Hanna está decidida a corromper a la juventud de Rosewood, empezando por un chico muy guapo de segundo curso. Aria se dedica a investigar el pasado de su novio. A Spencer le ha dado por robar a su propia familia, y la casta y pura Emily se está absteniendo de mantener cualquier tipo de abstinencia. Sin embargo, las chicas deberían tener cuidado: creyeron estar a salvo cuando la policía arrestó al asesino de Ali y se descubrió la verdadera identidad de A, pero ha aparecido en la ciudad alguien que ha adoptado el seudónimo y la fea costumbre de espiar y amenazar.
Confidencias es la sexta parte de la inmensa y adictiva saga de Pequeñas mentirosas escrita por Sara Shepard. No os voy a poner un resumen de la trama principal como en el resto de reseñas porque estoy segura que si habéis llegado hasta aquí, conoceréis la trama principal al detalle. Por lo tanto vamos a hablar de este libro en sí.
Esta sexta parte, no sé exactamente por qué, pero me ha gustado más que los últimos libros, al menos me ha resultado más entretenido. Ya conocemos la forma de escribir de la autora, es clara y sencilla. Nos narra la historia en tercera persona y cada capítulo lo vemos desde la perspectiva de una de las cuatro protagonistas. Como punto negativo, os comentaré el de siempre, en cada capítulo encontramos muy poco avance, porque Shepard abusa de los “recuerdos”, la mayor parte del libro son de pequeñas escenas que sucedieron, y sí, nos sirven para comprender mejor el carácter y la forma de actuar de nuestras protagonistas, pero a veces siento que hay detalles que sobran.
¿Te parece que tienes aliados en esta vida? Fíjate bien porque a lo mejor no son tan simpáticos como tú te crees. ¿Hay alguien que te apoya en todo? ¡Uy! Bien mirado, parece que no tanto.
La historia sigue la misma línea, seguimos sin saber quién y por qué mató a Alison Dilaurentis, la amiga de nuestras protagonistas, porque aunque todo apunta a Ian, todo vuelve a enredarse, ahora parece que Ian no está muerto, dato que nos daban en el libro anterior, pero es que por lo visto nos llueven sospechosos porque como siempre, aquí no podemos dar nada por resuelto.
De nuestras pequeñas mentirosas, Aria, Spencer, Hanna y Emily también tenemos mucho de lo que hablar, pero sí que sentí que el libro se centró un poco más en Spencer y Emily.
Como bien nos cuenta la sinopsis Emily está totalmente desorientada, en un principio le gustaban las chicas y le costó muchísimo que sus padres la aceptaran tal y como es, y ahora que por fin lo consigue se enamora de un chico y no es que tenga intención de ir despacio con él en su relación. Este chico realmente es un amor y la quiere muchísimo, pero no todo iba a ser felicidad ¿no? Emily tendrá que aguantar los desplantes de la suegra, si esta vez la suegra parece no quererla mucho que digamos.
Los recuerdos son volubles y a veces estamos condenados a repetir los errores ya olvidados.
Por otro lado Spencer se siente cada vez más sola, sus padres solamente le hacen el vacío, intuyo que habrá un motivo aunque todavía lo desconozco. Por lo tanto, la chica cree que es adoptada y se decide a cambiar de vida, no soporta su día a día, y yo la entiendo porque cada día la ignoran más. Por lo tanto acude a conocer a una mujer que podría ser su madre, todo parece ir genial pero, ¿creéis que va a ser tan sencillo? Tendréis que leer el libro para saberlo, pero os aseguro que no sé cómo estas chicas a veces aguantan tantísimo.
Con Hanna y con Aria no he notado mucho cambio. Hanna sigue obsesionada con la popularidad y la rivalidad que tiene con su futura hermanastra Kate va en aumento. Por otro lado Aria se muda a vivir con su padre para poder evitar al novio de su madre, el cual recordemos va detrás de Aria. También os destacaría un acercamiento de Aria con el hermano de Alison, el acercamiento en sí nos revelará algún que otro dato, pero supongo que en los siguientes libros esto dará más de qué hablar.
¿Qué tal esos gimlets? Lo siento, cariño, se acabó el sueño. El hermanito mayor te oculta algo. Créeme… vas a preferir no saberlo. –A
Algo que me ha decepcionado mucho es el cambio radical que vemos en A. Adoraba al malo malísimo invisible A, siempre con sus ironías, sus retos, sus acertijos… Ahora tenemos un A que no da miedo, al menos a mí no me dice nada, además de que sale muy poquito en el libro. Parece que más que amenazarlas las intenta ayudar, a su manera claro porque no os imaginéis que se trata de nadie amable ahora.
El final, como siempre es una bomba explosiva, pero ahora de las grandes porque después de este final toda la historia dará un giro de 360 grados.
Hanna se quedó boquiabierta al descubrir por qué le sonaba la canción. Alguien la había cantado en la ducha de su casa unos meses antes.
"Alison, voy en serio."
En definitiva Sara Shepard nos vuelve a enredar en esta historia que parece no tener final, siempre que un misterio parece resuelto, nos equivocamos y nos toca volver a empezar. Pero es de admirar como consigue que sigamos enganchados después de tantos libros.
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Sara Shepard, nació el 8 de abril de 1977 en Filadelfia, Pensilvania de Estados Unidos. El padre de Sara, Bob, era americano y su madre Mindy, nació en Toronto. Durante su infancia Shepard creció junto a su hermana, Alison. En 1995, Sara se graduó en el instituto Downingtown West de la ciudad de Downingtown, Pensilvania. Se licenció por la Universidad de Nueva York, cursando más tarde un máster en Bellas Artes (MFA) en el Brooklyn College.
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