Crítica de Cine: Qué bello es vivir

Opinión personal

Ya queda nada de las vacaciones de navidad, pero no queríamos cerrar estas fechas sin hacer la crítica del clásico: Qué bello es vivir.

Esta película nos hace pasar un rato entrañable y que hará que a más de uno se le salte alguna lagrimita. Y es que este largometraje que puede considerarse un cuento, nos manda un valioso mensaje, que hará que terminemos transformados tras su visionado. Demostrando una vez más la fuerza del séptimo arte.

Todo parte de la pregunta ¿Qué sucedería si...?  En concreto, que pasaría si nunca hubieras nacido. Nos muestra como cada persona afecta quiera o no, en la vida de los demás. Como cada hecho, cada acción que realizamos, cambia de un modo u otro a las personas que nos rodean. En esta película, se le ofrece al protagonista ver cómo sería el mundo si él no estuviera. Haciendo que aprenda una importante lección.

Qué bello es vivir es una película que te hace reflexionar sobre el sentido de la vida. Nos muestra la importancia del amor, de la amistad, de ayudarse unos a otros... Y como, en la vida, todo ocurre por una razón

Que la película esté tan bien valorada, no es solo por lo que nos quiere transmitir, sino porque tiene un gran reparto, encabezado por James Stewart. Él interpreta a George Bailey, un hombre que ha renunciado a sus sueños, que ha entregado su vida a su familia,  y que está sufriendo una crisis horrible. Su gran trabajo, lleno de naturalidad, hace que inevitablemente nos conmovamos. 

La película está contada de manera un tanto particular. En la primera secuencia, nos encontramos por ejemplo a dos astros hablando, y además está dividida por episodios de la vida del protagonista. Estas partes nos hacen entender quién es George Bailey, como ha llegado a ser lo que es, y cómo ha acabado así. Estos bloques son esenciales para conectar con el protagonista. Pero quizás, es en ellos donde reside lo que puede considerarse lo peor de la película, pues hace que la primera parte de la película pueda resultar un poco lenta. Eso sí, algunos de estos episodios, como el de "los enamorados" son de lo más divertido de la película.

En conclusión, Qué Bello es Vivir es una película imprescindible del séptimo arte. Un clásico que nos hará disfrutar y nos emocionará, y que además es ideal para la época navideña. Un largometraje que nos permite ver trabajando a James Stewart en uno de sus mejores papeles. Recomendable verla en familia, a poder ser con abuelos incluidos, pues seguro que la tienen un cariño especial.

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