Gracias a La Galera, por este ejemplar.
Una noche de pasión finaliza con un crimen. El principal sospechoso niega los hechos pero todas las pruebas lo condenan. Un caso cerrado para todo el mundo menos para la novia del acusado, que se siente responsable porque aquella noche fatídica no estaba con él. Carla cree que hay piezas que no encajan. Mientras todo a su alrededor parece desmoronarse, ella iniciará una investigación para descubrir el verdadero rostro del asesino.
Si buscáis una lectura ligera y sencilla para este verano esta es perfecta, pues Jordi Sierra I Fabra nos ofrece eso mismo en Radiografía de una chica con tatuaje, una novela fresca que terminó sorprendiéndome bastante por su gran dosis de realismo y con una protagonista fuerte y decidida.
Pero te diré algo: el amor es mucho más que querer. ¿Te das cuenta de que esa es una palabra posesiva? Querer. La gente dice "te quiero" en lugar de "te amo".
El aniversario de Diego y Carla no termina precisamente bien, pues mientras él quiere salir de fiesta a celebrarlo, ella necesita quedarse en casa estudiando. Finalmente cada uno hace lo que cree conveniente pero Diego parece no conocer los límites y sin Carla a su lado comienza a beber y tomar pastillas sin parar, lo que lo lleva a liarse con una chica en su casa esa misma noche, la noche en que hacía un año con su novia.
A la mañana siguiente la vida de Diego se vuelve un infierno, pues la chica que llevó a su casa la noche anterior aparece muerta en su cocina, en un escenario donde todas las pruebas lo apuntan como el causante del crimen.
Carla irá a la cárcel a visitarlo y, aunque es consciente de que su novio le ha engañado, confía en su inocencia y se embarcará en un viaje de detectives, testimonios y pruebas, intentando encontrar cualquier pista que pueda probar la inocencia de Diego.
Nunca había estado en una cárcel, y hasta el aire era un prisionero más.
Como dije la lectura es muy ligera y rápida de leer, el libro cuenta con menos de 200 páginas y la pluma del autor es muy, muy sencilla. Está narrado en primera persona por la protagonista y gracias a ello podremos ver la situación a través de sus ojos, lo cual da mucho más realismo al conflicto interno de emociones que sufre, pues por un lado su novio la ha engañado, pero por otro no quiere que pague por un crimen que ella no cree que haya cometido. Los capítulos son muy cortitos y no contamos con extensas descripciones, el autor va directamente al grano en todo momento, esto nos deja una historia adictiva, pues conseguirá abrirte esa vena de investigador y querer conocer el final, en este terreno el autor hace un grandísimo trabajo, pues irá dándonos pequeñas dosis de información para que tanto Carla como el lector vayamos atando cabos.
Los personajes están muy bien perfilados, y es algo alucinante porque en tan poquitas páginas conoceremos a muchos personajes y personalidades muy diferentes. He de confesar que sin lugar a dudas la que más me ha sorprendido ha sido Carla, por su entereza, su fortaleza y su inteligencia, pues para enfrentarte a una situación así tienes que ser muy fuerte. La relación entre ellos siempre ha sido difícil, pero parecía ser amor de verdad, un amor capaz de superar los clichés de la gente, pues Diego y Carla pertenecían a mundos muy diferentes.
Me ha encantado la forma en que Carla va dosificando los problemas, intentando ocuparse en cada momento solo de lo que puede, nunca abarca demasiado porque sabe que puede desmoronarse y ya es difícil ir preguntando por ahí a todas las personas que le expliquen cómo y en qué condiciones su novio se iba con otra, como para intentar hacerse cargo también de la crisis de sus padres.
Antes pensaba que las cosas eran blancas o negras. Desde hacía unos meses sabía que incluso entre el blanco y el negro existía una extensa gama cromática de grises.
El final me ha parecido sencillamente perfecto, la decisión que toma es posiblemente la que la mayoría hubiera tomado desde un principio, pero lo hace con pausa, sopesando cada posible consecuencia, sabiendo que en su interior todo queda en paz. Todos los hilos quedan perfectamente cerrados, ofreciéndonos un final completo a una historia muy entretenida.
En conclusión, Radiografía de una chica con tatuaje es una lectura juvenil muy entretenida y perfecta para leer entre lecturas densas, pues con menos de 200 páginas y una pluma muy sencilla, se convierte en una historia que se lee en apenas un suspiro. Con un misterio por resolver y una protagonista dispuesta a ir buscando miguitas de pan para resolverlo, nos engancharemos a su lectura de principio a final.
Con problemas de comunicación por ser tartamudo , fue un lector compulsivo. A los ocho años tuvo un grave accidente, y desde los diez a los doce años escribió varias novelas de cien páginas; a los 15 ya tenía escrita una de quinientas. Concluyó la escuela a los dieciséis y pasó la reválida del bachillerato superior en verano de 1964. Sufrió un violento bullying por parte de los matones de patio de colegio. Comentó sobre su infancia y juventud que "fui tres veces reprimido: por mi padre, por el régimen y por la escuela franquista".
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