Veinte años después, debido a una tragedia, un grupo de hermanos regresa con su padre a la casa embrujada donde crecieron y en la que se suicidó su madre. ¿O acaso no fue un suicidio?
El terror adquiere un nuevo significado cuando se mezcla con la maestría de Mike Flanagan. Diez episodios de repleto drama terrorífico se presentan en una de las mejores series que Netflix ofrece en su catálogo.
Comencemos por presentar un poco la historia. Nos encontramos con una preciosa familia compuesta por los padres y sus cinco hijos. El matrimonio llega a esta misteriosa mansión con un objetivo muy claro: restaurarla para venderla y poder comprar finalmente una casa para su familia. Sin embargo, sus planes se verán truncados por extraños acontecimientos comienzan a rodearlos.
Cada uno de los elementos que la forman es digno de admiración. Los personajes tienen capas y capas de profundidad que están perfectamente representados por el reparto que forma el equipo. Los diálogos se amoldan a cada personaje dándoles un toque de gracia que los hace brillar por si solos. Sin olvidar la ambientación, la cual encaja con cada una de las escenas provocando ese conocido miedo psicológico en el espectador. Os aseguro que en más de una ocasión tenía los pelos de punta sin apenas darme cuenta.
Hablando del género, Flanagansabe jugar con los elementos adecuados para provocarnos sensaciones de mil colores. Me atrevería a decir que nos encontramos ante el mejor trabajo de este director, pues tanto en planos extensos como en sustos momentáneos consigue absorbernos de principio a fin.
En La maldición de Hill House no viviremos primero el pasado y luego el presente, nos subiremos a un carrusel de viajes en el tiempo alternando constantemente las épocas y cazando piezas de aquí y allá para formar el puzle final.
El final de la serie me dejó ensimismada. Esa lucha interna que deberá librar cada personaje para diferenciar imaginación de realismo y sobrenatural de locura es brutal. Nos hará reflexionar, comernos la cabeza y encender las luces de cada habitación. Por fin, nos encontramos con una buena serie de terror.
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