Gracias a Grijalbo por este ejemplar.
La vida de Laura y Massimo, marcada por el glamour y una relación apasionada, atraviesa su momento más oscuro. La inmensa atracción que sienten el uno por el otro podría peligrar cuando en su camino se cruza el atractivo Marcelo Matos, un importante miembro del hampa española. Será entonces cuando Laura tome consciencia de la amenaza real que se cierne sobre ellos y deba decidir si su amor por Massimo es lo suficientemente fuerte para superar todas las adversidades.
Hoy os traigo la Reseña de “365 días más”, un libro escrito por Blanka Lipinska y publicado por la editorial Grijalbo.
Éste es el tercer y último libro de la trilogía “365 días”, la verdad que me ha parecido un desenlace brutal, muy positivo y arrollador.
Minutos después nos detuvimos junto al hotel en el que estuvimos al volver de mi luna de miel, el mismo en el que me escapé de los guardaespaldas para darle una sorpresa a mi marido y pillé a su gemelo follándose a Anna sobre el escritorio.
Como ya sabemos, la vida de Laura no ha sido nada fácil, pues ha lidiado con la mafia italiana, y con muchas otras que han atentado contra su vida. No podemos olvidar que ha sido secuestrada por la mafia española y su vida está constantemente en peligro.
Tras ser secuestrada por Nacho, (un personaje del que os hablaré más adelante), recibe un disparo que pone en su vida en peligro, principalmente por el problema cardíaco que sufre.
Así finaliza el segundo libro, con el disparo que Laura recibe, pero ahora, ¿Será la pérdida del hijo de Black la consecuencia de ese disparo?
Os relevaré que Laura sale ilesa, pues son las primeras páginas del tercer libro y porque, sin ella no tendríamos historia. Pero si queréis saber más sobre el bebé, no es el momento de descubrirlo todavía.
Aunque a partir de ese disparo, algo en la vida de nuestros protagonistas cambia. El humor de Massimo no es el mismo, cambia su forma de ser, y de ver la vida. Laura aprende a vivir sola, sin su marido y apoyándose en terceras personas.
Ahí, entra en juego Nacho, el mafioso canario, el chico de colores (porque todo su cuerpo está lleno de tatuajes de colores).
En ese momento, Nacho me agarró de los brazos y me apoyo contra la pared de la casa junto a la que nos encontrábamos. No luché con él, no podía. No me defendí, ni siquiera cuando acercó sus labios a los míos, y yo no era capaz de esperar más.
Este chico es un soplo de aires fresco para Laura, a pesar de ser un asesino a sueldo y vivir en una burbuja similar a la de Massimo su carácter es completamente diferente, hace surf, le encanta bromear, las bermudas y el chándal es su atuendo natural y siempre tiene una sonrisa para regalar.
Además, su comportamiento con Laura dista mucho del que tiene Black, pues no es nada manipulador, no trata de que Laura esté vigilada todo el tiempo ni le presiona para hacer cosas a las que no está dispuesta.
Después de un suceso bastante desagradable, Laura decide que no puede continuar al lado de Massimo y se va a Polonia de nuevo, donde va a reencontrarse con Nacho y va a conocer muchas cosas nuevas que antes no podía hacer, sobre todo, va a conocer una forma nueva de amar, sin cadenas y sin órdenes.
Pero claro, Laura está casada y Massimo no se va a dar por vencido con el amor de su vida.
Nuestra protagonista se encuentra en una encrucijada en la que no sabe por donde salir, pues tiene miedo de equivocarse, de tirar todo al traste. Su vida ha cambiado mucho desde hace casi un año, y ya es el momento de que pueda decidir por ella misma.
Olga va a seguir siendo un pilar fundamental en su vida, ya que ahora, al lado de Domenico la va a tener mucho más cerca y con más información.
La evolución emocional de Laura me parece muy positiva, puesto que aprende que, el amor no es algo como lo que ella ha estado viviendo hasta el momento, el amor no son órdenes, reglas y mentiras. Es por ello que este libro me ha transmitido muchas más cosas bonitas que los anteriores.
No es que yo fura muy fan de Massimo, pero tampoco lo odiaba, son cosas que pasan, incluso llegué a pensar que tal vez Laura padecía el síndrome de Estocolmo, pero muy alejado de la realidad en este libro podemos comprobar que no es así, que, aunque no lo parezca, su corazón va por delante en todo momento.
La trama de este libro bajo mi punto de vista no es la que más acción contiene, pero sí la que más sentimientos, y yo creo era muy necesario y que le aporta una forma de visión diferente a esta trilogía.
Yacía como muerto, con la cara tapada por un brazo de colores. Yo me quedé sentada y sentí que un torrente de lágrimas llegaba a mis ojos. No pasó nada, no hizo nada, a pesar de que le infligí el mayor de los sufrimientos, creo. Simplemente se encerró en sí mismo y se durmió.
Se ha comparado mucho esta trilogía con “Cincuenta sombras de Grey” y yo, personalmente, quería decir que, el personaje de Massimo no se puede comparar con el de Grey, pues Massimo es más calculador, su sangre es más fría y su corazón es irreparable.
El final me ha parecido precioso, un final muy “normal”, ya se necesitaba algo de normalidad en esta serie, y la verdad que he finalizado esta historia con una sonrisa, y alguna que otra lágrima de emoción. Siendo sincera, merece la pena leer estos libros hasta el final, para entenderlos, y también para disfrutarlos.
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