Gracias a UMBRIEL, por este ejemplar.
TODO PROYECTA UNA SOMBRA. INCLUSO EL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS. Y COMO OCURRE CON TODA SOMBRA, HAY UN LUGAR DONDE ESTA SE UNE CON LO QUE LA GENERA.
Lo único que Olivia Prior conserva de su pasado es el diario de su madre. Entonces recibe una carta invitándola a regresar a Gallant, su hogar. Pero cuando llega, nadie la está esperando.
Sin embargo, Olivia no está dispuesta a marcharse. No importa si su primo Matthew es desagradable con ella, o si ve espíritus rondando por los pasillos.
Olivia sabe que Gallant oculta secretos, y está decidida a descubrirlos. Cuando cruza una pared en ruinas, llega a un lugar que es Gallant, pero que a la vez no lo es.
La mansión se está desmoronando, los espíritus son sólidos y una misteriosa figura lo gobierna todo.
Olivia siempre ha querido pertenecer a algún lugar, pero ¿tomará su lugar como una Prior, protegiendo a nuestro mundo contra el Señor de la Casa? ¿O bien ocupará un lugar junto a él?
Gallant es una novela gótica vibrante y exuberante que habla de aquellos demonios que, muchas veces, están más cerca de lo que imaginamos.
V. E. Schwab es una de esas autoras que nunca pasa desapercibida. Con un enorme abanico de libros a su nombre, siempre termino con la sensación de que me ha podido gustar más o menos, pero siempre me deja esa sensación de que su imaginación no conoce límites. Sin ir más lejos, La vida invisible de Addie LaRue se convirtió en una de mis novelas favoritas y pasará tiempo hasta que otro libro la desbanque.
«Algo va mal.
Yo estoy engordando, pero tú adelgazas cada día más.
Te veo marchitarte. Temo ver a través de ti mañana. Temo que después ya no estés.»
Gallant, la editorial ha decidido mantener el título original, es su último trabajo y ha llegado a nosotros poco después de haberse publicado en inglés. Se trata de una historia de fantasía con tintes paranormales, pero muy light, es decir, no da nada de miedo. Sin embargo, el aura en la que nos sumerge es tan especial como su protagonista.
La historia nos presenta a Olivia Prior, una joven que muda y sin familia que se aferra con ahínco al diario de su madre. Ese diario es un sinfín de mensajes enigmáticos que trata de descifrar día y noche.
De repente, Olivia recibe una carta donde alguien le pide que regrese a Gallant, al hogar de la familia Prior, al que parece ser su hogar. Allí descubrirá que tiene un primo, Matthew, un joven desagradable que no dudará en invitarla a marcharse en cada escueta conversación que mantengan. Además, la casa está llena de espíritus, algo a lo que Olivia está acostumbrada, aunque ahora la están poniendo a prueba, pues si desea quedarse en esa casa deberá jugarse la vida para salvarla de la oscuridad antes de que esta la devore.
«El señor de la casa no ha olvidado.»
La existencia de dos mundos y la lucha que existe entre ellos es una pasada. Por un lado tenemos la mansión Gallant y la familia de los Prior y por otro el reino de las sombras, ambos con una lucha eterna que está a punto de suceder. La ambientación está maravillosamente representada, es muy fácil situarnos y cuenta con un toque gótico que la hace única. Sin embargo, la información sobre la familia y su pasado se da a cuentagotas y este es el elemento que añadiría como pero.
El inicio comienza de forma muy pausada, quizá demasiado. Es complicado saber qué está pasando la mayor parte del tiempo, sin embargo, la protagonista cuenta con ese toque especial que nos invita a seguir leyendo, además de una voz interior cargada de personalidad que me hizo adorarla en cada página. Necesitaba saber más todo el tiempo, aunque su lento transcurso —a lo que debo sumar la ausencia casi total de diálogos y la presencia de largas descripciones— me resultaba un poco abrumador. Por suerte, la segunda mitad del libro coge ritmo.
El final es una explosión de sabores que se me quedaron un poco cortos. Me quedé con dudas y todo se precipita tanto que me dejó con la sensación de querer saber más.
«El cansancio puede ser una especie de enfermedad si dura lo suficiente.»
Lo mejor, sin lugar a dudas, es la edición. Desde la preciosa portada a los elementos e ilustraciones interiores, todo es una gozada. Uno de los libros más bonitos que tengo en mi colección. Además, cada detalle aporta valor a la historia y nos sumerge más en ella.
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