Gracias a TITANIA, por este ejemplar.
Cuenta la leyenda que originalmente los humanos poseían cuatro piernas, cuatro brazos, dos rostros y una sola cabeza, y en ellos convivían el sexo femenino y masculino; pero Zeus, sintiéndose amenazado por la fortaleza de estos seres, les lanzó un rayo y los dividió en dos, condenándolos a vivir sin su mitad y a vagar en busca de ella para estar completos.
Podría llegar a sonar romántico si no fuera porque, como veréis, mi mejor amiga se había tomado dicha leyenda como una especie de credo y parecía empeñada en que yo también formase parte de su secta.
Por cierto, soy Nadia, una mujer independiente, extrovertida, algo friki y con bastante carácter. Y no, contrariamente a lo que pensaba mi amiga, no quería encontrar al hombre de mi vida.
Y sí, ya sé lo que estáis pensando: que esta es la historia de cómo termino tragándome mis propias palabras…
Debo confesar algo, hace mucho tiempo que sigo a Victoria Vílchez. Cuento con un montón de títulos de la autora en mi librería —incluso algunos firmados porque he tenido el placer de encontrarme con ella—, pero por una razón u otra todavía no la había leído. Con Solo tres citas y una mentira he conseguido cumplir ese objetivo y no puedo estar más contenta y más enfadada conmigo misma por no haberme decidido antes.
“Y ese fue el clavo al que me aferré con todas mis fuerzas. Ni siquiera estaba obligada a tener esa última cita con Raúl; estaba a salvo de Zeus y de sus retorcidos planes.”
Vamos por partes porque es sorprendente la de temas que da para hablar una novela tan cortita como esta.
La historia nos presenta a Nadia, una mujer escéptica a encontrar a esa media naranja de la que tanto se habla. Sin embargo, pese a que ella no tiene como fin enamorarse, su mejor amiga Julia está empeñada en que le de una oportunidad al amor y tras organizarle varias citas desastrosas le hará una puesta: le buscará solo a un candidato más con el que deberá tener tres citas, si tras esas citas la cosa no cuaja colgará las alas de Cupido para siempre.
Nadia no la cree, pero acepta ansiosa de que deje de darle la vara con el tema. Entonces es cuando aparece en escena Raúl, un guapísimo bombero que comenzará a tratarla conquistándola con sutilezas y encantos que nos harán babear sobre el libro. Entre cita y cita la tensión entre ellos irá aumentando por mucho que quieran saborear el momento, el problema es que están dejando pasar una parte muy importante y es no conocerse en realidad y quedarse en el ámbito físico. ¿Tendrán algún secreto escondido? ¿Existirá finalmente esa media naranja para Nadia?
“Pero Raúl, con sus miradas tiernas y sus sonrisas brillantes, con la atracción que despertaba en mí y el fuego que desprendía, lo estaba convirtiendo en algo diferente. Estaba traspasando una línea que yo no sabía que hubiera trazado, y yo se lo estaba permitiendo.”
Comencemos con que la novela se lee en una sentada. No llega a las 200 páginas y la pluma sencilla y adictiva de la autora nos hace quedar atrapados entre sus páginas. Se trata de una historia romántica contemporánea que destaca por ese toque familiar y divertido con constantes referencias frikis que harán las delicias de los lectores: Harry Potter, El señor de los anillos… Como dije, una auténtica delicia.
Los personajes están bien perfilados, conste que no lo creía capaz por la extensión de la novela, pero me ha dejado alucinada, es como asistir a una película de la que saboreas cada escena. Nadia es demasiado precavida, piensa sus decisiones e intenta poner distancia en el momento en el que presiente que algo o alguien le pueda hacer daño. Raúl es como una fantasía, viene dispuesto a hacer realidad cada deseo de la protagonista y nos hace decir eso de “demasiado bueno para ser verdad”.
Por otro lado contamos con Julia, esa amiga que todos desearíamos tener; y Manu, un chico que pasa desapercibido la mayor parte del tiempo, pero que irá adquiriendo peso hasta convertirse en mi personaje favorito. Tenéis que conocerlo.
“Ir a esa fiesta con Raúl, tener por fin la tercera cita con él, parecía una maravillosa forma de darle la bienvenida al nuevo año.”
Como dije la novela se lee en un suspiro, narrada en presente nos encontraremos en la mente de Nadia —exceptuando un par de capítulos que veremos la historia desde otro punto de vista— lo cual nos deja una clara imagen de los pensamientos de la protagonista. Ha sido una gozada conocer a sus personajes y disfrutar de cada detalle. La verdad que es una novela perfecta para leer entre lecturas densas y dejarnos enamorar por sus páginas. Sin duda, súper recomendada para los amantes del género.
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Victoria Vílchez nació en Santa Cruz de Tenerife en 1980. Licenciada en Biología por la Universidad de La Laguna y se especializó en biología marina. Amante de la lectura desde corta edad y aficionada a escribir cualquier cosa que le pasara por la mente, aunque no es hasta hace unos años cuando por fin decide escribir en serio y comienza a gestarse Bellator, su primera novela.
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