El País de las Maravillas existe.
A Alyssa Gardner las flores y los insectos le hablan. Teme que su destino sea acabar en un psiquiátrico, como su madre, pues una vena de locura recorre su familia desde tiempos de su antepasada Alicia, la niña que inspiró el País de las Maravillas de Lewis Carroll.
Pero ¿y si los susurros de las flores no son alucinaciones? ¿Y si el País de las Maravillas existe y la está llamando?
Alyssa descenderá por la madriguera del conejo hacia un mundo mágico, pero también despiadado. Durante su increíble aventura, tendrá que decidir en quién confiar: en Jeb, su mejor amigo, por el que siempre se ha sentido atraída, o en el fascinante y seductor Morfeo, su guía en el País de las Maravillas y con el que lleva soñando desde que era niña.
Llevaba muchísimo tiempo esperando una oportunidad para poder hacerme con este título, y aunque las opiniones que vi acerca de este libro no eran precisamente positivas, a mí me ha fascinado. He disfrutado de esta historia como lo hice la primera vez que leí el mítico cuento de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carrol. En Susurros encontré una historia maravillosa donde en cada página creía estar dentro del país de las maravillas, recordando personajes entrañables y conociendo a los protagonistas que nos presenta A.G. Howardque son perfectos para la historia.
Alyssa es una chica diferente que pasa los días matando insectos para usarlos en sus obras de arte, o al menos esa es la explicación que ofrece porque en realidad lo hace para dejar de oír los susurros constantes de los insectos. Parece ser que desde su antepasada Alicia, la niña que sirvió de inspiración a Lewis Carrol en su libro: Alicia en el país de las maravillas, las mujeres de su familia sufren de locura y al igual que su madre están condenadas a vivir en un psiquiátrico. Ella teme acabar igual que todas ellas y es que los insectos y las plantas le hablan. Parece ser que su madre no está tan loca como todo el mundo piensa, porque revelará a Alyssa un dato clave y es que ambas escuchan las mismas voces, alguna fuerza pretende atraerlas constantemente al País de las Maravillas, ¿será que en realidad existe?
—En el mismo instante en que tu mente aceptó la posibilidad de que el País de las Maravillas fuera real, destruyó la cámara de vacío en que las dudas te habían aprisionado —dice desde algún punto sobre mí—. Ahora, deja de pensar como una humana. La lógica del Reino de las Profundidades reside en la difusa frontera que separa lo lógico de lo absurdo. Si conectas con esa lógica y visualizas que las piezas de ajedrez cobran vida, lo harán. Tienes que creerlo para verlo.
Con su temor de acabar en un psiquiátrico y la intención de sacar a su madre de allí, Alyssa buscará la madriguera del conejo y descenderá por ella hasta un mundo totalmente mágico y cruel, lo que ella no espera es que Jeb, a quien ama en secreto, la acompañe en este viaje.
Allí encontrará a Morfeo, un viejo conocido de la infancia a quien apenas recordaba. Entre mentiras y engaños Morfeo explicará a Alyssa que debe romper la maldición que pesa sobre su familia, el problema es que ella no sabe hasta qué punto podrá confiar en él.
La primera página ya consiguió atraparme y con el paso de ellas poco a poco fue enamorándome. Creo que el motivo de que me haya llegado a gustar tanto es que desde pequeñita he adorado la historia de Alicia en el país de las maravillas y A.G. Howard consigue transportarte a ese mundo, aunque lo maquillará de una forma totalmente diferente, pues nos encontraremos en un mundo despiadado, misterioso, cargado de peligros, secretos y acción. Un mundo del cual no será nada fácil escapar.
—¿Crees que estoy loca, no?
—¿Has mirado a tu alrededor? —resopla Jeb— Si tú estás loca, yo voy a tu lado en el tren de los majaras.
Desde la primera página vi que los personajes me iban a gustar, están perfectamente pincelados, me resultó fascinante el personaje de Alyssa Parece ser una chica completamente normal, o al menos intenta aparentarlo, pero las circunstancias no están de su lado: Sus compañeros la marginan debido a su pasado y la hacen objeto de burlas e insultos constantes, su madre está interna en un psiquiátrico y al parecer cada día está peor y ella misma tiene un miedo constante a acabar como su madre, pues escucha susurrar a las flores y los insectos y no sabe cómo callar esas voces. En un intento por hacer una vida normal se dedica a matar insectos para usarlos en sus obras de arte, al menos estando muertecitos no le hablan y el resto del día se encargará de llevar música bien alta para no escuchar los susurros, así podrá fingir ser una persona normal la mayor parte del tiempo.
En esta historia también nos encontraremos con un triángulo amoroso, aunque muy bien definido, pues dentro de la fantasía de la historia es totalmente creíble. Por un lado tenemos a Jeb, el chico del cual Alyssa siempre ha estado enamorada pero nunca se ha atrevido a algo más que a una buena amistad con él. Y por otro lado el misterioso y enigmático Morfeo, quien comenzará a despertar en ella unos sentimientos dormidos, pues se conocían desde que ella era muy pequeña. Personalmente me quedo con Morfeo, no sé cómo pasó pero comenzó siendo un personaje totalmente indiferente y terminó siendo mi personaje favorito.
—Me deseas. Admítelo
Aunque acierta en parte, no se lo confesaré nunca.
—¿Por qué iba a desearte? Levanta tres dedos para una cuenta atrás.
—Misterioso. Rebelde. Problemático. Todas las cualidades que las mujeres encuentran irresistibles.
—Que optimista.
—Mi alcoba nunca estará vacía.
La pluma de la autora es una delicia, la ambientación es sin duda su punto fuerte, realmente conseguirás visualizar cada detalle y sentirte dentro de este increíble mundo. El ritmo es trepidante, pues no dejan de suceder cosas página tras página, lo que agiliza mucho la lectura e impide que se haga pesada. Está narrado en tercera persona desde el punto de vista de la protagonista, esto nos ayuda a comprenderla por completo, a entender sus miedos y sus sueños. Os puedo asegurar que pese a sus más de 400 páginas, me lo leí en un suspiro y es que si te gustó la historia de Lewis Carrol, A.G. Howard no te decepcionará.
El final es lo que me dejó algo intrigada, al ser consciente que se trata de una saga me resultó extraño encontrarme con un final tan cerrado, aunque sí que es cierto que la historia se puede estirar a partir de algunos detalles. Tendré que seguir con ella, de eso no me cabe la menor duda.
En conclusión, Susurros es una historia capaz de revivir recuerdos de nuestra infancia y a personajes entrañables, pero a la vez convierte el país de las maravillas en un mundo mucho más despiadado, enigmático y cargado de secretos. Una lectura que te atrapará desde el principio y unos personajes de los que no podrás evitar enamorarte.
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Anita Grace Howard (nacida de Anita Grace Ruggles, en Chelsea, Estados Unidos, un suburbio al norte de Boston, el 9 de junio de 1970), conocida como A. G. Howard, es una autora norteamericana de novelas, dirigidas a un público juvenil adulto, de temática fantástica, revisitando para su audiencia los universos literarios de Alicia en el País de las Maravillas o el Fantasma de la Ópera. Con inquietudes literarias desde la adolescencia, A. G. Howard se confiesa influida por la poetisa inglesa (de origen napolitano) Christina Rossetti, y por el autor de ciencia ficción y de cómics de horror Neil Gaiman. Trabajó como bibliotecaria en un instituto de educación secundaria de Amarillo (Texas) durante 8 años, mientras escribía novelas (aún inéditas, como Infinity's Pond), antes de que en 2012 publicara, bajo contrato, su primer libro de la serie Splintered (Astillada). Desde entonces se dedica profesionalmente a la literatura de ficción gótica.
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