Gracias a LA GALERA, por este ejemplar.
¿Y si la única manera de controlar la sobrepoblación mundial fuera arar suburbios enteros, habitantes incluidos?
En el cielo, un contador indica que la población mundial está a punto de llegar a su límite: los 10.000 millones. Todo el mundo trabaja deprisa porque saben que el suburbio menos productivo será arado de arriba abajo. Todo el mundo será aniquilado. La única manera de huir para siempre de la labrada y dejar de ser un Breve es convertirse en un Eterno y entrar en Ciudad Eterna, donde se puede alargar la vida indefinidamente inyectándote una cura.
Hunter cree haber encontrado una grieta para resistir las labradas e infiltrarse en la ciudad, a la vez que destruye un sistema que los condena a todos a ser esclavos o adobo. Nacidos para ser Breves es una distopía que nos sitúa en una sociedad cruel pero reconocible. Una historia coral en la que los personajes tienen que hacer frente a dilemas morales que los pondrán a prueba. ¿Podrán cambiar el mundo o les pasará por encima?
Una de las sorpresas que me he llevado este inicio de curso viene con la novela Nacidos para ser Breves, de Toni Mata. Una historia que no esperaba para nada que me atrapase consiguiendo que lo leyese en dos sentadas.
Se trata de una distopía que cuenta con muchos ingredientes de una de mis sagas favoritas —El arco de la Guadaña, de Neal Shusterman— pero con un toque único que la convierte en una historia única y tremendamente adictiva.
La eternidad provoca eso: cuando tienes todo el tiempo del mundo, muchos no saben que hacer con él. Pero sí saben una cosa: que no quieren morir.
La humanidad ha conseguido burlar al paso del tiempo, gracias a unas vacunas consiguen frenar el envejecimiento evitando con ello la muerte. Sin embargo, los recursos en el mundo son limitados, por lo que no podría mantenerse a todos de forma perpetua.
10.000 millones son las vidas que el sistema puede aguantar sin presentar escasez de recursos. Por ello, dividirán a la sociedad en dos grupos: los Eternos, quienes viven cómodamente en ciudad Eterna y cuentan con la opción de costearse la vacuna que frenará su envejecimiento; y los Breves, quienes trabajarán de sol a sol para recoger los ingredientes necesarios para hacer esa vacuna para otros mientras mantienen la esperanza de poder acceder a ciudad Eterna algún día.
Deseos de vivir fabricados de mentiras, ansias de poder gobernadas por la ambición y un sistema que está a punto de caer son los ingredientes principales que nos encontramos en este libro.
Me gusta cuando el autor comienza fuerte. En este caso, viviremos una labranza en el primer capítulo, pues el número de habitantes —que se mantiene presente en el cielo— ha alcanzado el tope y una población completa será arrasada para poder mantener el equilibrio.
Miles de vidas reducidas a cenizas en tan solo unos minutos para que otros puedan gozar de la eternidad, ¿os parece justo? Así de desgarrador es el comienzo de esta novela que me dejó completamente eclipsada. Pero, lo mejor de todo, fue comprender que, si ciudad Eterna seguía creciendo, no importaba que arrasasen los suburbios, el sistema no sobreviviría mucho tiempo.
Gente que lo desea, pero que individualmente se siente incapaz de cambiar las injusticias de las que finalmente, por omisión, se aprovecha. ¿Estarías dispuesto a perder tu confort para ayudar a unos desgraciados a los que no conoces?
La pluma del autor es sencilla, cruda y adictiva. No tiene pelos en la lengua a la hora de narrar los acontecimientos ni se anda por las ramas con extensas descripciones. Tiene claro cual es su foco y lo muestra desde el inicio paseándonos de un lado a otro en una trama que nos mantiene sedientos de más.
Si os parece atrayente la premisa, sus personajes no lo son menos. Conoceremos a un grupo de personas de lo más variado que nos mostrarán diferentes puntos de vista para comprender la historia en su totalidad. Si los Eternos solo pueden tener un hijo, ¿qué hace una madre embarazada de gemelos? Si tu padre es quien promueve la labranza de los suburbios, ¿cómo puedes revelarte contra él? Si llevas más de un siglo y medio con el mismo cuerpo, ¿cómo sentirte joven de corazón?
No obstante, mientras el Comodoro intenta mantener el orden jugando a ser Dios y encontrar una solución al problema de la superpoblación, un joven de los suburbios sobreviva a una labranza y comience a reclutar a un pequeño ejército con el que asaltar ciudad Eterna y acabar con el cruel sistema que decide quién vive y quién muere.
Sin saber que hacer, aburridos de vuestra propia existencia, pero eso sí: que se mueran los otros.
Un puñado de interrogantes se abrirán ante nosotros en una historia que analiza en profundidad el concepto de la vida y la brevedad de la misma.
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Nacido en el barrio de Can Rull en la cidad catalana de Sabadell, estudió periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Como guionista, ha trabajado en TV3, COM Radio, 8tv, en la web de la revista El Jueves, así como también en el programa On vols anar a parar de Llucià Ferrer en Cataluña Radio. Ha coordinado los guiones de programas de Andreu Buenafuente y de El Hormiguero 3.0 de Pablo Motos. Como cómico, ha escrito el guion del espectáculo Amb Xocolata o sense? y lo ha presentado junto con Elisabet Carnicé.Es autor de varios libros, con el humor como protagonista, y redactor del diario humorístico digital Be Negre.
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