Ratter – Crítica de cine

Opinión personal

Antes de continuar, y para complementar esta lectura, aquí te dejo la crítica de Paranormal Activity. Ábrela en una pestaña nueva y luego te la lees 🙂 Y ahora si, al lío...

Desde que era pequeñita he sentido debilidad por este género, por lo que estoy bastante acostumbrada a ellas y raramente suelen sorprenderme. En este caso, Ratter, no ha sido una excepción, pues nada más llegar al final sentí una profunda decepción. Lo chocante en este caso es que estuve atrapada en la película durante todo el tiempo. ¿No os suena contradictorio? Os explicaré mejor los motivos.

Emma es una joven que se independiza con el objetivo de centrarse más en ella misma y alejarse de una relación desastrosa. Nada más comenzar la película sentiremos que está siendo observada, pues cada una de las escenas que vemos son las que un personaje anónimo está visualizando a través de sus dispositivos, ya que la videoconsola, el teléfono móvil y el ordenador portátil han sido hackeados y sus cámaras se convierten en los ojos del acosador.

Me intrigó desde el primer momento la capacidad de ese ser anónimo por introducirse en la vida de nuestra protagonista sin dejar ningún tipo de rastro. De él sabremos que es inteligente, cuidadoso y metódico. Pero no sabremos nada más.

La película tarda mucho en arrancar, nosotros vamos viendo como el acosador lo observa todo, como reproduce una y otra vez las imágenes que más le interesan y cómo se cuela en la vida de Emma, pero ella no se entera de nada hasta bien pasada la mitad de la película. Nuestra protagonista recibe llamadas anónimas e incluso algún paquete inesperado, pero no comienza a sospechar hasta que la trama está a punto de finalizar.

Kramer consigue sumergir al espectador dentro de la trama, pese a la gran cantidad de escenas cotidianas que vemos (la mayoría son totalmente cotidianas: cocinar, ducharse, dormir, ver la tele, jugar a la consola, depilarse, pintarse las uñas…). Pero logra con maestría mostrar que cualquiera de nosotros podría vivir una situación parecida. A día de hoy apenas existen personas que no dispongan de cualquier dispositivo que tenga conexión a internet, por lo que ahora mismo… alguien podría estar observándote.

En mi caso me pasé la película haciendo conjeturas: “¿será su ex? No, no puede ser, sería muy evidente…” “¿Será el nuevo chico que ha conocido? No sé… Parece mono…” Para mi gusto a la película le faltan actores, de forma en que el espectador pueda tener más dudas sobre quién podría estar detrás de todo.

El gran peso de la película lo lleva Ashley Benson, quizás su papel es lo más destacado de la película. No nos muestra a una protagonista insoportable, cosa que suele ocurrir en este tipo de películas donde únicamente vemos escenas cotidianas donde ella siempre está presente. Creo que resuelve con maestría su actuación, sobre todo en los minutos finales, en los cuales consigue transmitir toda la angustia y desesperación que siente. En cambio, Matt McGorry, hace un papel menos creíble. Para mi gusto le falta algo de sangre, no me creo que una persona hable de una forma tan pausada normalmente.

Con respecto a nuestro hacker ya os comenté que apenas sabemos nada de él. No sabemos por qué hace lo que hace, no sabemos sus intenciones, ni por qué ha elegido a Emma. En mi opinión, su papel es el peor trabajado de la película, básicamente porque no está finalizado.

Con respecto a la producción es bastante aceptable: la escenificación está muy cuidada y el sonido es correcto.

El final es demasiado frío e inesperado, sobre todo teniendo en cuenta que son los últimos minutos los cuales donde Emma comienza a ser consciente de todo y la veremos angustiada, nerviosa e incluso aterrorizada, pero la conclusión que dio el director al film no terminó de convencerme. Falta información por los cuatro costados, sentí que estaba a medias, que la película no había finalizado. Estoy acostumbrada a los finales abiertos, pero en este caso creo que es pasarse, pues nos encontramos frente a una película a la cual le cuesta bastante mostrar en sus personajes ese estado de tensión y de angustia y en 30 segundos todo acaba sin ni siquiera un final que nos aclare todas esas hipótesis y teorías que hemos ido forjando desde el inicio.

En conclusión, Ratter nos muestra una vez más el peligroso mundo en el que vivimos. Cualquiera de nosotros puede estar siendo observado en cualquier momento y, lo peor de todo, es que no somos conscientes de las intenciones que ese observador pueda tener. Una película con un final tan abierto que puede considerarse una burla al espectador, falta información, no explican nada… Pero por suerte contamos con una protagonista capaz de sacar adelante su papel con una buena interpretación y mantener al espectador enganchado.

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