeza.

‘Winchester’ termina dejándonos una película entretenida que atrapa al espectador por la gran historia que lleva a sus espaldas, una pena que finalmente veamos como el fuelle se va perdiendo y la magia de lo que esperábamos termine convirtiéndose en un cúmulo de sustos prefabricados y clichés de los que ya estamos algo cansados. Eso sí, la verdadera protagonista es la casa y ahí sí que no hay fallo.

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