La Cría, de Pablo Rivero

Esta novela ha sido publicada por la editorial SUMA de Letras. Lo primero que me llamó la atención fue su espectacular portada, una portada que nos dice a gritos que vamos a encontrarnos con una historia siniestra y perturbadora. Ya en la sinopsis podemos ver que esta novela tiene uno de los sellos del autor: tratar temas actuales que nos muestren el lado más turbio de las nuevas tecnologías.

“UNA MADRE TIENE QUE INTENTAR PROTEGER A SU HIJO. SIEMPRE. O POR LO MENOS INTENTARLO”

Lucas, a pesar de su corta edad, ya es conocido como “el niño más famoso de España”, por ser el protagonista de la campaña publicitaria de una conocida marca de galletas junto a Sweet Bunny, un gigantesco conejo blanco de peluche.

Cuando una mañana cualquiera, Lucas desaparece, Candela, una teniente de la Guardia Civil con su propia crisis personal, deberá hacerse cargo de la investigación mientras lidia con las obstrucciones de Adriana, la madre del niño, y de Judith, su hermana adolescente, ambas obsesionadas por alcanzar el éxito del pequeño en las redes sociales, llegando a ser capaces de intercambiar el dolor de su tragedia por unos miles de seguidores.

“PODÍA OLVIDARSE DE UNA TOMA DEL BIBERÓN DEL NIÑO, DE UNA VISITA AL PEDIATRA O DE BAÑARLO, PERO JAMÁS DE SUBIR SUS, COMO MÍNIMO, TRES POST DIARIOS, CON SUS PERTINENTES HORAS ESTABLECIDAS DE PUBLICACIÓN, EN LOS QUE HABLABA DE LA CRIANZA DEL NIÑO CON CADA UNA DE SUS RUTINAS DE UNA MANERA MUCHO MÁS EDULCORADA DE LO QUE ESTABA VIVIENDO EN REALIDAD”

La trama plantea el debate acerca del impacto de las redes sociales en nuestras vidas, centrándose en el “sharenting”, una práctica cada vez más extendida y cuestionada, que consiste en que los padres compartan en Internet la crianza de sus hijos con detalles y fotografías de menores de edad, en ocasiones con fines lucrativos, convirtiendo a niños pequeños en personajes públicos que prestan su imagen a múltiples marcas comerciales.

No obstante, aunque la premisa es muy interesante, el autor parece más preocupado en defender su postura en relación a este tema y en “adoctrinar” sobre ello, que en desarrollar una historia dinámica en torno a ese pilar. Hay muchos párrafos que enfatizan lo mismo una y otra vez y que lejos de impactar sólo han conseguido aburrirme y sacarme de la historia.

“POR ESO RECUERDE QUE, ANTE LA MENOR DUDA, SIEMPRE ES MEJOR PREVENIR QUE SOBREEXPONERSE”

Otro punto que me ha desconcertado, es la falta de realismo en los procesos policiales, las escenas que nos pinta el libro son muy cinematográficas (se nota la experiencia como actor del escritor), pero están muy mal documentadas y eso desvirtúa bastante el trabajo de investigación, que se convierte en algo cutre y meramente aleatorio.

Aunque hay referencias a novelas anteriores del autor, La Cría se puede leer de manera independiente y no revela ninguna otra trama si se pretenden leer los libros en otro orden que no sea el de publicación. Nos encontraremos con personajes y situaciones que aunque aparecen en otras historias no nos revelan nada de lo que sucede en ellas.

Algunos personajes tienen mucho potencial, aunque la manera en que se relacionan con la historia, no me ha permitido empatizar con ellos. Es triste comprender que las realidades que representan existen en la vida real, que vivimos en una sociedad que prefiere vivir una vida fabricada para ser expuesta.

“NORMALMENTE LA GENTE MÁS FRUSTRADA, LA QUE NO ESTABA EN PAZ CONSIGO MISMA, ERA LA QUE MÁS SE COMPARABA Y LA QUE MÁS PELIGROSA PODÍA LLEGAR A SER”

El punto fuerte de la novela es la oscuridad que deja entrever y las escenas macabras que tan bien describe Pablo. Sweet Bunny es realmente espeluznante, y las escenas en las que aparece llegan a generar verdadero terror psicológico. También me han gustado los giros que se empiezan a desencadenar sin respiro a partir del último tercio del libro. A medida que nos vamos acercando al final, la historia se vuelve frenética y se van respondiendo algunas incógnitas a medida que van apareciendo otras preguntas y eso le da el ritmo que echaba en falta al principio de esta novela.

El final, a pesar de tener algún giro de trama poco creíble, me ha gustado, y considero que el autor ha hilado bien los elementos que había ido tejiendo para dar un punto de sorpresa y aún así dejar elementos en el aire para generar tensión.

Aunque se queda a medias en muchos puntos de la trama, es un thriller oscuro y duro porque trata temas que forman parte de la realidad actual. ¿Hasta donde estamos dispuestos a llegar para conquistar la cúspide de las redes sociales?. Una fábula extrema y llevada al límite que pone foco en la vida a través de la ventana de Internet al mundo.

“SE DABA CUENTA DE CÓMO ESE GRAN MUNDO ALTERNATIVO QUE INVENTAMOS EN LAS REDES VA TOMANDO MÁS Y MÁS TERRENO HASTA DEVORARNOS Y HACER QUE EL MUNDO REAL EN EL QUE VIVIMOS SEA CADA VEZ MÁS INSIGNIFICANTE, PIERDA IMPORTANCIA”

Este libro, aunque narra una historia de ficción, arroja una reflexión acerca de la información que compartimos y consumimos en Internet en general y en las redes sociales en particular. Este hecho se agrava más cuando a los que exponemos es a menores de edad que no pueden dar su consentimiento y que no son conscientes de que su “rastro” público iniciará su “reputación digital” que impactará en su futuro personal o laboral.
La responsabilidad de la crianza de un hijo y los recursos elegidos para hacerlo, el bullying, la transfobia o la salud mental, también son temas que se tratan de manera cruda en el desarrollo de la historia, aunque quizás no con la suficiente perspectiva o con todos los matices necesarios.