Un último día conmigo, de Pat Casalá – Reseña

Opinión personal de la novela

Hoy os traigo la Reseña de ‘Un último día conmigo’, un libro escrito por Pat Casalá y publicado por ‘Red Apple ediciones’.

Lúa es una mujer muy controladora, no puede dar un paso en su vida sin antes hacer una lista evaluando los pros y los contras de las consecuencias que puede tener. Su marido, Cesc, se ha cansado de estar al lado de una mujer fría, incapaz de expresar sus sentimientos.

Apenas me quedan cuatro meses para terminar la residencia en el hospital, pronto cumpliré el sueño infantil de convertirme en cirujana. Luego me quedará doctorarme, asentarme como médico y caminar sola por la consulta. Las metas trazadas empiezan a vislumbrarse, como si pudiera tocarlas con la mano. Sin embargo mi rumbo ha virado, ahora necesito reorganizar mi vida, encontrar un lugar justo para cada sentimiento y redimensionar mis sueños sin Cesc.

Ellos llevan desde que eran pequeños juntos, sin ningún niño con el que jugar, más que ellos dos. Sus padres se casaron, por lo que se puede decir que son ‘hermanastros’.

Un día, cuando Lúa llega a casa se encuentra en la cama a su marido con Olga, su compañera de trabajo, y sin mostrar ningún tipo de emoción, Lúa hace las maletas y se larga.

Cesc no puede creerlo, Lúa es el amor de su vida, pero aun así, lleva cinco años engañándola con Olga, y ahora como un idiota, la ha perdido.

Lo que más le duele a Cesc es que ella no ha sido capaz de demostrar nada, ningún sentimiento, ni malo ni bueno, su cara era completamente neutra, y es lo que le recrimina una y otra vez.

Como si ya fuera poco, ahora Lúa ha perdido su trabajo, pero su feje le ha prometido encontrarle otra cosa. El padre de Lúa murió, pero siempre hacía viajes con Médicos sin fronteras para ayudar a la gente de África. Por la misma razón, Lúa decide embarcarse en una aventura para hacer aquello que tanto amaba su padre y poder encarrilar su vida.

-Supongo que es una decisión inamovible. – Intento pronunciarlo con un tono neutro para no hacerle partícipe de mi decepción.

-Lo he intentado todo para convencerles. – Tuerce los labios -. Quizás es una oportunidad para ti, eres demasiado buena para quedarte en este hospital. Deberías buscar trabajo en el extranjero para terminar de formarte. Estados Unidos sería una de las mejores opciones para ti. Si quieres puedo mover algunos hilos. Te podría encontrar un doctorado en un hospital de prestigio. ¿Tu marido estaría dispuesto a viajar contigo? Hemos hablado muchas veces de esta posibilidad y te parecía interesante.

Pero lo que Lúa no esperaba era encontrarse allí con alguien como Matt. Una persona tan caliente como para derretir el hielo que recubre su corazón.

Bueno, hasta aquí, un breve resumen de la historia, ahora os cuento un poquito lo que me ha parecido.

La edición es preciosa, en la portada podemos encontrarnos con Lúa, Matt y un Jeep que es muy especial para ellos dos. La edición es sencilla, sin solapas.

Internamente, el inicio de cada capítulo es muy bonito, tiene como unas hojas que hacen el inicio de cada capítulo muy especial.

Las letras son medianas, ni muy grandes ni muy pequeñitas.

Con respecto a la edición del libro, solo me queda decir que he encontrado alguna falta de ortografía, como una palabra a medio de terminar, o mal escrita, pero no muchas, un par.

La lectura es bastante lenta pero entretenida. Hay multitud de descripciones, posiblemente, la descripción sea lo que más abunda en este libro, siendo los diálogos más escasos.

El libro está narrado de dos maneras diferentes, por una parte está narrado por Lúa, en primera persona, pero hay otros capítulos que están narrados por Cesc o por Matt y esos están narrados en tercera persona.

Con su historia, Pat Casalá ha conseguido transportarme al mismísimo lugar de los hechos, pues todo está descrito con muchísimo esmero y dedicación.

Además, el título del libro es muy bonito, no solo por lo que nos cuenta sino por la historia tan bonita que tiene detrás, y lo mucho que esa frase significa para la relación de nuestros protagonistas.

Tenemos una historia cargada de  emociones que me ha hecho ponerme en la piel de Lúa y sentirme como si fuese ella misma.

Al principio tenemos a una protagonista muy fría, a la que no sabía cómo enfrentarme, ya que me transmitía muy poco. Pero cuando Lúa se embarca en Médicos sin fronteras comienza a cambiar, pues su vida se vuelve mucho más emocionante desde que Matt aparece en ella. Consigue eliminar todas las barreras que envuelven el corazón de Lúa para crear de ella una persona más humana. Mostrando sus sentimientos en cada ocasión. Por lo que la evolución que podemos ver de este personaje es bastante notable.

Suspira. Ya no puede aspirar a compartir con Lúa nada más que una amistad extraña. Quizás con el tiempo se acostumbre a ella.

De momento se ha prometido comportarse con la mayor normalidad posible, sin permitir que sus constantes disparadas delaten su estado de agitación. Aprieta los dientes frente a la puerta cerrada de su anterior alcoba y cierra los ojos para espantar el ansia de abrirla.

La trama de este libro me ha parecido interesante, sobretodo emotiva, nos ayuda un poquito a recapacitar sobre la situación del tercer mundo, como otras personas viven sin agua potable, y muriendo desnutridas, mientras nosotros, muchas veces, tiramos la comida a la basura. El trabajo que Lúa y el resto de médicos hacen allí es increíble, pues hay gente que muere de una simple infección que en otros lugares, con un fármaco se solucionaría.

Creo que la intención de la autora al escribir este libro no solo era enganchar al lector y conseguir sacaros unas sonrisas, creo que este libro también trata de concienciar un poquito a la gente de lo que otras personas están viviendo, y mostrarnos una manera en la que podemos ayudar.

Para terminar, os diré que el final ha conseguido hacerme llorar. Me parece un final un poco precipitado, porque es muy rápido y sin pocas explicaciones, pero es bonito y emotivo, y ha despertado en mí sentimientos por ambos protagonistas.

 Os recomiendo esta historia, no os va a dejar indiferentes.

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