Gracias a Nocturna por este ejemplar.
«Tengo la cabeza llena de fantasmas y estoy intentando expulsarlos».
La apacible vida de los Barrett da un giro cuando su hija Marjorie, de catorce años, empieza a mostrar síntomas horribles de esquizofrenia que los médicos no consiguen mitigar. Muy pronto, la situación ha empeorado tanto que su descenso a la locura parece imparable.
Desesperado, el padre pide ayuda a un cura para practicar un exorcismo. Y es entonces cuando se produce una vuelta de tuerca: debido a sus problemas económicos, acepta la oferta de una productora de reality shows para grabarlo todo.
Quince años después, una escritora entrevista a la hermana pequeña de Marjorie. A medida que ella rememora la tragedia, va desgranándose una impactante historia que plantea interrogantes sobre la memoria y la realidad, los medios de comunicación, el poder de la ciencia y la religión, y la naturaleza misma del mal.
Hacía mucho tiempo que no me dejaba llevar por una sinopsis, como bien sabéis los que soléis leerme, tengo la costumbre de dejarme sorprender y guiarme por las impresiones que me provoca una portada. Con esta novela, Una cabeza llena de fantasmas, me decidí a leerla y directamente supe que tenía que sumergirme entre sus páginas.
Soy una gran amante del género del terror. Me encanta ir al cine y quedarme en la butaca a la espera de un buen susto o una historia que me saque de la realidad del día a día. Sin embargo, por un motivo u otro apenas he tenido oportunidad de leer una buena novela de terror y cuando vi está en el catálogo de la editorial se me abrieron los ojos de par en par.
Su autor, Paul Tremblay, nos paseará por las páginas con maestría y con conciencia, pues lo más asombroso de esta historia es que casi en su mayoría está narrada por una niña de ocho años que apenas comprende lo que sucede a su alrededor, pero que es capaz de poner los pelos de punta al lector con sus descripciones y el modo en el que asume su situación familiar. Os prometo que, de haber podido, en más de una ocasión hubiese entrado dentro del libro para sacar a la pequeña Merry de ahí.
“Tengo la cabeza llena de fantasmas y estoy intentando expulsarlos.”
La historia comienza unos años después de que surgiese la trama principal. Merry es adulta y ofrecerá una entrevista sobre los hechos que ocurrieron en su pasado. Una entrevista que la llevará a cuando tan sólo era una niña que luchaba por comprender lo que estaba ocurriendo en su familia. Una entrevista que terminará despejando incógnitas.
La novela, se narra en su mayoría en esa época donde la pequeña ve como su hermana mayor, Marjorie, comienza a sumirse en una locura que no permite diferenciar si es a causa de una enfermedad o de una fuerza oscura que se está apoderando de ella. Aquí comienza el dilema que se diferencia en varias películas como El exorcista o El exorcismo de Emily Rose donde la razón se enfrenta a la fe.
Tras visitar a varios médicos y comprobar que el estado de Marjorie cada vez va a peor, su padre acude a la iglesia en busca de un exorcismo que pueda salvar a su hija. A la vez, la delicada situación económica que atraviesa la familia los llevará a aceptar un trato con una cadena televisiva que convertirá su desgracia en un reality show. Nadie, en su sano juicio, podría opinar que esta decisión fuese la más acertada, pues aprovecharse del estado de una niña de catorce años para salir de un apuro económico me parece lamentable. Pero si encima los que se aprovechan son los padres de la niña afectada… no tengo palabras para describirlo.
Desde su primer capituló quedé completamente enganchada. La ambientación te envuelve en una esfera de misterio donde temes que se abra cualquier puerta de la casa. Por otro lado, la situación te contagia de su desesperación y su miedo haciendo que vivas las escenas en primera persona como si tuvieses a los personajes delante.
“—Mi Marjorie… —comienzo a hablar, pero me interrumpo enseguida porque no sé cómo explicarle que mi hermana mayor no ha envejecido ni un ápice en más de quince años y que nunca hubo un antes de que ocurriera todo lo que ocurrió."
Creo que tener a una misma protagonista narrando los hechos cuando ocurrieron y años después nos deja un margen importante para que podamos ver su evolución y el modo en el que ha ido asimilando lo que ocurrió, algo nada fácil para una niña tan pequeña. Es sorprendente la forma en la que se expresa y el modo en el que cuenta cómo vivió ella esa situación. Sin apenas darnos cuenta, nos uniremos a ella para intentar rellenar sus lagunas.
También nos encontramos con otra voz súper peculiar capaz de rompernos, en unos cuantos episodios, todos los esquemas: Karen. Este personaje nos habla a través de un blog donde se dedicará a dar sentido a la locura ocurrida hace años con la familia Barret. No se cortará un pelo para decir lo que piensa y lo argumentará de principio a fin. Algunas páginas de este personaje me resultaron un poco pesadas y lentas de leer, quizás era porque estaba ansiosa de volver a la Merry niña y vivir lo que ocurrió en esa casa, o quizás era porque su argumentación de los hechos en ocasiones se extendía demasiado. Sin embargo, en este blog se hace mención a decenas de películas de terror y a algunas escenas que he visto un montón de veces y eso, sin lugar a dudas, me hacía conectar con ella.
Me atrevería a decir que no nos encontramos frente a una novela terrorífica. A medida que pasamos las páginas seremos más conscientes de ello y puede que eso decepcione a algunos lectores. En mi caso, quede fascinada. Ver como la angustia y el temor arrasan con esa familia puede llegar a ser desolador.
La prosa de Paul Tremblay es sencilla y directa. Sin que te des cuenta, terminará envolviéndote en una trama que no podrás soltar hasta que alcances el final. Un final que dará un giro de tuerca impresionante y que te hará admirar todavía más su capacidad. Lo que más destacaría es haber vivido la trama a través de los ojos de esta niña. Merry es adorable, directa y curiosa y gracias a esas cualidades podremos comprender la situación por la que está pasando esta familia. Sin embargo, como punto negativo diría que en alguna ocasión está niña protagonizará unos diálogos demasiado maduros para su edad.
“Todo se vuelve un poco borroso después de lo del sótano”.
En conclusión, Una cabeza llena de fantasmas nos sumerge en una historia capaz de atraparnos de principio a fin. Vista, en su mayoría, bajo el punto de vista de una niña de ocho años que verá como su hermana enloquece más día a día sin remedio alguno aparente. Vivirá la angustia de unos padres que no saben si lo que le ocurre a su hija es fruto de una enfermedad o una posesión demoniaca y que terminarán convirtiendo su desgracia en un programa televisivo para poder salir de un grave problema económico. Adictiva, fascinante y capaz de ponerte los pelos de punta. Una novela pensada para todos los amantes del género y para aquellos que busquen una historia con tintes terroríficos, pero que no abuse de ellos.
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Paul Tremblay nació en Aurora, Colorado, en 1971 y se crio en Massachusetts. Tras licenciarse y hacer un máster de Matemáticas en la Universidad de Vermont, se dedicó a dar clases en un instituto de Boston y publicó varios libros. En 2015 escribió sobre un exorcismo televisado en Una cabeza llena de fantasmas (Nocturna, 2017), que ganó el Premio de Novela Bram Stoker (concedido por la Asociación de Escritores de Terror) y del que Focus Features está preparando una adaptación cinematográfica. En 2016 se pasó al misterio con toques de terror en Desaparición en la Roca del Diablo (Nocturna, 2018). Su nueva novela, La cabaña del fin del mundo (2018; Nocturna, 2021), es otro thriller muy elogiado por la crítica y también va a ser llevado al cine.
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