Gracias a Anaya, por este ejemplar.
Connor y Lev huyen tras el asalto del Cementerio, último refugio de los amenazados por la desconexión. Pero, por primera vez, no solo están huyendo de algo, sino que al mismo tiempo van buscando información que esperan encontrar en una mujer a la que la Ciudadanía Proactiva ha intentado borrar de la historia. Si logran encontrarla, quizá puedan dar con la clave que les permita acabar con la desconexión.
Cam, el chico reconectado, también tiene planes contra la organización que lo creó, porque sabe que es un buen modo de mostrarle a Risa lo que siente por ella. Con la Autoridad Juvenil y los vengativos piratas de partes persiguiéndolos, sus caminos se encontrarán de una manera explosiva.
Por fin tengo Inconexión, la tercera entrega de la saga Desconexión. Adoro esta saga y ya todos deberíais saberlo, pues Neal Shusterman consigue crear una esfera que te absorbe y te hace disfrutar y sufrir a partes iguales, hace tiempo que no encontraba una historia tan adictiva y cuando vi que Anaya traía a España su tercera parte me emocioné muchísimo
No haré mucho resumen en este libro, pues intentaré evitar en la mayor medida los spoiler de los libros anteriores, porque os animo a todos a sumergiros es esta historia.
—Cometieron un gran error.
—¿Cuál?
—Crearon a alguien más inteligente que ellos.
La historia comienza justo donde terminó el libro anterior, con la destrucción del cementerio. Lev y Connor irán en busca de respuestas sobre la forma en que se creó la desconexión y para ello irán en busca de Sonia, una mujer adorable que les ayudó a ponerse a salvo cuando se escaparon del cruel final que les esperaba nada más empezar la historia en el primer libro.
Por pasar el rato, se pregunta qué es más cruel, si el hombre o la naturaleza. Decide que debe de ser el hombre. La naturaleza no tiene remordimientos, pero tampoco tiene mala intención. Las plantas toman la luz del sol y liberan oxígeno con la misma necesidad afirmadora de la vida con la que un tigre puede descuartizar a un bebé. O con la que un animal carroñero devora a un delincuente.
Risa se escapó del lado de Cam y su círculo, no tiene ni idea si Connor sigue o no vivo pero no perderá la esperanza de buscarlo, mientras sigue huyendo de la Ciudadanía Proactiva.
Cam sigue obsesionado con ella y cree que la única forma de conquistarla es acabar con la reputación de Connor, por lo que irá a buscarlo, ya que tiene el presentimiento de que podrían estar juntos.
Starkey por su lado intentará ganarse una reputación como el "salvador" de los chicos de la cigüeña y con ello creará su propio ejército contra las cosechadoras.
La búsqueda de respuestas sobre los inicios de la desconexión será el tema principal de este libro y nos aguardan muchísimas sorpresas y escenas escalofriantes, las cuales nos dejarán sin aliento. Una vez más el autor ha creado una continuación digna, aprovecha cada una de sus páginas para seguir explicándonos cosas sobre la desconexión y sus orígenes.
Por pasar el rato, se pregunta qué es más cruel, si el hombre o la naturaleza. Decide que debe de ser el hombre. La naturaleza no tiene remordimientos, pero tampoco tiene mala intención. Las plantas toman la luz del sol y liberan oxígeno con la misma necesidad afirmadora de la vida con la que un tigre puede descuartizar a un bebé. O con la que un animal carroñero devora a un delincuente.
La pluma de Neal Shusterman sigue siendo alucinante y su mente una máquina de creación de ideas capaz de crearnos un mundo totalmente nuevo y creíble, pues terminaremos sufriendo una vez más con estos personajes que ya son casi como de la familia. Vuelve a estar narrado en tercera persona y cada capítulo será desde la perspectiva de uno de los protagonistas, facilitándonos ver la historia desde todos los ángulos. Como novedad tendremos unos capítulos que vienen del pasado, pues son sobre los creadores de la desconexión, unos capítulos que no te dejarán indiferentes.
Los personajes por lo general ya los conocemos, el autor nos los plantea perfectamente perfilados y los iremos viendo madurar con el paso de la historia, pues del Lev, Connor o Risa que nos encontramos en el primer libro apenas queda nada, el vivir tan cerca de la muerte y con tanto miedo a diario les ha hecho madurar y crecer de golpe. Poco a poco iremos conociendo un poquito mejor a Cam, aunque he de confesar que todavía no se ha ganado mi simpatía al igual que Starkey, quien solo busca el reconocimiento y respeto de todo el mundo y hará cualquier cosa por conseguirlo.
Recuperaremos personajes olvidados a lo largo de la saga y como siempre conoceremos a otros nuevos, a quien sin duda tengo que destacar es a Grace, una chica muy peculiar que a pesar de tener una discapacidad psíquica es más inteligente que muchos de los personajes y salva a nuestros protagonistas en más de una ocasión, sin duda se ha convertido en uno de mis personajes favoritos.
El final es de infarto, ¿conocéis esa sensación de que se va descubriendo algo y parece que tu corazón de alguna forma ya lo sabía? Pues bien el autor consiguió sacarme una sonrisa en sus dos últimas frases. Se avecina un gran final y desde luego no estoy dispuesta a perdérmelo.
—¡Se esconden los cobardes! —dice Connor.
—Pero también los guerreros se esconden hasta que llega el momento —dice Elina—. La diferencia está en si uno se esconde por miedo o por estrategia.
En conclusión, Inconexión es la tercera parte de una saga que me tiene completamente enganchada. Con un ritmo frenético, unos personajes increíbles y otros odiables y un montón de secretos por descubrir, nos sumergiremos en una historia donde la sociedad es demasiado cruel e interesada y unos jovencitos intentarán luchar contra ella. Con un autor que desborda imaginación, es casi obligatorio que le des una oportunidad a esta historia, pues no te dejará indiferente.
Shusterman nació el 12 de noviembre de 1962 y se crió en Brooklyn, Nueva York. Desde muy joven, Shusterman fue un ávido lector. A la edad de 16 años, Shusterman y su familia se mudaron a la Ciudad de México. Terminó la escuela secundaria allí en la American School Foundation y se cita diciendo que "Tener una experiencia internacional cambió mi vida, dándome una nueva perspectiva del mundo y una sensación de confianza que de otra manera no tendría". Asistió a la Universidad de California, Irvine, donde se especializó en psicología y teatro, y también estuvo en el equipo de natación universitario.
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