Gracias a Crossbooks por este ejemplar.
Un fin de semana de juerga en una cabaña remota es justamente lo que Mackenzie necesita. Quiere divertirse a tope con sus amigos, lejos de los padres y las obligaciones. Pero tras una noche loca dos de ellos mueren… asesinados.
Sin signos de que la puerta haya sido forzada y ningún rastro de forcejeo, las sospechas recaen sobre el grupo de amigos.
Entre ellos solo hay un asesino. Pero ninguno es inocente.
Natasha Preston me conquisto con El sótano, cuya reseña podéis leer en el enlace anterior. Sentí que la autora tenía una voz diferente y un modo de crear personajes capaces de arrastrarnos por cada una de las páginas ansiando más y más. Por ello, en cuanto vi publicada su nueva novela, no lo dudé ni un instante.
La cabaña cuenta con varios ingredientes para destacar en el género juvenil. Es un cóctel de misterio, dudas, sospechas y algún que otro giro interesante que no dejará de llamar la atención.Sin embargo, no todos los ingredientes están tan pulidos como en su anterior novela y eso ha desatado más de una opinión negativa. Vamos a analizar cada punto.
“—¿Courtney? —musité, y los oídos me zumbaban de tal manera que ni siquiera escuché mi propia voz.
«No te desmayes, Mackenzie, por favor.»”
La historia nos presenta a Mackenzie, una joven que está a punto de irse de viaje junto a sus amigos para pasar el fin de semana. El lugar donde se dirigen es a la cabaña de uno Josh, el joven que más polémica y enfrentamientos levanta dentro de ese grupo amigos y, para colmo, es el novio de Courtney la mejor amiga de Mackenzie.
El plan no es acogido con mucho entusiasmo. Josh es considerado un engreído insensible que le tiene la cabeza comida a Courtney anulando su personalidad. Por ello, los amigos no ven con buenos ojos que el hermano mayor de Josh, alguien a quien apenas conocen, se una a ese fin de semana sin avisar.
Finalmente, las ganas de pasarlo bien y la necesidad de salir de la monotonía anima a los chicos a dejarse llevar e intentar disfrutar de ese fin de semana sin padres, sin normas y sin obligaciones.
Terminan bebiendo, riendo y discutiendo hasta que el cansancio los vence. Lo que no pueden imaginar es lo que les esperará al día siguiente, cuando encuentran a dos de sus amigos muertos en la cocina. Las cerraduras no han sido forzadas, no hay indicios de que alguien haya podido entrar en esa casa, por lo que uno de ellos es el asesino.
La historia te va atrapando con su misterio. Consigue hacerte dudar de cada uno de los personajes tras ir conociendo sus secretos. Pues, todos ellos podrían haber tenido un motivo para cometer el crimen. Sin embargo, sentí que las personalidades de los personajes cojeaban en alguna que otra ocasión.
A pesar de estar bien perfilados y de que podamos notar que la autora tenía muy claro el camino que debía recorrer cada uno de estos jóvenes, muchas de sus acciones son incoherentes.Podríamos justificarlo debido a su edad, pero aun así la madurez que intentan mostrar se ve un poco ensombrecida.
“Meneé la cabeza con perplejidad y apreté los dientes. ¿Por qué preferían creer que había sido Blake antes que un desconocido?”
La trama romántica parece un poco casual en un principio, incluso podría decir que forzada. Pero analizándolo bien, es creíble. La edad de los personajes da pie al flechazo y viviremos alguna que otra escena que nos hará suspirar como quinceañeras.
Lo que chocó fue la constante encrucijada en la que se encuentra la protagonista.Mackenzie deberá decidir si confía en el chico nuevo que acaba de llegar a su vida y del que se ha enamorado locamente o en sus amigos, los jóvenes a los que conoce de toda la vida y de los que cree saberlo todo. Dos bandos enfrentados con ella en medio devanándose los sesos por buscar la verdad.
La pluma de Natasha Preston es muy sencilla y ligera.No resulta nada complicado meterte en la mente de los personajes e ir haciendo cábalas junto a ellos, porque sí que es cierto que terminé sospechando absolutamente de todos. La trama que crea te va envolviendo con rapidez. El ritmo no decae en ningún momento. Los hilos se van desatando sin que podamos ser conscientes de ellos y, os aseguro, de que siempre quedará un hilo suelto más del que tirar.
Podría haber opción para una segunda parte, las últimas páginas no terminan de cerrar por completo la historia. Sé que la leería, pues esta autora tiene algo especial que me atrae al presentar novelas tan ligeras, pero no creo que fuese una buena idea.
“Me odié a mí misma en aquel instante. Y sigo odiándome. Fue el mayor error de mi vida —balbucí—. Y Josh fue la única persona que lo supo.”
En conclusión, La cabaña nos sumerge en un thriller juvenil donde nadie está fuera de sospechas. La amistad y el amor pueden ser dos sentimientos tan potentes como rivales, pues nuestra protagonista deberá decidir en quién debe confiar para llegar hasta el final.
| Vista previa | Producto | Valoración | Precio | |
|---|---|---|---|---|
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Natasha Preston es una escritora británica, autora de obras de suspenso juveniles. Sus libros se encuentran en la lista de los más vendidos en New York Times.
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