Gracias a Espasa, por este ejemplar.
¿Cuántas probabilidades hay de que te toque el gordo de la lotería? ¿O de que el chico con el que estás a punto de casarte se líe con la presentadora más guapa de la tele la misma semana en la que además pierdes el trabajo?
A Bea le acaba de pasar (excepto lo de la lotería); así que decide huir y refugiarse en la casa de su excéntrica familia buscando un poco de paz, aunque acabará trayendo el caos a la vida de todos. Bea es así. En esta novela vas a encontrar un mercedes rosa, una casa en los árboles, un pelirrojo de caerse de espaldas (literalmente), muchas risas y unas cuantas lágrimas de esas que se lloran a gusto, que te liberan y te reconcilian con la vida. Una historia con la que descubrirás que siempre hay algo bueno esperándote a la vuelta de la esquina. Si sabes verlo. Y si no la cagas.
Gente que viene y bah es el primer libro que leo de la autora Laura Norton y ¡Dios mío! ¿Por qué no conocía yo a esta mujer? Desde el principio la historia os absorberá porque, aunque se trata de una historia muy sencilla y cotidiana, nos encontraremos con unos personajes muy peculiares y unas situaciones que serán un no parar de reír.
La historia nos cuenta como Bea, una joven arquitecta con su vida prácticamente planificada, rompe con su novio a dos meses de su boda y será despedida de su actual trabajo.
—A lo mejor mamá tiene algo de razón —le dije.
—¿En qué?
—En que la vida es imprevisible. Y que sale por donde menos te lo esperas.
Bea comienza una nueva vida en todos los sentidos, en primer lugar para intentar superar la ruptura huirá de Madrid e irá a refugiarse a casa de sus padres en Cantabria. Buscará el cariño y la comprensión de toda su familia y se encontrará con un secreto tras otro que van explotando en las narices de todo aquel que los guarda. Por otro lado intentará realizarse a sí misma retomando un proyecto que tiene abandonado desde hace años, un proyecto en el que pondrá todo su corazón y su cabezonería defendiéndolo con uñas y dientes. En cambio en el terreno sentimental intentará mantener su corazón escondido y protegido, pero sin poder evitarlo aparecerá cierto pelirrojo con su Mercedes rosa que irá robándole poco a poco ese corazoncito tan dañado.
Desde que comienzas este libro hasta que lo finalizas vivirás un montón de situaciones cotidianas que nos podrían suceder a cualquiera, pero llevadas a unos extremos con los que no podremos dejar de reír. Además la autora nos enseña con esta historia, que por pasar una mala racha o perder algo que creías estable, el mundo no se acaba, sino que la vida sigue y tendrá guardadas mil una sorpresas más.
Que uno siempre está muy cómodo haciendo lo que sabe hacer, pero para avanzar, uno tiene que arriesgarse, salir de su zona cómoda, de confort, y atreverse con nuevas cosas. Por supuesto da miedo y es probable que haciendo lo nuevo te sientas torpe, o desentrenado, o que estás meando fuera de tiesto, pero es la única manera de progresar.
Los personajes son tan humanos y realistas que es imposible no sentirse identificado con alguno de ellos. Desde los principales, hasta los secundarios, están perfectamente perfilados y veremos sus personalidades perfectamente diferenciadas. Bea es una protagonista testaruda, cabezota, irónica… Una pieza de cuidado, pues luchará por todo aquello que considere justo y muchas veces lo hará sin justificar esa justicia, vamos que meterá la pata una y otra vez robándole al lector más de una carcajada.
Por otro lado tendremos una historia amorosa, que no será el centro total de la historia, pero que también será muy divertida y nos enseñará que la vida de vez en cuando nos puede sorprender. Diego protagoniza junto a Bea esta enseñanza, pues él también parece vivir una situación complicada, es viudo con una niña de cuatro años y vive con sus suegros… Vamos que con unas condiciones así la relación será un poco complicada de llevar.
La pluma de Laura Norton es realmente adictiva. Su sencillez y el no darnos oportunidad de aburrirnos convierten un libro bastante denso en una historia que devoraremos sin poder evitarlo. El ritmo es constante, no dejaremos de vivir situaciones divertidas en ningún capítulo, pues si no es un personaje es otro, pero siempre hay alguno ahí para hacernos reír. Es alucinante la capacidad que tiene de llevar situaciones corrientes a unos extremos en los que parecerán completamente irreales.
Los momentos buenos lo terminan ocupando todo. Y los que no son tan buenos los acabas exagerando, dulcificando, convirtiéndolos en momentos únicos y extraordinarios.
El final me encantó, salimos un poco de la comedia para dar paso a un final realmente emotivo. Un final capaz de robarnos alguna que otra lagrimita y con ello dándonos esperanza para seguir siempre adelante, luchando por un futuro. Todas las tramas quedarán cerradas pero permitiéndole al lector imaginar cómo continuarán la vida de estos personajes. Sin duda se trata de un libro que ha dejado un recuerdo muy bonito en mi corazón.
En conclusión, Gente que viene y bah nos sumerge en una historia divertida que no pasará desapercibida. Sus personajes se colarán en tu corazón y sin duda conseguirás identificarte con ellos y reír a carcajadas con las situaciones que se encuentran. Sin duda un libro que recomiendo por su sencillez y por la pluma de la autora, la cual te enganchará de principio a fin.
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Dos de sus pasatiempos favoritos en su vida son escribir y ver la realidad, y logró transformarse fácilmente en un estilo de vida: trabajó en publicidad, televisión y cine. Cuando se le pidió que enseñara en un estudio literario, pensó que era hora de escribir novelas. No hay nada como usar las historias que compartes con tus amigos. Por ello, inició su brillante carrera literaria en 2014. El primer título del libro es "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas". Este libro se ha ganado con éxito el favor de miles de lectores. Y ha sido adaptado para ir al cine.
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