Gracias a NOCTURNA por este ejemplar.
Los aliados de Mary Hightower, que yace en un ataúd de cristal, han emprendido su espantosa misión. A su ejército se une un recién llegado: Jix, espía del rey maya de Everlost, cuyas intenciones puede que no sean tan claras como creen.
Mikey intenta desesperadamente rescatar a Allie, mientras que Nick apenas recuerda quién era antes. Y entretanto, a medida que se forjan nuevas alianzas e intrigas, la lucha por el alma de Everlost llega a su punto álgido.
En la evocadora trilogía de Everlost, Neal Shusterman -autor de libros tan exitosos como Siega y ganador del Premio Nacional de Literatura Juvenil en Estados Unidos- explora temas como la vida, la muerte y lo que podría haber a medio camino.
Cuando me sumergí en el mundo de la trilogía Everlost descubrí que no era la historia que yo esperaba, pues al no haber leído la sinopsis me dejé guiar por la portada y esta llevó a imaginar una historia totalmente diferente. Aun así me gustó bastante, porque no puede negarse que la mente de Neal Shusterman es una auténtica maravilla capaz de crear mundos que sin duda nos absorberán de principio a fin.
Con su segunda parte, Everwild, comencé a comprender mejor este mundo y a encariñarme de sus personajes, pero lo que he vivido con su último libro es una pasada. Adoré a cada uno de sus personajes, buenos o malos, y viví tan intensamente cada una de sus aventuras que me dio mucha pena finalizar esta historia.
Comenzamos el libro justo donde finaliza el anterior, todos nuestros protagonistas tienen una misión que cumplir:
Mikey intenta desesperadamente encontrar a Allie y no piensa abandonar al ogro del chocolate, que recordemos que es Nick, pues este ha dejado de ser lo que era y se ha convertido en una masa de chocolate que no recuerda absolutamente nada. Allie está capturada por Milos y el ejército de neoluces de Mary, quien sigue dormidita después de haber pasado, por segunda vez, del mundo de los vivos a Everlost.
Mary tiene un plan perfectamente forjado y mientras despierta Milos hará cualquier cosa para que sus planes sigan adelante, acabar con el mundo de los vivos para que todo lo importante y querido cruce a Everlost. ¿Podrán detenerla?
El poder de la creencia es algo muy real en Everlost. El aspecto que uno tiene, o su fuerza física, está determinado por lo que la neoluz cree. Y nadie puede controlar del todo lo que cree. Podemos mentirnos a nosotros mismos, diciéndonos que creemos en algo, y a veces convencemos a otros de que es cierto, con la esperanza de que al convencer a otros logremos convencernos a nosotros mismos. Las guerras se entablan a menudo no por lo que creemos, sino por lo que queremos que otros crean.
Esta historia no solo ha terminado encantándome sino que me ha robado el corazón. Vemos un avance claro desde el primer libro hasta el último y nos encontramos con un mundo perfectamente creado y desarrollado, un mundo diferente y totalmente original donde quedarás sencillamente atrapado.
El autor vuelve a sorprenderme con su derroche de sencillez y originalidad. Pese a ser un libro de casi 600 páginas, nos encontramos frente a una historia que se lee súper rápido, pues con unos personajes que no dejan de aportarnos aventuras y unos ingredientes realmente adictivos, no podría ser de otra forma. Neal Shusterman vuelve a dividir la historia en distintas partes y de vez en cuando volveremos a encontrarnos con unas páginas en negro, redactadas en primera persona, donde las protagonistas nos darán distintas versiones, bajo su punto de vista, de Everlost.
El amor, concluyó Allie, no era ciego: simplemente veía en dimensiones alternativas.
Los personajes son uno de los puntos fuertes de este autor, están perfectamente definidos y, aunque nos encontramos con un montón a lo largo de la historia, cada uno contará con unas peculiaridades que nos ayudarán a diferenciarlos a la perfección durante toda la trilogía. En la historia podemos ver como algunos personajes nos dejan unas situaciones súper divertidas, con un toque infantil que terminé adorando, en cambio otros personajes nos presentan su lado más oscuro, intentando convencer a los demás de que su forma de ver las cosas es la adecuada y desde luego solo ellos buscan el bien. Tanto intentan convencer a los demás con unas formas tan dulces y educadas, que ellos mismos terminan creyéndoselo.
El final creo que fue perfecto, todos o casi todos los personajes terminan de un modo justo y bonito cerrando cada una de las tramas, aunque el autor nos deja un pequeño hilito con el que soñar, pues no cierra todas las puertas para que podamos seguir soñando con Everlost y con que algún día nos podamos reencontrar con sus personajes. Siento muchísima nostalgia de haber finalizado esta trilogía, pues creo que un trocito de mi corazón se ha quedado entre sus páginas.
Shusterman nació el 12 de noviembre de 1962 y se crió en Brooklyn, Nueva York. Desde muy joven, Shusterman fue un ávido lector. A la edad de 16 años, Shusterman y su familia se mudaron a la Ciudad de México. Terminó la escuela secundaria allí en la American School Foundation y se cita diciendo que "Tener una experiencia internacional cambió mi vida, dándome una nueva perspectiva del mundo y una sensación de confianza que de otra manera no tendría". Asistió a la Universidad de California, Irvine, donde se especializó en psicología y teatro, y también estuvo en el equipo de natación universitario.
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