Esta semana tenemos la carta de una autora muy especial: Regina Roman. En ella nos cuenta cómo ha nacido su última novela, la cual salió a la venta hace poco y está teniendo mucho éxito, y es que encontramos un amor protagonizado por dos jóvenes entrañables y unos personajes secundarios que aportan una chispa alucinante.
Con esta carta conoceremos un poco mejor su nueva novela titulada: Cuernos de Vikinga. La cual está publicada por ediciones Versátil.
No dejéis de leer sus palabras, porque si os gustó la historia probablemente os guste un poquito más, y si por el contrario no la habéis leído todavía… Os moriréis por hacerlo, las risas y los suspiros están asegurados.
Aquí os dejamos las maravillosas palabras que la autora ha regalado a Entre Metáforas:
No sé cómo explicaros que por fin me he liberado. Sin renegar de todo lo que he escrito hasta ahora, he tirado de la cinta de raso y el corsé se ha abierto. Ha dejado de apretarme y por fin puedo respirar. Me explico: las psico-comedias románticas (Un féretro en el tocador de señoras, Gato por liebre, Cuarentañeras, Cincuentañeras, Quiérome mucho, Santa Valentina tiene un plan…) son una colección preciosa, y muy útil. Son como libros de autoayuda, pero novelada y en manos de lectores/as sensibilizados con el tema que traten, pueden ayudarles a conocerse mejor y analizar su vida y sus emociones. Pero para la escritora… ¿Cómo definirlo? Es trabajar encerrada en una jaula, cuidando al detalle lo que hacen y lo que dicen mis personajes para no salirnos del tema, sin posibilidad de volar simplemente contando una historia, porque contarla, no es el objetivo principal, sino analizar un asunto psicológico de interés femenino.
Pero como todo lo bueno Emoticono wink llegaron a su fin y en “Cuernos de vikinga” he disfrutado con personajes sin freno, coherentes, incoherentes, amantes, histéricos, como les ha venido en ganas, en una historia que habla de muchas cosas y recomiendo saborear despacito. Habla de la infidelidad, sí, desde el punto de vista tradicional de la engañada, pero también desde el prisma de “la otra”, probando que no siempre es esa arpía devorahombres, destrozafamilias que algunos se empeñan en ver. A veces son simplmente chicas que se enamoran, que entregan su corazón sin siquiera saber que el “pollo” en cuestión, ya está comprometido con otra.
Habla de “otra” infidelidad, la de las amigas. Porque al fin y al cabo, ser infiel es defraudar y engañar a quien bien te quiere, abusar de su confianza en que jamás lo dañarías. Habla del peso de la culpa y de cómo quienes no saben perdonarse a sí mismos por los errores del pasado, los arrastran cual saco de piedras y se castigan rodeándose de gente tóxica que los destruyen, en lugar de defenderse, alejarlos y procurarse buenas personas que los hagan crecer.
Y sobre todo, habla de la perseverancia del amor verdadero.
De todo eso y mucho más trata “Cuernos de vikinga”, con un lenguaje accesible, sencillo y cotidiano, el nuestro de todos los días y mucho humor. Puede que el modo en que está escrita la historia os anime a coger carrerilla en plan “devorarla” pero dosificaos, ese es mi consejo. Digerid las emociones, las reflexiones y los consejos: la teoría de los tenedores de Gael, las sabias frases de Braulia, el candado del desamor de Noa.
Porque la vida sigue rodando y casi siempre regala otra oportunidad. A ti, lector/a de “Cuernos de vikinga”, que lo disfrutes desde lo hondo.
Regina Roman
La autora.
Los cuernos no siempre son lo que parecen.
Mientras «la oficial» no se entera y Dom se lo pasa en grande, Noa, «la otra», combina momentos de sexo efervescente e inesperada diversión, con otros de auténtica autodestrucción. Pero Noa no quiere estar más al otro lado y trata de poner distancia con el egoísta de su amante, centrándose en su trabajo como camarera de día y locutora de radio de noche en un programa de “consejos románticos”. Las confesiones de sus oyentes la enfrentarán con su propia realidad y a vivir a través de ellos las fantasías más sugerentes, esas que solo se cuentan al oído a altas horas de la madrugada.Y cuando más perdida se encuentra Noa, de repente, un café lo cambiará todo. Gael cree que quiere un capuchino, pero solo un instante después se dará cuenta que lo que de verdad desea es perderse en la oscuridad de los ojos de Noa. Sin embargo, no pueden ser más opuestos. Y ella no se lo pondrá nada fácil.
Ser o no fiel, esa es la cuestión.
Os dejo por aquí uno de los temas que inspiró a Regina para escribir la novela.
¿Conocéis alguna de las historias de Regina Román? ¿No os morís de ganas por adentraros en las páginas de Cuernos de Vikinga?