Salome y Styx son polos opuestos. Ella vive bajo las estrictas normas del profeta David; él ha crecido en un mundo de sexo, drogas y moteros. Pero cuando se reencuentren, sus vidas cambiarán para siempre.
Hoy os traigo la Reseña de ‘No soy yo’, un libro escrito por Tillie Cole y publicado por la editorial Chic.
En este libro conoceremos la historia de Mae y Styx.
Me quedé en shock y abrí los ojos como platos. Nunca había sido capaz de hacer algo así, hablar con un completo extraño. Las manos me temblaban de emoción. ¡Podía hablar con esa chica! Podía hablar con ella, era la número tres.
Mae o Salome, como se hace llamar en la Orden es una Maldita. Y os preguntaréis ¿Qué es una Maldita? Y ¿Qué es la orden?
Pues vamos por partes.
La Orden es un lugar apartado del mundo, en el que, ciertos hombres guiados por un Profeta, en este caso, el profeta David, hacen creer a las mujeres y a una comunidad entera que hablan en nombre de Dios, y que, si hacen ciertas cosas entonces serán salvados.
Las Malditas, en este caso son cuatro muchachas preciosas, a las que les han hecho creer que van a ir al infierno por ser la tentación en persona, y por hacer que los hombres no puedan evitar tocarlas y aprovecharse de ellas.
Por eso, las tienen encerradas separadas del mundo y tienen que hacer cosas horribles para encontrar la salvación.
Hasta que, un día, Mae conoce a Styx, cuando son unos niños, cuando solo tiene ocho años. Uno de los peores días de su vida, cuando Mae más necesita a alguien a su lado, al otro lado de la vaya aparece un niño con unos ojos amarillos que la dejan cautivada, dice llamarse River, y le cuesta mucho hablar, pero le da algo que jamás ha podido olvidar, un beso que le devuelve la vida.
Styx (o River) no ha podido olvidar a aquella chica al lado de la vaya, es el dueño del club de moteros ‘Los verdugos de Hades’, el club de moteros más peligroso y respetado hasta el momento. Se hace llamar el verdugo mudo, puesto que no es capaz de hablar con nadie, tan solo con su padre (ya fallecido) y con Ky, su mejor amigo y VP en el club.
Pero, cuando conoció a aquella niña con el pelo largo y negro y unos ojos azules lobunos que le hipnotizaron, se convirtió en la tercera. La tercera persona con la que Styx era capaz de hablar.
Había buscando por todos los rincones existentes aquel lugar, necesitaba con todas sus fuerzas volver a ver a aquella niña, pero no fue capaz de encontrarlo.
Hasta que, una noche, aparece una mujer desangrándose en la puerta del club y rápidamente actúan pensando que esta muerta y que les han dejado allí el cadáver para incriminarlos, pero cuando la coge entre sus brazos y abre los ojos, no puede explicar lo que su corazón siente, pues esos ojos de lobo solo pueden pertenecer a una persona. A su chica.
No quería que me tuviera miedo. El viejo siempre decía que la gente debía temerme, que debía desconfiar de mi para mantenerme a salvo. Sabía que la mayoría de las personas de mi mundo concebían el hecho de que me comunicase por legua de signos como una debilidad, y por eso, me dijo que tenía que hacerme fuerte y usar los puños en vez de las palabras. Ahora solo creían que era peligroso. Como decía Ky, nací para ser temido: el Verdugo mudo.
Mae, harta de las órdenes de aquellos hombres, y tras la muerte de su hermana decide escaparse, aunque lo hace mal herida y va a parar al mismísimo infierno.
¿Será Mae capaz de adaptarse al nuevo mundo exterior? ¿Se acordará de Styx?
Bueno, ahora que ya os he contado un poquito el inicio del libro, os contaré lo que a mí me ha parecido.
El libro es de tapa blanda con solapas. En la portada podemos ver a quien imagino que serán Styx y Mae, aunque, la chica me parece más rubia que morena, pero bueno. La ropa que llevan es la característica del club de moteros.
El libro está narrado en primera persona por nuestros dos protagonistas, Styx y Mae. La verdad que, me ha parecido un completo acierto puesto que, los mundos de estas dos personas son tan opuestos que necesitamos conocerlos desde el interior. Y quién mejor que ellos mismos para hacernos entender su forma de vida.
Las letras del libro son de un tamaño normalito, lo que si que ha llamado mi atención es que las paginas son un poco más gruesas que las del segundo libro, por ejemplo. Pero me imagino que es también porque la edición tiene más años.
La lectura es ágil, adictiva y a la vez emocionante. Es un libro cargado de acción que nos proporciona una tensión constante por conocer más y más acerca de La Orden y todo lo relacionado con ellos.
Además, la pluma de Tillie Cole es hábil, meticulosa y perseverante, pues, consigue crear dos mundos paralelos totalmente opuestos pero que pueden llegar a complementarse si se esfuerzan en ello.
Tillie Cole crea una vida diferente en un club, en el que, los hombres son la parte dominante, y las mujeres no tienen ni voz ni voto. Es cierto que, esta parte del libro me ha resultado un tanto complicada de entender, porque las mujeres para ellos son putas, de hecho, su palabra ‘cariñosa’ para referirse a ellas es zorra. Pero tras leer ambos libros publicados hasta el momento, he entendido que, es una forma de vida, que para ellos llamarlas de ese modo no es un insulto y que, a pesar de no estar de acuerdo, es un club de moteros en el que, nos guste o no, las cosas funcionan así.
Por otro lado, y fijaos en lo que os digo, la manera en la que tratan a las mujeres en La Orden es mucho mas denigrante y devastadora, puesto que les obligan a hacer cosas desde muy pequeñitas en contra de su voluntad. Al menos, los verdugos siempre les dan la opción de elegir y no les obligan a nada.
Con un último tirón, conseguí sacar el cuerpo, solo me quedaban las piernas. Me arrastre sobre la espalda, excavando con los talones, luchando por alcanzar la libertad.
El sentimiento o, más bien, el torrente de euforia que me invadió al darme cuenta de que ya casi lo había conseguido, se evaporó cuando un perro salió de un arbusto cercano.
Los personajes están definidos a la perfección, tanto física como psicológicamente. He podido introducirme dentro de cada uno de ellos, en este caso de Mae y Styx que son los protagonistas principales y he llegado a comprenderlos y a sentir sus propias emociones. Además, ambos protagonistas sufren una evolución tremenda desde el principio del libro hasta el final.
Tenemos a muchos más personajes como Llama, un personaje que a mí me ha dado miedo en determinadas ocasiones, ya que es extremadamente sangriento y disfruta haciéndose cortes en diferentes zonas de su cuerpo.
Preciosa, que va a ser fundamental en la vida de Mae, pues va a ser quién le enseñe muchas cosas del club.
Rider, es esencial en esta historia, pues es el médico del club y va a salvar la vida de Mae, pero a la vez, también va a establecer unos fuertes lazos con ella, que van a llevarle a hacer locuras.
Tenemos a otros presonajes como Tanque o Jules y otros más que ya conoceréis.
El amor que hay entre ellos no ha pasado desapercibido nunca, desde que se conocieron cuando eran tan solo unos niños no han podido olvidarse y está claro que entre ellos saltan chispas. Además, la cantidad de sentimientos que empiezan a florecer entre ellos nos demuestran que, por muy duros que sean estos verdugos, tienen un gran corazón.
La trama del libro es intensa y desgarradora, la verdad que está cargada de una originalidad que no puedo explicar con palabras. La mente de la autora es tan abierta y hábil que la conseguido que dos cosas horribles converjan en una historia apasionante y emotiva que ha conseguido hacerme llorar.
Creo que, lo que Tillie Cole pretendía al escribirlo era darnos la oportunidad de conocer cosas diferentes que hoy en día ni se ven, ni se llevan a cabo.
Dejar viajar nuestra imaginación a un mundo en el que la destrucción manda, pero, aun así, el amor siempre triunfa por encima de todo.
El final del libro es bonito a rabiar, he de decir que, hay momentos de tensión en los que pensaba que no quería seguir leyendo, porque la muerte acechaba por todos sus rincones, pero era incapaz de parar, necesitaba saber que terminaría pasando, y como se resolverían lo problemas que rodean a nuestros protagonistas.
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Tillie Cole proviene de una pequeña ciudad en el noreste de Inglaterra. Creció en una granja con su madre inglesa, su padre escocés y su hermana mayor, y una variedad de animales rescatados. Tan pronto como pudo, Tillie dejó sus raíces rurales por las luces de la gran ciudad. Después de graduarse de la Universidad de Newcastle con una licenciatura en estudios religiosos, Tillie siguió a su esposo, un jugador de rugby profesional, por todo el mundo. Se convirtió en maestra de escuela secundaria durante una década y disfrutó enseñando ciencias sociales a los estudiantes antes de poner el lápiz sobre el papel y terminarlo.
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