Gracias a Océano Gran Travesía, por este ejemplar.
«Fantasmas, secretos y mucha magia abundan en este debut literario, el conmovedor retrato de una familia desmembrada que busca el camino a su reconstrucción con amor y valentía. Una poderosa novela de un emocionante nuevo talento.»Kirkus Reviews
La temporada de los accidentes, escrito por Moïra Fowley-Doyle, es uno libro perfecto para la temporada de Halloween. Rodeado de oscuridad, magia y confusión la historia consiguió atraparme de una forma muy especial pues, aunque confieso que en más de una ocasión sentí que no me enteraba de nada, el final te resuelve cada uno de los enigmas planteados llevándose al lector a su terreno de una forma casi sobrenatural.
“Levantemos nuestras copas por la temporada de los accidentes, por el río que fluye bajo nosotros, donde naufragan nuestras almas, por los moratones y los secretos, por los fantasmas del techo, un brindis más por el camino sollozante.”
La historia nos presenta a Cara y su familia, una familia muy especial que cada año durante el mes de octubre sufre extraños accidentes que les provocan heridas, graves lesiones e incluso la muerte.
La autora al principio nos sitúa directamente en octubre, no podía ser de otra manera, por lo que vemos como la madre de Cara cubre las esquinas de cada mueble, esconde los objetos punzantes, asegura puertas y ventanas… Toda precaución es poca para esta época del año. Cara comienza a revisar sus fotografías y en todas ellas descubre que de un modo u otro sale Elsie, una joven solitaria de la que nadie parece saber mucho en el instituto. Cuando Cara va en su busca para preguntarle los motivos por los cuales parece haber estado vigilándola durante toda su vida, se encuentra con que la joven ha desaparecido y nadie sabe nada de ella.
“Durante la temporada de los accidentes los huesos se rompen, la piel se desgarra y las contusiones brotan como frutos violentos de una semilla desconocida.”
Peculiar, esa es la palabra con la que definiría esta novela. Su aura de confusión consigue envolver al lector hasta límites insospechados poniendo a prueba su paciencia. Durante la mayoría de la historia me sentía perdida, no encontraba sentido a nada, pero no podía evitar seguir leyendo página tras página. Aunque he visto en algunas reseñas que la gente se descolgaba de la historia justamente por no entenderla con facilidad yo os recomiendo que os dejéis llevar, es la única forma de vivir la gran historia tejida por la autora, ella sabe cuándo y dónde el lector debe ser consciente de lo que está ocurriendo.
“—Oh —sisea Bea—. Escucha eso. La casa tiene ganas de un poco de diversión. Algo de energía sexual —me guiña el ojo—. Tengo el presentimiento de que esta casa quiere nuestra fiesta tanto como nosotras”.
Los personajes son de lo más variados, pero siempre guardan un punto en común que los enlaza en esta oscura aura. La cantidad de temas que entrelaza la autora es una pasada: sucesos paranormales, relaciones tóxicas, primer amor… Temas muy variados que terminan tejiéndose a la perfección ofreciendo una experiencia cargada de emociones y sentimientos.
La pluma de Moira Fowley-Doyle es lo más destacable de la novela. Una prosa diferente y casi poética que nos hace vivir cada una de las escenas como si estuviésemos viviéndola en primera fila. El ritmo no decae en ningún momento, los misterios van sumándose poco a poco dando lugar a la continuación de la historia hasta llevarnos a un final sorprendente y emotivo donde conseguiremos comprender prácticamente toda la historia.
“¿Puedes romperte el corazón accidentalmente, me pregunto, de la misma forma en la que puedes romperte una muñeca? Si es así, la temporada de los accidentes me ha herido y fracturado por dentro y por fuera”.
En conclusión, La temporada de los accidentes es un cóctel explosivo de sucesos paranormales que nos confundirá y atrapará de igual forma. Imaginad que una bruja os ha hechizado y seguir paseando entre sus páginas por muy perdidos que os sintáis, porque su final conseguirá sorprenderos y aclararos todas las dudas que tengáis de una forma magistral.
Moïra Fowley-Doyle es mitad francesa y mitad irlandesa y vive en Dublín con su marido, sus hijas y su gato. La mitad francesa de Moïra ama el vino tinto y los libros negros donde todos mueren. A su mitad irlandesa le encanta el té y un final feliz. Moira pasó varios años en la universidad estudiando vampiros en literatura infantil antes de comenzar a escribir novelas para adolescentes que no contenían vampiros. Compuso su primera historia a los ocho años cuando le dijeron que si escribía una historia sobre arañas, ya no les tendría miedo. Moïra siempre le tiene miedo a las arañas, pero nunca ha dejado de escribir. La temporada de accidentes es su primera novela.
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