Gracias a Harper Collins Ibérica, por este ejemplar.
Elba Vilanova es una exitosa periodista y madre soltera de una niña de doce años. Por casualidad conoce a Efrén Ventura, famoso músico de rock e ídolo de su hija, y salta la chispa. Cuesta mantener la indiferencia ante el encanto del artista, pero todo cambia cuando aparece en escena Max, padre de Alma, desaparecido años atrás. Max ignora la existencia de su hija, y su llegada pondrá a Elba entre la espada y la pared. ¿Debe continuar la historia con una salvaje estrella de rock más joven que ella o darle una oportunidad a su primer amor y tener por fin la familia con la que siempre ha soñado?
A veces nos empeñamos en complicarnos la vida más de lo necesario cuando ella misma se encarga de ponernos obstáculos constantemente. Eso es lo que suelo ver tanto en la vida real como en la mayoría de historias que habitan en mi estantería. Pero, en esta ocasión me he encontrado con una trama diferente, con unos personajes que, a pesar de tener miedo por los sucesos que ocurrieron en el pasado, saben mirar hacia delante y decir “Sí” a la felicidad sin necesidad de añadir nuevos obstáculos. Os hablo de Di que sí de Olga Salar.
La historia comienza mostrándonos a una joven pareja que está completamente enamorada, un día el chico se marcha y ella descubre que está embarazada. Elba decide tener a su niña con la ayuda de su hermano y su mejor amiga. La pequeña tiene ya doce años cuando comenzamos el primer capítulo de la novela, su madre ha sabido luchar por ella a pesar de todos los obstáculos que se ha ido encontrando, pero no ha vuelto a abrir su corazón al amor. Cuando el músico de rock del momento se cruza en su camino, ella cree que es posible que haya llegado el momento de decir “Sí” al amor, pero su pasado regresa y ella tendrá que darle muchas respuestas.
—Al final va a resultar que eres una romántica que no ha salido del armario —se burló, contenta de ver una grita en la armadura de su amiga.
—Lo fui, pero el tiempo cura todos los males —dijo, con tal seriedad que el tema quedó zanjado.
Nos encontramos frente a una novela muy sencilla pero llena de momentos divertidos y unos personajes adorables. Me gustó mucho el mensaje que transmite, el ver la facilidad con la que se puede pedir perdón y, mejor aún, de aceptarlo, me pareció una auténtica maravilla. Sencillamente los personajes analizan sus sentimientos y siguen a su corazón entregándose a la felicidad, eso sí, teniendo precaución para no volverlo a dañar, pues los errores están ahí para aprender de ellos no para que nos corten las alas.
Cada uno de los personajes que nos encontramos en esta historia aporta su granito haciéndola realmente especial. Elba es una mujer que, aunque a veces titubee, sabe lo que quiere. Lleva toda la vida luchando por su hija y trabajando para salir adelante. La relación que mantienen ella y su hermano es una auténtica maravilla, juntos crean una familia preciosa y, aunque a ambos les falta el amor, sabrán apoyarse y cuidar el uno del otro en todo momento.
—Me gusta pensar que, a pesar de lo que nos hizo mi padre, ahora yo estoy aquí y él no.
La respuesta sonó más práctica que vengativa, sin embargo Elba supo que el dolor seguía por dentro.
—Siento que sufrieras tanto por su culpa.
—Sí, bueno, tú también recibiste tu dosis de sufrimiento con la muerte de tus padres. Parece que la vida se ensañó con nosotros a pesar de nuestra juventud.
El trio amoroso de esta historia lo forman nuestra protagonista y dos chicos espectaculares: Efrén y Max. Efrén es nuestra estrella del rock, un joven que en su día a día es una persona muy sencilla y segura de sí misma. Me encantó la forma que tiene de ver la vida y sus dotes de seducción, pues tiene una ironía y un carisma con el que caí completamente rendida a sus pies. Por otro lado, nos encontramos a Max, el padre de la niña y el primer amor de Elba. Conoceremos su pasado y los motivos que lo llevaron a alejarse, personalmente no me convenció del todo, pero admito que termina siendo un gran padre y sabe luchar por lo que quiere.
No podemos olvidarnos de Alma, la jovencita traviesa de esta historia. Esta niña cree en el amor más puro que existe y le encanta verlo y provocarlo. Podremos divertirnos en más de una ocasión con las “artes de Celestina” de esta niña.
La pluma de Olga Salar es una mezcla perfecta de sencillez y diversión. Nos encontraremos con un montón de situaciones que nos robarán más de una carcajada. El ritmo es ágil y muy entretenido, la novela se lee en apenas un suspiro. Las descripciones que nos encontramos son justas y nos posicionan perfectamente en escena. El único pero que añadiría es la facilidad con la que todo se resuelve, me gustó vivir por una vez la sensación de que todo en esta vida puede tener una solución sencilla, pero a veces me restaba credibilidad, pues no creo que esa capacidad de perdonar todo tan fácilmente se dé muy a menudo en la vida real.
—¿Crees en el destino? —inquirió, de repente, Miriam.
Se apartó lo justo de su pecho, en el que estaba apoyada, para ver su expresión ante la consulta.
—¿Es una pregunta con trampa?
—No —contestó con una sonrisa.
—Entonces no. Estoy convencido de que son las personas las que rigen sus vidas. Sería muy triste pensar que no somos nosotros los que llevamos el peso de nuestras elecciones —explicó Fabián muy serio.
En conclusión, Di que sí nos sumerge en una comedia romántica divertidísima. Adorarás a sus personajes y su peculiar forma de ver la vida, reirás en un montón ocasiones y vivirás en primera persona un amor de película capaz de robarnos el aliento.
Nací el veintidós de enero de 1978 en Valencia. Quizás fue por eso de nacer en puro invierno, que adoro el frío y no soporto el calor. Estudié filología hispánica porque era la manera más sencilla de engañar a mi madre: ella pensaba que me estaba sacando una carrera; yo saciaba mi curiosidad por las palabras al tiempo que compaginaba mi pasión por la lectura. Hasta que un día mi propia voz literaria se hizo un hueco entre las líneas, un espacio en mi cerebro, y me exigió su propio un lugar, un trocito en todos y cada uno de mis días. Escribí mi primera novela con una teoría, para mi brillante y contrastada, sobre lo desastroso de las primeras veces.
Cuando me sumergí en el mundo de la trilogía Everlost descubrí que no era la…
Sentimientos a flor de piel es lo que me encontré en Enciéndeme, la tercera parte…
Llegamos al final de la trilogía Cazadora de hadas con Valiente. Si me seguís desde…
Javier Castillo es uno de mis autores clave cuando se trata de thriller. Sus historias…
‘El club de los portaféretros’ de Paul Tremblay, vuelve a presentar una propuesta arriesgada que…
Everlost me introdujo en un mundo nuevo que me muy original, aunque tenía un toque…
