Gracias a Versátil, por este ejemplar.
¿PODRÍAS AMAR A ALGUIEN SIN CONOCERLO?
O para ser más exactos, ¿podrías amar a alguien a quien conoces pero, sin embargo, nunca has visto?
Penélope y Evan llevan años jugando al ratón y el gato y cuando por fin coinciden en una entrega de premios, el encuentro no es, ni mucho menos, como ella había soñado. A partir de ese momento, sus vidas se ven ligadas irremediablemente por motivos profesionales, y cada paso que dan les ata más y más… Si además añadimos que el hermano de Evan es su mejor amigo, que tiene una abuela un poco ludópata, una madre histérica y un gato cuya mayor afición es destrozar su lencería más cara…. Ya puede empezar a dudar sobre si su vida es, de repente, un sueño o una pesadilla.
Es curioso pero pese a intercambiar sus viviendas durante largas temporadas de tiempo, Evan y Penélope nunca han llegado a verse. Los padres de Evan adoran a Penélope e incluso su hermano es el mejor amigo y confidente de ella, pero Evan no la ha visto nada más que en fotos cuando iba a pasar alguna temporada a casa de los padres de ella. Ahora Penélope se ha convertido en una escritora muy prestigiosa y una de sus novelas será adaptada al cine, para dicha adaptación están buscando actores y uno de los candidatos es el famoso actor Evan. ¿Se conocerán finalmente después de tantos años? ¿Qué sentirán al verse por primera vez?
Lástima que en esos instantes no le quedara espacio para nadie en su corazón, Evan lo había conquistado y enterrado su bandera en él.
Es la primera vez que leo una historia de Olga Salar y he disfrutado mucho con la originalidad y sobretodo el carácter de los personajes, pero en algunos puntos he notado la historia un poco pesada o con demasiadas vueltas de tuerca.
Empezaré por contaros que en un principio me fascinó el libro, nada más verlo cuenta con una encuadernación preciosa y su historia, en un comienzo, está perfectamente planteada. Me resultaba muy curioso como los protagonistas no se habían visto nunca pero aun así sentían que se conocían porque habían intercambiado hasta sus dormitorios. Con unas fotos y el calor que la familia del otro les daba, comienzan a sentir algo. Penélope escribe su historia basándose en un Evan que todavía no ha visto en persona y Evan tiene unos recuerdos sobre un diario, el cual Penélope escondía siempre que sabía que él iría a vivir una temporada a su casa, que le produce unos sentimientos hacía ella que ni él mismo entiende. Por todo esto tenemos un comienzo que engancha muchísimo y es una pena no saber más sobre esa etapa de las vidas de nuestros protagonistas, me hubiera encantado ver como el entorno o los objetos de los dormitorios iban despertando su curiosidad y unos sentimientos muy bonitos.
El problema viene cuando la pareja protagonista comienza a estar juntos, porque sobre la mitad del libro, este pierde muchísima fuerza. Es cierto que comenzamos con un tira y afloja entre los protagonistas que nos mantienen enganchados a la lectura, pero se crean conflictos innecesarios, miedos innecesarios y esa espiral en la que damos vueltas y vueltas no me aportó nada nuevo, por lo que me costó un poco salir de ahí.
—Eres una chica dura.
—No tanto, es que estoy vacunada contra la estupidez.
Por otro lado contamos con dos historias secundarias. Una protagonizada por los abuelitos de Penélope, esta pareja me resultó demasiado curiosa y creo que tienen su participación en la historia justa y divertida, el abuelito sobretodo es absolutamente adorable. En cambio la otra historia secundaria está protagonizada por un romance de Camden, el hermano de Evan y mejor amigo de Penélope, y no sé porque pero creía que este romance tuvo más protagonismo del necesario, no llegué a simpatizar con esta pareja, la vi como algo de relleno en la historia.
Los protagonistas que nos presenta Olga Salar son el punto fuerte de la historia. Penélope es inteligente, decidida, irónica… Evan a su vez es guapísimo y es consciente de ello por lo que cuenta con ese punto de chulería y dulzura capaz de enamorar a cualquiera. Ambos personajes juntos son un coctel de ironía, romanticismo y seducción que atrapan al lector.
La prosa de la autora es sencilla y ligera, además si contamos con que el libro no llega a las 300 páginas, conseguimos leerlo en apenas un suspiro. Los diálogos son divertidos y frescos, destacando sin duda los diálogos entre los protagonistas por la ironía y los sentimientos que intentan ocultar, sin mucho éxito aparente.
Si bien he dicho que cuando llegas a la mitad del libro la historia pierde fuerza, la autora saca toda la artillería en el final, volviendo la historia del revés en sus últimas páginas. Todo lo que parecía estar claro deja de estarlo, los sentimientos se vuelven confusos y todo vuelve a coger ritmo atrapándonos hasta el final, un final cerrado y precioso.
—¿Me estás siguiendo? —inquirió Penélope deteniéndose de golpe para enfrentarle.
—No seas creída. Vamos en la misma dirección. —Estaba tan circunspecto que ella estuvo casi a punto de creerle.
—De acuerdo. ¿Hacia dónde vas a ir tú? ¿Izquierda o derecha?
—¿Me lo estás preguntando en serio?
—Completamente.
—Derecha —zanjó sin convicción.
—Vale, entonces yo iré a la izquierda.
En conclusión, He soñado contigo es un libro muy cortito que empieza con muchísima fuerza hasta que llegamos a la mitad, donde el ritmo baja considerablemente, pero lo retoma en un final precioso cargado de escenas y situaciones muy románticas. Con los personajes como su punto fuerte Olga Salar crea una historia muy romántica y con unos puntos de humor perfectos para pasar una tarde de relax.
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Nací el veintidós de enero de 1978 en Valencia. Quizás fue por eso de nacer en puro invierno, que adoro el frío y no soporto el calor. Estudié filología hispánica porque era la manera más sencilla de engañar a mi madre: ella pensaba que me estaba sacando una carrera; yo saciaba mi curiosidad por las palabras al tiempo que compaginaba mi pasión por la lectura. Hasta que un día mi propia voz literaria se hizo un hueco entre las líneas, un espacio en mi cerebro, y me exigió su propio un lugar, un trocito en todos y cada uno de mis días. Escribí mi primera novela con una teoría, para mi brillante y contrastada, sobre lo desastroso de las primeras veces.
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