Gracias a GRIJALBO, por este ejemplar.
Hace cinco años, Abbie Cullen desapareció en extrañas circunstancias. Fue un golpe tan terrible para su marido, Tim Scott, empresario de éxito fundador de una de las start-ups más innovadoras de Silicon Valley, que decidió dedicarse en cuerpo y alma a recuperar a su esposa. Y lo consiguió.
Abbie se despierta en las oficinas de Tim aturdida y confusa, no sabe quién es ni recuerda cómo ha llegado hasta allí. Él le cuenta que es una artista de gran talento, una deportista que adora practicar el surf y una madre cariñosa para Danny. Le dice que cinco años atrás sufrió un terrible accidente y que gracias a un impresionante avance tecnológico ha podido recuperarla. A medida que Abbie reconstruye los recuerdos de su matrimonio comienza a cuestionar a su marido y su versión de lo ocurrido. ¿Qué pasó realmente? ¿Puede confiar en su esposo cuando dice que quiere que estén juntos para siempre?
La mujer perfecta, escrito por JP Delaney, me ha roto por completo los esquemas. Tengo la costumbre de, cuando conozco al autor o la portada me llama mucho, adentrarme en la historia sin leer la sinopsis ni buscar información. De este modo, me esperaba algo parecido a su anterior novela —La chica de antes— y lo que me he encontrado es una trama con tintes de ciencia ficción y misterio que me ha encantado.
«Pues bien, esta herramienta tiene inteligencia propia. Y piensa empezar a utilizarla.»
La historia comienza justo cuando Abbie abre los ojos. Lleva cinco años desaparecida y su marido, un empresario exitoso llamado Tim, ha dedicado todo su tiempo y dinero en encontrarla. Ahora que por fin la tiene de nuevo a su lado, debe explicarle cómo ha logrado dar con ella y ponerla al día, pues Abbie está muy desorientada y sus recuerdos están repletos de lagunas.
Es la misma mujer que un día fue y, a la vez, no lo es. La mente de Abbie se encuentra en un robot diseñado hasta el más mínimo detalle tal y como era ella. Cuenta con sus recuerdos, con su personalidad, sus intereses… pero no es humana y, sin embargo, siente. Siente desconcierto ante su nueva realidad, temor al no recordad qué le pasó y amor a su familia. No obstante, carece de otras cosas como el sentido del gusto, el olfato u órganos sexuales.
Está agradecida de haber vuelto. De que su marido haya empleado los recursos de su gran empresa de robótica para traerla de vuelta, aunque, por otro lado, se siente un monstruo. Algo antinatural. No es una mujer, aunque siente como tal… Este debate será el primero que Abbie deberá enfrentar consigo misma, el segundo llegará con un mensaje anónimo que le advierte que su marido miente, que todo lo que le ha contado no es verdad. Ahí es cuando las dudas sobre qué fue lo que realmente le ocurrió comenzarán a perseguirla sumiéndola en una carrera contrarreloj por descubrir qué pasó y si vuelve a estar en peligro.
«Solo entonces caímos en la cuenta de que la discusión no se había limitado a la empresa. Habían discutido sobre si Tim hacía lo correcto casándose con Abbie.»
Nos encontramos ante un thriller tecnológico que no nos dejará indiferentes. Plantea demasiadas cuestiones, sobre todo morales, pues… ¿qué derecho tenía Tim a devolver la vida a su esposa en ese estado? ¿Los avances tecnológicos nos dan o nos restan libertad? Abbie se pasa la novela analizando su situación y la conclusión a la que llega una y otra vez es que no es la mujer que un día fue.
El misterio comienza a tejerse alrededor de esas lagunas que cubren los momentos de su desaparición. No recuerda apenas nada de los días previos a desaparecer, la policía tiene algunas teorías que no le gustan nada y no puede contar con nadie más que su familia que está formada por: su marido, el cual ha descubierto que miente; y su hijo, quien tiene autismo y apenas es capaz de comunicarse con ella.
Los temas tecnológicos o de inteligencia artificial están súper bien planteados. Nos encontraos con algunos tecnicismos, pero nada difícil de asumir, pues el autor lo explica todo con una sencillez abrumadora.
Otro tema que me ha encantado es el autismo. Me parece que lo ha mostrado con una sensibilidad especial y con la crudeza que requería en algunos aspectos. Vemos a una madre dispuesta a todo por volver a conectar con su hijo y nos hablarán de terapias y procesos que hacen la vida del pequeño más amena.
«Quizá la auténtica prueba de la humanidad de una persona, piensas, sea la ternura con la que trata a quienes son como Danny. Si, ciegamente, intentan arreglarlos y hacerlos más parecidos a todos los demás, o si pueden aceptar su diferencia y adaptar el mundo a ella.»
Quizás el pero lo sembraría el descenso del ritmo en algunas escenas. Abbie tiene que habituarse a su nueva realidad y se cuestiona todo y se lo cuestiona repetidas veces. Sin embargo, la presencia de ese anónimo que nos regala algunos capítulos en primera persona y nos deja completamente descocados cada vez que aparece, nos volverá a atrapar entre sus páginas recordándonos que hay un misterio por resolver.
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