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Las MEJORES frases de Reino de Ladrones de Leigh Bardugo

Queridos enamorados de Leigh Bardugo, Shadow and bones y todo el maravilloso Grishaverse, en Entre Metáforas somos una grandes seguidoras de esta espectacular autora que nos enamoró desde el libro de Sombra y Hueso allá por junio de 2012.
Pero si realmente hay algo que nos haya enamorado son, sin duda alguna, Los Cuervos de la que será trilogía «Seis de Cuervos».

Ya os tragimos las mejores citas del primer libro y aquí vienen las mejores de «Reino de ladrones»

¡Alerta Spoilers!

«Mejor verdades terribles que mentiras amables»

 

«No hay nada como que te disparen unas cuantas veces para aprender rápido»

 

«Los monstruos malos de verdad nunca parecen monstruos»

 

«—Contigo todo es una negociación, Bekker. Seguro que saliste del útero a base de trueques»

 

«—¿Por qué la red Kaz? —preguntó Inej.
Sí, ¿por qué la red? ¿Por qué utilizar algo que complicaría el asalto a los silos que había planeado y los dejaría el doble de expuestos? No podría verte caer.»

 

«Mati en sheva yelu. Esta acción no tendrá eco»

 

«Si Ketterdam me ha enseñado algo, es que siempre puedes sangrar un poco mas»

 

«Da igual lo alta que sea la pila de dinero si estoy en prisión»

 

«Era un planeta y ella era su luna»

 

«Él pensó que valía la pena morir para volver a ganarse esa sonrisa»

 

«Ketterdam está llena de monstruos. Yo tan solo soy el que tiene los dientes mas largos»

 

«El respeto no se pide, se gana»

 

«El perdón no se pide, se gana»

 

«—¿Quieres saber lo que me hizo Pekka? —preguntó Kaz. Su voz era como un rugido que reverberaba en los azulejos—. ¿Y si te digo lo que le hice cuando encontré a la mujer que fingía ser su esposa, a la chica que fingía ser su hija? ¿Y si te cuento lo que le pasó al chico que nos atrajo la primera noche con sus perros de juguete mecánicos? Esa es buena. Se llamaba Filip. Lo encontré dirigiendo un juego de cartas en la Kelstraat. Lo torturé durante dos días y lo dejé sangrando en un callejón, con la llave de un perro de cuerda clavada en su garganta.

Kaz vio que Inej se encogía. Ignoró la punzada en su estómago.

—Eso es —continuó—. Los trabajadores del banco que entregaron nuestra información. El abogado falso. El hombre que me dio un chocolate caliente gratis en el despacho falso de Hertzoon. Los destruí a todos, uno por uno, ladrillo a ladrillo. Y Rolling será el último. Estas cosas no desaparecen con rezos, Espectro. No hay paz esperándome, no hay perdón; ni en esta vida ni en la próxima.»

Helen

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