Ben es un psicólogo que lleva una vida normal hasta que una gran pérdida, seguida de una terrible discusión, le obliga a mudarse a Los Ángeles junto a su familia. Le acompañan su mujer Vivien y la hija que tienen ambos en común, Violet.
La casa que eligen los Harmon para alojarse en Los Ángeles es antigua, tétrica y cuenta con un sótano en el que no sólo habita el polvo, sino también una criatura terrorífica que está muy relacionada con el pasado de ese lugar.
En esta casa, llamada la casa de los crímenes, han sucedido muchos asesinatos y las almas parecen vagar en cada recodo de la misma, atormentando a los Harmon de mil maneras diferentes, aunque a pesar de intentarlo, no pueden abandonar esa casa porque han invertido en ella todos sus ahorros.
'American Horror Story' narra en cada una de sus temporadas una historia diferente, que puede verse independientemente en cada una de sus temporadas. Cada una de ellas, está ambientada en distintos lugares y normalmente, suele ser con los mismos personajes, aunque varían dependiendo de la historia. La primera de las historias que trata la serie habla sobre la vida de la familia Harmon.
El papel de Evan Peters (Tate) en esta historia es crucial, es uno de mis personajes favoritos por su gran interpretación. Además, creo que es el único personaje que se mantiene en todas las temporadas publicadas hasta el momento.
Otro de los personajes a los que me encantaría hacer mención es a Jessica Lange (Constance), una actriz maravillosa con un amplio abanico de registros que va a conquistar a los espectadores.
La trama de esta temporada para mi gusto es la mejor de todas, posiblemente sea la que más terror pueda producir, a pesar de que yo no soy una persona que se asusta fácilmente. Los diferentes casos con los que nos encontramos en esta historia son bastante retorcidos, ya que muchos de ellos nos hablan de asesinatos en la misma casa.
La historia que hay detrás de todo esto, tiene mucho que ver con los vecinos que recurren tanto a esta casa, en particular con Constance y su hija Adelaide, una niña que entra en la casa como si fuese suya propia, y que asusta en más de una ocasión a Vivien.
Violet, no está llevando nada bien la mudanza, principalmente, porque en el instituto no es aceptada, además, tampoco trata de caer bien a la gente, prefiere estar encerrada en su cuarto escuchando música, hasta que aparece Tate, y le enseña un mundo “diferente”.
El escenario en el que está basado esta serie es básicamente la casa, además, vemos capítulos en los que, nos encontramos con las historias sucedidas en un pasado en la casa, a la vez que, ocurren los hechos presentes.
Los capítulos tienen una media de 42 minutos, y la verdad que me parece bastante acertado, no se hacen largos, pero tampoco insuficientes.
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